martes, marzo 19, 2024
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Pruebas PISA: Los errores de la educación

Los resultados en el sistema de educación colombiano no son los malos. Lo malo es toda la estructura educativa arcaica del país

Los resultados PISA obtenidos en la evaluación 2013 dejan ver el abandono de los gobiernos de Colombia a la educación.
Los resultados PISA obtenidos en la evaluación 2013 dejan ver el abandono de los gobiernos de Colombia a la educación.

Redacción Juvenil

Cuando nos referimos a las pruebas PISA, la primera reacción es el rechazo a lo que implica una forma de medición educativa por parte de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, OCDE. Pero el simple rechazo no resuelve la realidad de la educación en el país.

Entendemos que desde tiempos milenarios la educación ha jugado un papel destacado en la edificación de ciudades-estados tan importantes como lo pudieron ser Atenas, Esparta y Jonia, en el mundo antiguo, al igual que hoy es tan importante el control desde sus contenidos hasta su financiación por parte de los Estados modernos; dado que si hay algo que determina la educación, es el tipo de sociedad que reproducirán en sus acciones o en su vida cotidiana miles de jóvenes.

Nuestra educación, al igual que nuestra sociedad, es altamente antidemocrática, y de ahí la falla sustancial a los malos resultados evaluativos. La democracia, como la entendemos, parte del conjunto de garantías materiales y deliberativas que permitan la visibilización de opiniones divergentes encaminados a la construcción, en este caso, de la escuela. Es decir, la separación mecánica de los problemas académicos, pedagógicos, financieros y espacios de participación y deliberación, desvía el debate del sistema educativo y lo concentran solo en modificaciones a la aplicación del sistema.

Cruda realidad

Los resultados catastróficos de Colombia en las pruebas PISA son solo los resultados más obvios a un sistema educativo caduco, un sistema que dedica su mayor esfuerzo a los resultados de pruebas y evaluaciones, haciendo un mayor esfuerzo en obtener resultados en vez de mirar procesos, pero que en la muestra de los mismos es manifiesto que no hay ni procesos ni resultados positivos.

En este sentido queremos poner de relieve tres problemas iniciales para abordar los resultados de las pruebas PISA. El primero de ellos, son los fines de la educación. Entender qué tipo de fines queremos nos circunscribe a ciertos medios para lograrlos. La escuela, como hoy está concebida, solo se encarga de ser el medio para embutir información indiscriminada sin reflexión critica ni social a los jóvenes.

El sinnúmero de materias y temas a ser evaluados es de tal magnitud que se hace imposible que durante un año escolar se relacione el contenido de las materias con los desarrollos de la vida práctica. En esta medida el sistema obliga a que cada estudiante deba dedicar más tiempo a memorizar fechas, fórmulas, reglas y aprenda a obedecer en el aula, como contraposición a recrear el conocimiento en la vida cotidiana. Cómo entender la aritmética, el álgebra en la escuela si nunca nos relacionan una X con los problemas que debemos despejar en la vida.

El segundo problema se refiere entonces al tipo de educación de los educandos. No es posible romper con el modelo lancasteriano si un sector de la comunidad educativa se excluye a luchar por un tipo de educación y de sociedad. La formación permanente, construcción de nuevos pedagogías, espacios adecuados de trabajo en condiciones dignas, y su articulación y reconocimiento con la comunidad educativa, principalmente la estudiantil. Los docentes son fundamentales para romper con el viejo sistema de reproducción del conocimiento en la escuela, y para ello es necesario vincularse al debate de conjunto del problema educativo y no solo al problema salarial.

No importa el nombre

Los resultados en las PISA no son muy diferentes a los resultados en otras pruebas como el Progress in International Reading Literacy Study (Pirls), o el Estudio de las Tendencias en Matemáticas y Ciencia (Timss) y Laboratorio Latinoamericano de Evaluación de la Calidad de la Educación (Llece), y no lo serán hasta que modifique sustancialmente el sistema educativo. La garantía de la excelencia en la educación no radica en saturar de contenidos al estudiante en los colegios, sino de la profundidad de las reflexiones que se hacen con los pocos contenidos que deberán de verse.

El acceso a laboratorios, medios informáticos, deportivos, culturales, etc., son ausentes en nuestras instituciones al igual que garantías básicas como el transporte escolar y comedores estudiantiles, infraestructura, e incluso acompañamiento fonoaudiológico y psicológico en cada institución. Tener una educación de calidad implica dejar de ver a los estudiantes como simples productos que salen de una fábrica llamada escuela para ser mercancías la sociedad.

La solución

Es necesario invertir en educación. Mientras los países con mayores desarrollos superan el 5% de inversión del PIB en educación, en nuestro país se ha estancado el presupuesto, no logrando superar el triste 1,3% PIB en educación básica y media.

Queremos y creemos que un nuevo sistema educativo, que fomente unas nuevas relaciones sociales, académicas, culturales y políticas al interior de las instituciones de educación básica y media, deberá ser el correlato necesario de una sociedad que esté buscando la democracia, la paz, la justicia social y la reconciliación.Para ello creemos que no se agotan los escenarios en la lucha por una educación alternativa y democrática, como jóvenes de la Unión Patriótica, y saludamos todos los debates y los escenarios que se puedan adelantar por una nueva educación. Es lo que agitaremos continuamente con nuestras compañeras Clara López y Aida Avella.

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