jueves, marzo 28, 2024
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“Macri ha confirmado que encabeza un típico gobierno de derecha”

Frente a una situación económica, política y social que se agrava, entrevistamos a Claudio Katz de Economistas de Izquierda (EDI), para repasar los primeros pasos del gobierno argentino y sus posibles proyecciones. Es inconsistente la idea de que Francisco I es un vocero contra el capitalismo neoliberal

Claudio Katz
Claudio Katz

Mario Hernández

—Se ha desatado una batalla frontal en contra de los trabajadores, no solamente en el ámbito del Estado, sino también en el ámbito privado, una situación que atraviesa a los 1.800 trabajadores de la empresa constructora de Lázaro Báez en Santa Cruz, los despidos en Cerámica San Lorenzo en Azul, la situación de Cresta Roja. Una serie de situaciones, que al menos desde mi punto de vista, ameritan hablar de una ofensiva contra los asalariados. ¿Cuál es tu visión al respecto?

—Coincido plenamente. En este primer mes Macri ha confirmado que encabeza un típico gobierno de derecha que funciona con ajuste y represión. Se terminó la campaña, los globitos, los llamados a la concordia y cada día nos despertamos con alguna nueva pesadilla. Creo que lo más grave son los despidos, ya suman unos 15.000 empleados públicos, a nivel nacional, provincial y municipal. Ahora es evidente que la devaluación y la inflación de las primeras semanas fue tan solo el preparativo de los despidos.

Estamos escuchando nuevamente los argumentos de los años 90, la absurda idea de que el trabajador estatal es un vago, un parásito, hablan de terminar con los ñoquis pero no hacen una auditoría para saber quién trabaja y quién es acomodado que es la única forma de saberlo. Además, en materia de ñoquis ellos saben mucho porque llenaron la administración de la Ciudad de Buenos Aires con gente del PRO. Pero lo más peligroso, como mencionás, es este mensaje hacia el sector privado, porque lo que está diciendo es que hay luz verde para los despidos en ese sector y por eso Prat Gay dice que cuiden el empleo en las negociaciones paritarias.

Hay una campaña oficial para facilitar despidos porque el gobierno sabe que estratégicamente solo con un desempleo mayor puede lograr una fuerte recomposición de las ganancias y asegurar salarios bajos. Por eso ahora se ve que la finalidad de este gobierno, que muchos denominan de “ceócratas”, incluye especialmente a expertos en despedir, incrementar ritmos de trabajo y perseguir activistas.

No olvidemos que el Día de la Industria Macri les prometió a los capitalistas una política estatal bien antiobrera. Por eso no solo puso gerentes de recursos humanos en todas las oficinas gubernamentales sino que nombró a un ministro de apellido Triaca que es todo un símbolo de lo que se viene. El Ministerio de Trabajo ya no interviene de oficio, como lo hacía antes, hay un despido y no se sabe dónde está el Ministerio.

María Eugenia Vidal anunció esta semana que se dispone a anular las paritarias en las intendencias de la Provincia de Buenos Aires, es un contexto sumamente severo. Y como ya sabemos muy bien, en Argentina cuando hay ofensiva contra los trabajadores el siguiente paso es la represión, siempre van juntos. Por eso ahora podemos ver con claridad que ese debut que tuvo Bullrich con la golpiza en Cresta Roja fue solo el comienzo de la represión, de los gases y palos en La Plata.

Son muchos indicios de lo mismo, recordemos que Macri empezó mandando gendarmes a Jujuy, pero hubo un accidente y no llegaron, pero está preparando un protocolo para arremeter contra los piquetes y se hace la vista gorda a la tendencia fascista de su Intendencia en Mar del Plata que está en actitudes de agresión muy fuerte contra las mujeres y los activistas.

Hay todo un escenario de represión que explica porqué Macri gobierna por decreto. Ahí está la respuesta a lo que causó tanta sorpresa al principio, un hombre que hablaba de la concertación republicana, del diálogo, del consenso, no para de sacar un decreto tras otro, porque despidos y represión necesitan un gobierno autoritario que en sus primeros 100 días muestre poder y, sobre todo, necesita tribunales afines para bloquear cualquier tipo de amparo contra los ajustes que se vienen, porque recién estamos en el principio, todavía faltan los tarifazos que van a ser muy duros, dentro de uno o dos meses.

Entonces, Macri no convoca a sesiones extraordinarias en el Congreso, lo tiene congelado y está gobernando a través de decretos de una manera vergonzosa, lo que este hombre ha hecho con el Afsca y con la Ley de Medios en dos o tres semanas es para indignar a cualquiera, ya no es solamente hipocresía, consenso, etc., sino Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) para devolverle los favores a Clarín.

Por eso intervino de esa forma el Afsca, por eso despidió en forma tan virulenta a sus autoridades. Ahí había un organismo autárquico creado por la Ley de Medios que exigía al Ejecutivo que se banque la convivencia con opositores, había un sistema de un organismo donde el gobierno que asumía tenía que convivir con opiniones diferentes. Toda esta gente que dijo que quería convivir con ideas distintas ahora se maneja a decretazo puro.

El tema de los medios es prioridad y no es casualidad, creo que Macri empieza por ahí porque sabe que todo el plan derechista que tiene en la cabeza necesita una fuerte impunidad y cobertura de los medios de comunicación, necesita invisibilizar las protestas que se vienen y por eso lo primero que hace es sepultar la Ley de Medios y negociar con los grandes grupos privados impunidad y buena onda mediática con el gobierno.

Es aterrador lo que ha ocurrido en cuatro semanas, están limpiando con una velocidad increíble programas críticos y de oposición en la televisión. Estamos volviendo a la televisión estúpida dominada por grupos privados que su programación está en función de la lealtad que tienen a un gobierno, por eso ahora se ve ese cinismo increíble que tuvieron durante la campaña electoral cuando hablaban de la pluralidad de voces, están construyendo un relato oficialista mucho más burdo que el que había antes, con una manipulación de la información mucho más virulenta y, sobre todo, empezar a crear ese clima de tontería de contenidos. Lo que pasó ayer con el despido de Víctor Hugo Morales es un ejemplo de esto.

“Es un gobierno de la clase dominante en forma explícita, burda y descarada”

—Justamente, antes de entrevistarte hicimos la lectura de la declaración conjunta de tres organismos de Derechos Humanos, el Serpaj, la Liga Argentina por los Derechos del Hombre y el Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos, pronunciándose en defensa de la pluralidad de voces y en solidaridad con Víctor Hugo Morales. Claudio, queda claro hacia dónde apunta este gobierno, pero me gustaría que pasaras en limpio quiénes son los beneficiarios de esta política.

—Claramente este es un gobierno de la clase capitalista en forma descarada, porque ahora los que remarcan los precios son ministros, los gerentes que estaban en el sector privado ahora controlan la administración pública. Es el manejo del país por sus propios dueños que se corrobora día a día. Es evidente que hay un plan económico que empezó con una devaluación, con una escalada brutal de precios y que apunta a favorecer a todos los grupos de poder, al agronegocio que es el gran beneficiado con la devaluación y que empieza a recuperar preeminencia, una especie de venganza por la resolución 125 [que aumentaba los impuestos a los terratenientes].

La renta del Estado que se apropiaba parcialmente el gobierno anterior ahora vuelve íntegramente al campo, pero también estamos en pleno negocio de los bancos, la intermediación en los créditos que les dan enormes beneficios y también la burguesía industrial exportadora que tuvo reducción de retenciones, eliminación de regulaciones y ahora faltan los contratistas de los servicios públicos que se van a ver beneficiados con el retiro de los subsidios y el aumento de las tarifas.

Te digo una cosa, es un gobierno de la clase dominante en forma explícita, burda y descarada; pero también es un gobierno que tiene la particularidad de la típica ineficiencia de cualquier gobierno corriente de la Argentina. Estaba pensando en lo que estuvimos viendo todos en estas últimas semanas y que no tiene que ver con la economía, sino con la fuga de los presos del penal de Alvear; es el debut de Macri y parece un chiste. Siguieron pistas falsas, los presos estuvieron dando vueltas por todos lados, después anuncian que capturaron a tres y tienen a uno solo y al que agarraron lo hicieron porque despistó en un bache. Al final había centenares de efectivos buscando a tres tipos desahuciados, sedientos y descalzos que los terminaron encontrando los propios vecinos.

Es evidente el descontrol que tiene el gobierno sobre los servicios de seguridad, la policía, la gendarmería y los servicios de inteligencia. Era como para hacer un show de burlas por el papelón que estaban haciendo Bullrich, Vidal y Macri, para reírse sin parar, sin embargo, en los medios hubo una sobriedad que acompaña al gobierno.

Hay un dato que me parece interesante, que ha demostrado esta fuga, y es que Macri continúa lo peor de lo anterior, porque recordemos que ellos acusan que lo ocurrido es por “la herencia”, pero mantienen el mismo aparato de seguridad, con la misma gente de Casal y de Granados, declaran emergencia de seguridad para emitir partidas [de dinero] y hacer negocios con los mafiosos.

En estos días hemos visto cómo operan las organizaciones criminales dentro del Estado, nos hemos enterado que a la cabeza del Servicio Penitenciario hay gente que compra y vende la fuga de presos, que hay 2.500 presos que se fugaron y nadie busca. Lo más ilustrativo es que también hemos visto ese entretejido de barras bravas, narcos, funcionarios, que esta gente quiere presentar solo como un problema de Aníbal Fernández y en realidad es un problema de Ritondo, de Macri, de todo el grupo de poder, del PRO, del justicialismo, de los radicales que forman parte de ese entretejido de mafias y gobiernos.

¡Ojo! porque Macri dijo que su prioridad era luchar contra el narcotráfico y hay que temer las consecuencias de eso porque no es que prepara una depuración de corruptos dentro del Estado o que va a auscultar lo que pasa en los bancos o mirar de dónde viene el dinero con los que se construyen edificios en Puerto Madero, ¡no!, él está coqueteando con la militarización que propuso Sergio Massa. Fijate en México a qué conduce la militarización de la denominada guerra contra el narcotráfico, a decenas de miles de asesinatos. Entonces, hay que tener mucho cuidado, porque hay una parte para reírse y otra para temer.

—En uno de tus últimos artículos, “Alternativas frente a la derecha inteligente”, señalás que este es un gobierno que tiene poco sustento para implementar el ajuste, me gustaría que explicaras esa afirmación.

—Hay una contradicción. Este gobierno llegó muy justo, ganó por 2,5 puntos, y lo hizo con una serie de promesas, de mejorar lo que estaba antes, de diálogo, del consenso, de que nada iba a ser doloroso, en un contexto en el que la población argentina de ninguna manera está dominada por un clima derechista. Ganó la derecha en un país donde todavía domina el clima centroizquierdista o progresista anterior. Entonces, Macri construyó a las apuradas una alianza política y estamos viendo sus primeros pasos, los primeros cien días, en marzo va a tener que empezar a gobernar con otras alianzas políticas y si Macri no las construye y logra armar un tejido más sólido, va a tener serios problemas. Macri no es el peronismo.

Por esa razón es que se apura tanto en estrechar vínculos con Massa y por eso lo va a subir al avión y se lo va a llevar a Davos, por eso está acelerando tanto las negociaciones para romper al Partido Justicialista y para absorber parte del FPV y construir una especie de modelo mexicano de coalición parlamentaria que sostenga al gobierno. De alguna manera, la forma en la cual el gobernó en la Legislatura de Buenos Aires, mediante acuerdos con otros sectores, inclusive con el kirchnerismo. Es lo que está sucediendo ahora cuando están por votar el presupuesto bonaerense, porque necesita una solidez de alianzas mucho mayores que la del propio PRO para sostener el plan de ajuste una vez que empiecen las resistencias populares.

Este es el problema, Macri se dispone a lanzar una ofensiva constante y permanente sobre un pueblo que se caracteriza por fuertes resistencias y Macri lo sabe, por lo tanto, si no construye un fuerte poder político, va a ser muy difícil doblegar una resistencia popular. Aquí es donde me parece que tenemos que ver por lo menos con interés, los indicios de resistencia que aparecieron en las primeras semanas de enero [en plenas vacaciones argentinas].

Tuvimos una importante marcha contra el ajuste y la represión convocada por la izquierda, después hubo un paro de estatales con una movilización masiva exigiendo un bono de fin de año, otra movilización de repudio a la represión ocurrida en La Plata, los primeros cacerolazos en repudio de los cortes de luz, muchas plazas espontáneas vía redes sociales en rechazo a la anulación de la Ley de Medios; hay que ver con atención lo que ocurre porque quizás este año la resistencia popular se anticipa a la negociación de las paritarias docentes. El escenario está abierto y vamos a ver cómo se desenvuelve esta batalla social que es la que define qué es lo que va a ocurrir con la ofensiva de Macri y sus intenciones reaccionarias.

—Estamos analizando el gobierno de Macri, pero también se produjo un hecho importante en Venezuela, la derrota del chavismo en las elecciones legislativas. ¿Eso nos estaría indicando un escenario de restauración conservadora y fin del ciclo progresista en América Latina?

—Lo que no cabe duda es que el 2015 concluyó con una fuerte ofensiva derechista en América Latina, Macri presidente, la oposición conquistó la mayoría en el Parlamento de Venezuela, persiste la presión en Brasil contra Dilma, hay indicios de restauración conservadora en Ecuador, está por verse lo que ocurrirá con un posible nuevo mandato de Evo. El año no terminó de la mejor forma y lo importante es que EEUU ha tomado la iniciativa con fuerza, tiene el objetivo de derrocar a Maduro y demoler el chavismo. Washington puede reconocer a Cuba, puede discutir con presidentes adversos, pero ellos quieren recuperar el petróleo venezolano, por eso hay una agresión permanente, una política de baja del precio del crudo.

Recordemos lo que ha hecho EEUU en Medio Oriente, destrozando países, aniquilando estados, a Irak, a Libia, para ellos el petróleo no es chiste, entonces están lanzados a una guerra económica con desabastecimiento, provocaciones desde Colombia, conflictos en Guyana, y los medios hegemónicos día y noche hablando y martillando sobre la “tragedia de Venezuela”.

Hay miles de muertos en México pero nadie habla, hay un default en Puerto Rico, pero nadie habla, hay una crisis de corrupción y cae el presidente de Guatemala y tampoco, hay criminalización de la protesta antiminera en Perú, nadie habla, solo se habla de Venezuela. Quieren tumbar ese gobierno y esta vez tienen fuerza, a diferencia de lo que pasaba hasta mitad del año pasado, donde fracasaban una y otra vez, donde el chavismo y Maduro pudieron no solo frenar las guarimbas sino poner preso al líder, a este criminal que es López, individuo tan elogiado por Macri, el responsable de decenas de asesinatos.

Ahora la derecha ha conquistado la mayoría parlamentaria, va a preparar un revocatorio, va a buscar un golpe institucional y de nuevo Macri pasa a ser un personaje importante. Es el articulador internacional del golpe contra Venezuela, EEUU actúa por detrás, pero Macri apenas asumió se fue al Mercosur y empezó a negociar la aplicación de sanciones a Venezuela por violación de los Derechos Humanos. El hombre que criminaliza la protesta social en Argentina está muy preocupado por las libertades democráticas en Venezuela y, en realidad, Macri trabaja con el fascista López y el derechista Capriles, es el que orquesta un poco de guarimba y un poco de presión para desgastar a Maduro.

Macri quiere convertirse en el líder de la derecha latinoamericana, después de haber ganado las elecciones acá, quiere formar un bloque reaccionario a escala de todo el continente para implementar los golpes institucionales como en Paraguay y Honduras, socavando a los gobiernos que le resulten poco simpáticos al imperialismo. Es un hombre de EEUU, se va a reunir con Obama y no le va a hablar de Guantánamo, ni de la larga lista de presos políticos que están confinados en las cárceles de EEUU, él va a hablar de Venezuela y va a buscar presionar a Brasil y, sobre todo, a Uruguay para que se sumen a la ofensiva contra Venezuela. Yo creo que la denuncia, la crítica y la solidaridad con el proceso bolivariano es una prioridad nuestra.

Es inconsistente la idea de que Francisco es un vocero contra el capitalismo neoliberal

—¿Hugo Chávez o papa Francisco?

—Bueno, es un problema, porque a mi modo de ver lo que ha ocurrido en el último período es que falleció Chávez y mucha gente en la izquierda empezó a decir que es necesario un líder sustituto, un referente sustituto en nuestra batalla contra el neoliberalismo capitalista. A algunos se les ha ocurrido que Francisco I puede cumplir ese papel. Yo quiero separar esta discusión porque aquí lo que está en discusión no es si es conveniente o no la mediación geopolítica del papa Francisco I para todas las negociaciones que necesitan los pueblos latinoamericanos cuando hay que hacer intermediaciones con los enemigos.

Si uno tiene el primer papa latinoamericano y tiene que negociar cómo se rompe el bloqueo de Cuba, cómo se contrarresta el sabotaje de las negociaciones de paz en Colombia, cómo se intercede frente a las bandas de derechistas criminales que están en todo el continente, sería insensato desperdiciar el puente que puede aportar Francisco I en las tratativas en estos terrenos. Pero una cosa es la mediación geopolítica que puede significar Francisco I en estos conflictos y otra es suponer que debe ser el hombre referente para la izquierda latinoamericana, creo que ese es un error enorme porque no se percibe hasta qué punto es inconsistente la idea de que Francisco I es un vocero contra el capitalismo neoliberal.

En primer lugar, porque dirige el Vaticano que es una estructura fastuosa sostenida por oscuras operaciones bancarias, que hace un manejo obsceno de las riquezas alimentadas por los fiscos de varios países, entonces hay un divorcio típico de la historia eclesiástica entre prédica y realidad. Cuando Francisco I habla del capitalismo neoliberal, debería empezar por casa, por limpiar en serio lo que ocurre en el Vaticano.

Además, hay una fuerte ingenuidad con la Doctrina Social de la Iglesia, que siempre apuntó a un modelo de capitalismo con alta injerencia del Estado para alentar la compasión de los poderosos y garantizar la sumisión de los desposeídos. Fue una ideología construida contra el marxismo para contrapesar la enorme influencia que tuvieron las ideas socialistas durante el siglo XX.

Ahora Francisco I retoma eso para intentar recuperar adhesión, porque el catolicismo pierde fuerzas a manos de credos rivales y cuenta, por supuesto, con el beneplácito de los medios de comunicación que enaltecen su figura tratando de ocultar su pasado reaccionario.

Y nosotros tenemos que recordar la hostilidad que Bergoglio mantiene hacia la Teología de la Liberación, cómo rechaza la diversidad sexual, los derechos de las mujeres, cómo evita una penalización real de la pedofilia, cómo ha encubierto obispos en Chile impugnados por las comunidades, cómo canonizó en California misioneros que esclavizaron a los indígenas, cómo mantiene un pasado bastante cuestionado bajo la dictadura, cómo encubre las agresiones contra el laicismo en la educación pública de varias provincias argentinas. Entonces a mí me parece que es importante hablar de este tema y recordar que el Vaticano recluta fieles y no protagonistas de la lucha, no fomenta la resistencia de los oprimidos, disuade la acción de los pueblos.

Los que somos socialistas y marxistas tenemos que defender nuestra tradición, nuestras ideas y nuestro legado, tenerlo claro y explicarlo con claridad, que la lucha es por el socialismo, por una sociedad sin clases, por organizar un futuro de plena emancipación, igualdad y democracia. Lo importante que tuvo Chávez es que actualizó y recuperó estas ideas, las volvió a poner en agenda y esas son las ideas que tenemos que apuntalar y por las que tenemos que luchar.

La Haine

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