La economía del vecino país experimenta un proceso sostenido de recuperación y crecimiento, que no responde a eventos aislados, sino que se consolida en el tiempo como resultado de una acumulación de esfuerzos, adaptaciones y transformaciones internas
Redacción Internacional
La economía más dinámica del continente latinoamericano en estos momentos es la de Venezuela. Así lo ha previsto la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, Cepal. Según esta, en sus últimas proyecciones, anticipa un crecimiento económico para el país bolivariano, entre 2024 y 2025, superior al promedio del resto de países de la región.
Una vez concluya el análisis de cifras de crecimiento, se estima que el Producto Interno Bruto (PIB) de Venezuela bordeará el 6,2 por ciento. Un crecimiento estimado en cifras parecidas para el presente año está siendo revisado por la Cepal, no solo para Venezuela sino para toda la región, debido a factores como la desaceleración del comercio global y a la mayor incertidumbre económica provocada por las políticas arancelarias de Trump en Estados Unidos.
La Cepal informó que Venezuela encabeza el crecimiento económico en la región latinoamericana, al registrar un aumento del Producto Interno Bruto del 6,2 por ciento durante el año 2024. En contraste, en la década comprendida entre 2015 y 2024, el crecimiento promedio anual latinoamericano ha sido del uno por ciento, lo que implica un estancamiento del PIB per cápita.
No es un evento aislado
Las previsiones de crecimiento regional para 2024 y 2025 fueron fijadas por el organismo en 3,2 por ciento, superiores al promedio de la década, pero que reflejan la persistencia de un bajo crecimiento. Según la Cepal, se considera “una trayectoria de bajo crecimiento que ha redundado en una menor contribución de la región al PIB mundial en el mediano plazo”.
Ese proceso sostenido de recuperación y crecimiento de la economía venezolana, que no es solo del último año, no responde a eventos aislados, sino que se mantiene en el tiempo como resultado de una acumulación de esfuerzos, adaptaciones y transformaciones internas, han dicho representantes de las autoridades del país suramericano.
Salto digital
Estos avances económicos se dan a pesar de un entorno signado por medidas coercitivas unilaterales y restricciones comerciales por parte de Estados Unidos, que incluso ha llegado a amenazar ¡a cualquier país del mundo que compre petróleo a Venezuela! A esto se suman nuevos aranceles y sanciones económicas adicionales que buscan descarrillar por la fuerza las dinámicas de resistencia que han impulsado el aparato productivo nacional y estimulado las inversiones internacionales.
Hace pocos meses, en la Expo Fedeindustria 2024, la vicepresidenta y ministra de Hidrocarburos, Delcy Rodríguez, dijo, al comentar el crecimiento económico del país, que “no se trata de improvisaciones sino de un plan elaborado con creatividad para sobreponerse a los efectos del bloqueo criminal”.
La industria farmacéutica creció un 11,71 por ciento el año pasado. Las inversiones extranjeras presentan una tendencia al alza, especialmente más dinámicas en sectores como telefonía, agroindustria, elaboración de plástico y el comercio electrónico, que da un salto digital con el regreso de las tarjetas de crédito.