Nelson Lombana Silva
Don Luis Eduardo Gómez Romero, padre de familia de nueve hijos, dos de ellos menores de edad, y de 60 años, se ha visto precisado a encadenarse en la oficina de la EPS Salud Total de la carrera quinta entre calles 22 y 23 de la ciudad de Ibagué (Tolima), con el fin de protestar y exigir que los medicamentos le sean entregados oportunamente y de acuerdo a la prescripción médica.
Este tolimense hace parte de los miles, miles y miles de colombianos y colombianas que sufren a diario los efectos devastadores de la privatización de la salud con la ley 100 de 1993, gracias al hoy ex presidente Álvaro Uribe Vélez siendo entonces senador de la república.
El drama que relata don Luis Eduardo es el drama de todos los días que se presenta en Ibagué y en todas las ciudades y pueblos del país. Es la nota predominante en todas las EPS. Quizá la única es la que utiliza el presidente Santos y su séquito. Esta brilla por su eficacia y para la muestra un botón: le diagnosticó cáncer al presidente por la mañana y ya por la tarde lo estaban metiendo al quirófano. Una de esos quilates es que reclama con urgencia don Luis Eduardo Gómez Romero.
Hoy comenzó la protesta encadenándose en esta oficina, anuncia que permanecerá allí hasta que haya un compromiso serio con la presencia del personero municipal y el defensor regional del pueblo. Pide la solidaridad de todos los tolimenses y los convoca a romper con la resignación y sumisión.
VOZ La verdad del pueblo y las páginas web: www.pacocol.org y www.semanariovoz.com dialogaron con don Luis Eduardo, quien hace descarnado y dramático relato explicando las razones que lo llevaron a desarrollar esta protesta. La entrevista es la siguiente:
—Compañero Luis Eduardo Gómez Romero: Usted está encadenado a esta sede de la EPS salud Total de la carrera quinta entre calles 22 y 23 de la ciudad de Ibagué (Tolima). ¿Por qué?
—Gracias por su visita, gracias por venir a ver qué es lo que pasa y por qué estoy acá encadenado. Estoy encadenado por lo siguiente: porque Salud Total me ha incumplido con los medicamentos que tengo formulados por 16 especialistas que me están tratando. Comenzó mi tragedia con un daño que me hizo un médico que le trabaja a Salud Total.
—¿Qué actividades ha desarrollado para que le corrijan el daño que el médico le hizo?
—A mí me está remitiendo a Bogotá, me hicieron tres cirugías de corrección, me están viendo el urólogo, el fisiatra, endocrinólogo, porque sufro de miles y miles de males y de complicaciones por ese daño que me hicieron.
—¿Quién es don Luis Eduardo Gómez Romero?
—Tengo 60 años de edad. Soy casado y separado, tengo nueve hijos, dos menores de edad, a los cuales muy poco les he podido ofrecer por mi terrible enfermedad e incapacidad.
—¿Cuánto tiempo hace que viene luchando para que Salud Total cumpla con sus obligaciones?
—Hace tres años vengo luchando. Me ha tocado entutelar, he presentado diversos derechos de peticiones. Tengo una salud integral, en la cual ni la juez, ni Salud Total me han cumplido. Tengo un desacato de tutela que lo pasé hace seis meses, pero la doctora del juzgado séptimo civil municipal no ha acatado darme una respuesta.
Entonces, pido a las personas que de pronto las corrijan a ellas y les digan por qué está pasando esto, para que por favor aunque sea un disciplinario al menos le imponga. Aunque sea que le llamen la atención a Salud Total.
—¿Cómo analiza usted la forma como las distintas EPS vienen administrando la salud en Colombia?
—La verdad que es una calamidad. No sé cómo expresarme en este momento para calificar la forma miserable como se viene administrando la salud en Colombia. Sufre uno que se atreve a exigir sus derechos y le maman gallo, qué será con las personas sumisas que no reclaman nada.
—¿Qué EPS necesitaría los colombianos?
—Los colombianos necesitamos la EPS que por la mañana le diagnosticó cáncer al presidente de la república y por la tarde ya lo estaban operando. Sería magnífico contar con EPS de estas calidades. Pero, ahora hasta lo de pensiones se la robaron. Yo estoy calificado por un 66% de incapacidad y hasta la presente no se ha manifestado con nada. La única promesa es que venga después. Pero como estamos hablando es de la salud, pues, sigamos hablando de la salud.
—¿Qué espera usted con esta protesta de encadenarse en esta oficina de Salud Total?
—Yo espero que con esta protesta me cumplan, me den los medicamentos, porque tengo el derecho como colombiano que soy tengo derecho a la salud y a la vida.
—¿Cuánto va a durar en esta protesta?
—Hasta que se presenten el personero municipal de Ibagué y el defensor regional del pueblo para sentarnos a negociar con los dueños de Salud Total, porque Salud Total dice que ya me tienen los medicamentos, pero porque me encadené, porque estoy haciendo esta protesta. ¿Quién me garantiza que el mes entrante me los dé?
Me pasó algo insólito. El pasado lunes vine haber si me daban unos medicamentos y las cinco estaba yo en la clínica Los Nogales y me dijeron enfáticamente: No le podemos entregar esos medicamentos. Me vine para la calle 23 con carreta quinta a alegar, a preguntar por qué no me entregaban los medicamentos. Me dijeron: Vaya a reclamar otros. Me fui. Tampoco me lo entregaron en Medicádiz. Me vine nuevamente para este sitio. Me dijeron: Entonces deje los papeles que nosotros le reclamamos eso y mañana martes venga por ellos. El martes estuve puntual y me dijeron: Su fórmula se desapareció misteriosamente. No se sabe qué se hizo.
¿A quién me le dirijo yo: Al presidente de la república o a la ley que no hacen nada? Por eso estoy haciendo esto de encadenarme. Es una protesta a la que me veo precisado para intentar salvar mi integridad física, mi salud, mi familia y por todos los que pertenecen a las EPS en Colombia.
—¿Qué llamado le hace usted al pueblo tolimense e ibaguereño desde este encadenamiento?
—Un llamado a la solidaridad, a asumir una posición crítica y rebelde ante las injusticias que viene cometiendo el gobierno con la salud en Colombia. No más resignación y sumisión. Esta mañana le dije a los medios de comunicación que vinieron a entrevistarme. Repito: Le pido a todos los tolimenses que sean solidarios conmigo. Solo un minutico para que me acompañen es suficiente para mí.
