Delegaciones de Payandé, Roncesvalles, Cajamarca y Piedras, entre otros municipios, se hicieron presentes en la VI Marcha Carnaval, y aunque fueron más los que estaban a favor de la movilización, algunos hicieron visibles ‘lunares negros’ que opacaron la jornada.
Claudia Restrepo
La tarde de ayer en Ibagué fue diferente, miles y miles de tolimenses se unieron para decir a una voz que no querían más proyectos mineros en la región y que siguen en la lucha por la protección de agua.
La movilización la encabezaron habitantes de varios municipios y regiones donde se pretende adelantar proyectos con multinacionales.
Una de las delegaciones que más cautivó fue la de Payandé. Más de cien personas expresaron su inconformismo con Cemex y, según ellos, con la contaminación que esta empresa les ha dejado.
Éver Meneses Guarnizo contó que marcharon con el propósito de hacer visible la mala experiencia de Payandé, para que en ninguna otra población del Tolima se repita esta experiencia.
“Somos un ejemplo, porque estamos viendo la destrucción de nuestros recursos hídricos, aún más cuando el Estado ha hecho caso omiso y sentimos que no existimos para nadie”, dijo.
Indicó que lo que quieren hacer, más que un llamado, es un “grito de angustia” para que así como se han solidarizado por Cajamarca y Piedras, lo hagan por este corregimiento de San Luis.
Luz Miriam Mora, otra de las mujeres que decidió marchar a favor de Payandé, dijo que este pueblo, con los años, tiende a desaparecer.
“La minería lo que nos dejó fue pobreza, desplazamiento, desempleo, casas deterioradas, falta de agua y enfermedades, porque conozco familiares que han muerto de cáncer pulmonar y problemas respiratorios”.
“Yo lo que les digo a los cajamarcunos y piedrunos es que no den marcha atrás, porque en este momento el Gobierno hace valer más el Código Minero que la Constitución política”, afirmó la mujer.
Piedras, Cajamarca y ‘Ronces’, también presentes
Pero no fueron los únicos. Reinaldo Troncoso, nacido en Piedras pero quien vive en Bogotá, también estuvo en la movilización y señaló que se unió porque el municipio sigue firme para que allí no se instale Anglogold Ashanti.
“Aunque ya salieron del municipio legalmente, seguiremos en la lucha de decir no, porque ellos (AGA) aún insisten”, afirmó Troncoso.
De Roncesvalles un grupo de ciudadanos con cánticos y pancartas también dijo no a los proyectos de hidroeléctricas que se pretenden construir.
“Ni el Gobierno ni estas empresas nos han tenido en cuenta para saber la posición nuestra. Vinimos porque queremos sensibilizar a las personas de la situación que también vivimos, porque solo nos van a dejar pobreza”, comentó Darío Meneses.
Olga Castro, de Cajamarca, una de las delegaciones más grandes, dijo que la despensa agrícola del Tolima se une porque La Colosa es el daño más grande que le pueden hacer a la producción de este municipio.
“La minería no es la solución del desarrollo, tenemos que mirar el sector agropecuario, porque genera mucho más empleo”, comentó la mujer.
Agregó que en Cajamarca el daño es evidente con tan solo mirar la montaña donde está ubicado el proyecto, además de muchos nacimientos de agua que se han ido secando.
Los lunares negros
Pero no todo fue color rosa y, aunque no se puede decir que hubo disturbios, la presencia de algunos jóvenes (pocos) consumiendo drogas, cerveza y hasta aguardiente, empañó por algunos minutos la jornada.
Incluso, en el colegio San Simón, personas que iban en el grupo de los hinchas del Deportes Tolima trataron de romper la puerta de la institución, ya que algunos estudiantes querían salir para participar de la marcha.
Esta situación originó que los guardias indígenas, que en esta ocasión se encargaron de la seguridad, los detuvieran por algunos minutos. Algunas personas que estaban marchando, pero que no iban con este grupo se sintieron intimidadas y hasta asustadas, y rechazaron la situación.
“Se suponía que en esta ocasión las agresiones y el consumo de sustancias no se iba a presentar, pero sí hemos visto y no se puede permitir, ya que es una marcha a favor del medio ambiente”, aseguró Claudia Martínez.
Señalaron algunos que es de reconocer que en esta oportunidad, a diferencia de las anteriores marchas, hubo más logística y la seguridad fue de aplaudir, pero recalcan que los malos comportamientos de algunos se deben repudiar.