Los científicos deben dar las orientaciones necesarias para evitar o disminuir las consecuencias negativas del fenómeno climático
José Ramón Llanos H.
Solo quienes creen más en las religiones que en la ciencia no aceptan la dinámica del cambio climático. Sus efectos no se manifiestan de la misma manera, ni producen las mismas consecuencias en todas las regiones. El año pasado fue el más caluroso en Europa debido a las olas calientes en el sureste.
Celeste Saulo comentó que el continente “está experimentando graves impactos debido a fenómenos meteorológicos extremos, consecuencia del cambio climático”. Añadió que “Cada fracción adicional de grado de aumento tiene su impacto ya que acentúa los riesgos para nuestras vidas, nuestras economías y el planeta”.
Los organismos y los científicos que estudian la dinámica del clima advierten que las temperaturas en Europa se están incrementando a un ritmo que es más del doble de la media mundial. Esta advertencia está contenida en el Informe sobre el Estado del Clima presentado por el servicio climático Copernicus y la Organización Mundial Meteorológica, OMM. El documento destaca que esta tendencia se consolidó en el 2024, que ha sido el año de más altas temperaturas en el continente desde que se registran estos datos.
El aumento de temperatura media ha sido de 0,5 grados por década, en tanto que, en el resto del mundo, ha sido solamente de 0,2 grados centígrados, según comentó Samantha Burguess, funcionaria responsable de la estrategia del clima del Centro Europeo de Previsiones Meteorológicas a Plazo Medio, Cepmpm.
¿Cuáles son las razones de este calentamiento?
Como ya se sabe, las temperaturas suben fundamentalmente por las emisiones de gases, por la quema de combustibles fósiles ─carbón, petróleo, y el gas usado en el transporte o la producción de energía. Infortunadamente, Europa es de todos los continentes donde el calentamiento global avanza con mayor rapidez. ¿Cuál es la razón?
Los científicos han identificado tres razones esenciales. En primer lugar, una parte del continente está afectado por el círculo polar Ártico, lugar del planeta que se calienta con más rapidez. Y como los polos son las zonas que más se calientan en el planeta lógicamente la media de temperatura en Europa es la más alta.
En segundo lugar, influyen sobre esta media los cambios de circulación atmosférica, que condicionan las entradas de olas de calor más frecuentes en verano. Finalmente, la circulación oceánica trae aguas más cálidas a las costas europeas y eso determina que estas sean más calientes que las de otros océanos.
El calentamiento del mar
El hecho real es que la temperatura en Europa se ha elevado 0,5 grados centígrados por décadas entre 1979 y 2024. Sin embargo, en los últimos diez años, del 2014 y el 2024, el aumento promedio ha sido de 0,53, según explicó Burguess.
El más reciente informe de estos expertos llama la atención sobre el hecho de que un calentamiento global de 1,5 grados centígrados podría provocar 30.000 muertes adicionales al año, por calor extremo y que el sudeste de esta región es el que podría registrar la cifra más altas y de más alto calentamiento.
Las aguas del mar presentaron la más elevada temperatura observada hasta ahora, un 0,7 grados centígrados por encima de la media, pero el Mar Mediterráneo tuvo un aumento de temperatura de 1,2 grados centígrados.
Los glaciales están decreciendo
En toda Europa hubo pérdida de superficies heladas, los glaciales de Escandinavia y Svalbard, norte de Noruega, presentaron las más elevadas pérdidas de masas heladas. Varios glaciales de los Alpes en Francia y Suiza perdieron entre el 83% y el 93% de su masa desde los años 70 del siglo pasado, hasta el año 2015.
En los últimos diez años, los glaciales y los Alpes han seguido perdiendo masa helada. El año pasado hubo una pérdida excepcional del espesor del hielo, sin embargo, no tan extrema como la pérdida récord de los años 2022 y 2023.
No obstante, las duras consecuencias del cambio climático en los últimos 25 años, los científicos identificaron que el viejo continente en su conjunto no ha construido planes y estrategias para disminuir los efectos negativos del cambio climático. Por eso, el año pasado las tormentas e inundaciones causaron 335.035 muertes y 413.000 personas fueron afectada por algunos fenómenos relacionados con el cambio climático.
Europa fue afectada por densas lluvias que causaron inundaciones desbastadoras. El 30% de la red fluvial del continente superó el umbral de inundación a lo largo del año y el 12% fue afectada de inundaciones graves hasta el punto que afectaron a 413.000 habitantes y murieron 335.230 de ellos en España. Estos efectos negativos son consecuencia de que solo el 50% de las ciudades europeas tiene planes para neutralizar los efectos del cambio climático. El 49% de ellas no tienen ningún plan preventivo para neutralizar los efectos del cambio climático.
La OMM en su informe anual llamó la atención sobre esta carencia, que tipificó como alarmante, sin embargo, Adrew Ferrone, subdirector de clima del Ministerio de Medio Ambiente de Luxemburgo, dijo que hay que contextualizar esas creencias.
Se calcula que el año pasado los fenómenos climáticos produjeron perjuicios calculados en 18.000 millones de euros, la mayor parte de ellos por las inundaciones. Algunas ciudades se destacan por sus planes preventivos entre ellas Kiev, Glasgow, Milán y París que tiene sistemas de alerta temprano completos.
Celeste Saulo afirmó que una alerta temprana exige “un buen sistema de supervisión y pronóstico, pero también se requiere comprensión, comunicación, respuesta y preparación ante los riesgos”.