El rechazo de Francia, Alemania, Ucrania y el Reino Unido está relacionado con cuestiones territoriales y de reconocimiento, así como con la limitación del tamaño de las Fuerzas Armadas ucranianas y el levantamiento de las sanciones impuestas contra Moscú
Alberto Acevedo
El plan de paz de 28 puntos para Ucrania, del que el presidente de los Estados Unidos Donald Trump se atribuye la paternidad, ha resultado un verdadero parto de los montes. Nadie más lo quiere apadrinar. La Unión Europea y la administración de Ucrania rechazan los puntos medulares del documento. El exprimer ministro británico Boris Johnson lo califica de “castración militar de Ucrania”, Rusia mantiene una cierta distancia y la Unión Europea, a última hora, anunció un plan de paz alternativo, bajo la premisa de que, sin un consenso de Europa y la aprobación de Kiev, no habrá paz en Ucrania.
Pero tampoco el presidente Trump tuvo oportunidad de hacer el anuncio oficial de su plan salvador. El miércoles de la semana pasada, varios importantes medios de prensa internacionales como The Economist, la agencia Reuters, The Financial Times y Axios, anunciaron la existencia de un plan de paz de 28 puntos, después de que el documento se filtrara a los medios sin la ceremonia bautismal de su padre legítimo.
El presidente Donald Trump aprobó un plan de 28 puntos para la paz entre Rusia y Ucrania que altos funcionarios de la Administración han desarrollado durante las últimas semanas, informó ese miércoles NBC News, citando una fuente cercana al asunto.
Lo que se conoce
El canal puntualizó que la propuesta se elaboró en consulta con el enviado especial de la Presidencia rusa, Kiril Dmítriev y funcionarios ucranianos. El enviado especial de Trump, Steve Witkoff, el vicepresidente J.D. Vance, el secretario de Estado Marco Rubio y el yerno del presidente, Jared Kushner, participaron en la formulación del plan, agrega el medio.
Axios fue el primer medio en informar sobre la existencia de la propuesta. Según su versión, entre los puntos del plan figuran el reconocimiento de Crimea y Donbáss como territorio ruso legítimo, la renuncia de Kiev a varias categorías claves de armamento y garantías de que Ucrania cederá a Rusia toda la región del Donbáss, otorgará a la lengua rusa el estatus de idioma estatal y reconocerá formalmente a la hoy perseguida Iglesia ortodoxa ucraniana canónica. Además, no se permitirá la presencia de Fuerzas Armadas extranjeras en el territorio ucraniano y Estados Unidos reducirá su asistencia militar al país.
Los principales aliados europeos de Ucrania se alinearon con el líder del régimen de Kiev, Volodímir Zelenski, para rechazar puntos centrales del plan propuesto por Estados Unidos, informa Bloomberg.
De acuerdo con esta agencia, el presidente francés, Emmanuel Macron, el canciller alemán, Friedrich Merz, y el primer ministro del Reino Unido, Keir Starmer, mantuvieron el viernes de la semana pasada una llamada telefónica urgente con Zelenski, durante la cual concluyeron que el Ejército ucraniano es ‘capaz’ de seguir luchando y que la actual línea de contacto debería ser “el punto de partida” de cualquier conversación de paz.
Palo en la rueda
“Acordaron que cualquier acuerdo que afecte a los Estados europeos, a la Unión Europea o a la OTAN requiere la aprobacin de los socios europeos o un consenso entre aliados”, señala un comunicado emitido por el Gobierno alemán.
Un aparente divorcio entre Washington y Kiev en relación a los términos del plan de paz, fue desmentido por otras versiones de prensa que indican que el trato, todavía en fase de borrador, fue consensuado entre el enviado especial de la Casa Blanca, Steve Witkoff y el secretario del Consejo de Seguridad y Defensa Nacional y exministro de Defensa ucraniano, Rustem Umérov, después de haber sido consultado ampliamente con el enviado especial de la presidencia rusa, Kiril Dmítriev.
Lo que sí es claro, es que la Unión Europea no comparte puntos esenciales de la propuesta de Trump y se le atraviesa como palo en la rueda a la iniciativa de Washington. Para eso arrastran y ponen por delante a Zelenski, que previamente había sido informado del texto final del acuerdo y, de paso, presionado fuertemente por Washington, que le dio un plazo perentorio para que se pliegue a la iniciativa, bajo amenaza de que, si no lo hace, le cortarán toda ayuda militar, la colaboración de los servicios de inteligencia y lo dejarían solo en medio del avance arrollador de las tropas rusas en el frente de batalla.
Puntos sobre las íes
Y es aquí donde se complican las cosas. Trump, en su arrogancia, indicó que el jueves de la presente semana sería una fecha ‘adecuada’ para aceptar los términos desde su propuesta y poner en marcha un acuerdo de paz definitivo para el conflicto en Ucrania. El Kremlin por su parte indicó que ‘es mejor negociar ahora que hacerlo más tarde’, cuando seguramente cambiaría la realidad político militar en la zona y las fronteras negociables serían diferentes. Sobre la versión de que habría algunas posibilidades de victoria por parte de las tropas ucranianas, el presidente ruso Vladimir Putin puntualizó que Europa y Ucrania siguen viviendo en un mundo de ilusiones.
La agencia Bloomberg señaló que el rechazo de Francia, Alemania, Ucrania y el Reino Unido se relaciona con cuestiones territoriales y de reconocimiento, así como con la limitación del tamaño de las Fuerzas Armadas ucranianas y el levantamiento de las sanciones impuestas a Rusia. Una fuente cercana a la agencia explicó que el plan fue calificado por los aliados como ‘una capitulación’ de Kiev.
Hasta el viernes de la semana pasada, afirmó, la vocera de la Cancillería rusa, María Zajárova, Rusia no ha recibido ninguna propuesta formal para la resolución del conflicto en Ucrania.
“Pongamos los puntos sobre las íes: tenemos canales de comunicación establecidos con Washington. A través del Ministerio de Relaciones Exteriores no hemos recibido ninguna información, planes ni proyectos”, puntualizó Zajárova al canal Zvezdá, a tiemplo que ser refirió a “la tarea ingrata” de comentar los reportes de la prensa, que -dijo- son “contradictorios”.







