Aumentan salario en $1.100 diarios. La situación de los profesores colombianos se agrava al punto que discuten la posibilidad de un cese nacional de actividades
Juan Carlos Hurtado F.
Los 320 mil docentes del magisterio colombiano salieron a las calles de las ciudades capitales para protestar, principalmente por el pírrico aumento salarial que les hicieron, luego de una negociación entre el gobierno y sindicatos estatales.
A la capital del país arribaron docentes de Boyacá, Tolima y Cundinamarca, quienes con los capitalinos caminaron desde la carrera 30 con calle 26 hasta la sede del Ministerio de Educación, donde realizaron un acto político y cultural.
Con pancartas, globos y banderas, el pasado 13 de febrero, los profesores arengaron exigiendo salud, salario y garantías para los ascensos en el escalafón.
Pidieron un aumento salarial superior al que ya el gobierno les dio, de 2,94 por ciento equivalente a 33 mil pesos mensuales, “que son una afrenta contra el magisterio colombiano, un golpe a la economía familiar, a lo que hemos venido planteando sobre la necesidad de tener un salario digno, justo y profesional”, explicó William Agudelo, presidente de la Asociación Distrital de Educadores de Bogotá, ADE.
Aunque el problema de salud no es solo de los educadores sino de todos los colombianos, los malos servicios médicos, al incumplir los términos de referencia, producen falta de medicamentos, de citas médicas y la inexistencia de centros de urgencias.
Sobre este problema, la dirigente sindical de Boyacá Luz Helena Benavides dio un ejemplo: “Las citas con especialistas demoran entre cuatro y seis meses, y cuando llegan a ella no los atienden porque van mal remitidos. Algunas clínicas y hospitales no tienen contratos con Colombiana de Salud porque les adeudan y por eso no atienden a los docentes. En el año 2013, solo en Boyacá murieron de cáncer tres docentes antes de que les llegara la cita con el especialista”.
En el asunto de la evaluación de competencias, aseguran que de antemano se sabe cuántos van a pasar y la mayoría se queda con puntajes de 79.99. “Es la forma como el gobierno le niega a los educadores la manera de ascender”, expresa Agudelo y argumenta: “Saben cuántos pasan porque lo hacen de acuerdo con la disponibilidad presupuestal. El gobierno dispone de un 10 por ciento del valor de la nómina para que se paguen esos ascensos y reubicaciones. Entonces como ahora que se presentan 80 mil solo pasan ocho mil. Es una política para evitar los ascensos en el escalafón”.
En la movilización, amplios sectores exigieron a la junta nacional de la federación la preparación de un paro nacional porque “esto no se resuelve con movilizaciones de cuatro horas sino con un cese nacional de actividades”, concluyeron varios dirigentes en sus intervenciones en tarima.
