El Ejército, instalado en medio de las viviendas, entorpece las actividades cotidianas de la comunidad. Campesinos quedan en medio de combates entre FARC y Fuerza Pública.

Asociación de Campesinos de Ituango
El pasado viernes 10 de abril en horas de la tarde, soldados adscritos a la Brigada Móvil N° 18 del Ejército Nacional instalaron un campamento cerca de las viviendas de los campesinos en la vereda Quebrada del Medio del municipio de Ituango, departamento de Antioquia. Allí pernoctaron y permanecieron durante todo el día y la noche del sábado 11 de abril.
El domingo 12 de abril, siendo aproximadamente las 5:50 am, se entabló un combate con fuego nutrido y artefactos explosivos entre los soldados del Ejército Nacional y guerrilleros de las FARC-EP. Los soldados abrieron fuego desde las casas de los civiles. Posteriormente fueron apoyados por fuego aéreo desde helicópteros artillados que dispararon ráfagas directamente a las viviendas de los campesinos donde había menores de edad y personas de la tercera edad. Aunque el enfrentamiento tuvo su mayor intensidad durante cinco horas, este se prolongó hasta las dos de la tarde aproximadamente.
Posteriormente las casas de los campesinos fueron allanadas por los soldados, aduciendo que buscaban guerrilleros que supuestamente se encontraban escondidos en las viviendas. Al no encontrar a ningún insurgente, los soldados increparon a los habitantes de las casas con insultos y amenazas. Las viviendas sufrieron daños estructurales en los techos de zinc que quedaron rotos por las ráfagas de proyectiles disparadas desde los helicópteros, las paredes y pisos presentaron impactos de proyectiles de alto calibre, fueron rotos los cercados y cables de energía eléctrica, los campesinos, particularmente los niños, presentaron graves traumas psicológicos.
Los campesinos afectados, en calidad de testigos directos, dan fe de que ni al interior de sus viviendas ni cerca de ellas había personal insurgente. Prueba de ello es que durante los allanamientos no fueron encontrados guerrilleros ni indicios que indicaran lo contrario. Reiteran además que los que acamparon cerca de sus viviendas fueron las tropas del Ejército Nacional.
Ejército sabotea ejercicios democráticos
El día anterior al enfrentamiento armado (sábado 11 de abril), mientras los campesinos celebraban una reunión de asamblea general de la junta de acción comunal de esa misma vereda (Quebrada del Medio), donde se encontraban aproximadamente 180 campesinos y entre quienes había bastantes menores de edad, los soldados irrumpieron en la sede comunal en medio de la reunión y uno de los campesinos que tomaba fotos a los soldados, como material probatorio del atropello y abuso de poder, fue sacado por los soldados de la sede y fue increpado con insultos y amenazas, además de ser fotografiado y reseñado por los soldados.
Cabe mencionar que desde hace aproximadamente cuatro años soldados adscritos a la Brigada Móvil N° 18 tienen instalado un campamento de carácter permanente inmediatamente detrás de las casas de personas civiles en el barrio Santa Bárbara del municipio de Ituango. Las paredes traseras de las viviendas que colindan con el campamento militar han sido perforadas por los soldados, el consumo de drogas como marihuana es común y permanente por parte de los soldados, situación que incomoda y pone en riesgo la salud y seguridad pública de los habitantes, particularmente de los menores de edad. Los soldados prostituyen a niñas menores de edad, quienes son llevadas desde el pueblo para el entretenimiento descarado de la tropa.
Ante la solicitud reiterada de los habitantes del barrio para que sea levantado y retirado este campamento, ya que la cercanía militar pone en riesgo a la población civil en una zona que está en constante conflicto armado, el Ejército en ocasiones se ha comprometido con el levantamiento del campamento, sin que tal compromiso se haya hecho efectivo. En otras ocasiones los solicitantes son increpados con insultos y amenazas.
Ante la última solicitud presentada por el presidente de la junta de acción comunal, quien estaba acompañado por el señor personero municipal y un directivo de la Asociación de Campesinos de Ituango, el pasado 4 de abril ante el mayor Rodríguez, el presidente de la JAC recibió por respuesta del mayor una increpación bastante agresiva delante de su compañera e hijos menores cuando este mayor del Ejército lo señaló de no ser de afecto al Ejército. La increpación fue tan violenta que hoy sus hijos menores y su compañera sufren trauma psicológico y temen por la vida y seguridad de su esposo y padre.
El 23 de marzo de 2015 en el corregimiento Santa Rita del municipio de Ituango, siendo la una de la tarde, mientras los campesinos se disponían a celebrar una reunión de la junta de acción comunal, tropas del Ejército Nacional adscritos a la Brigada Móvil N° 18 irrumpieron en medio de la asamblea en el salón comunal y, aunque uno de los líderes presentes informó al sargento Javier Duran Gómez (al mando) sobre el carácter y temario de la reunión y solicitó el retiro de la tropa del lugar so pena de no realizarla si continuaban en las inmediaciones, este sargento se negó a retirarse, motivo por el cual la reunión tuvo que cancelarse por el riesgo que implicaba la cercanía de tropas militares a un lugar concurrido de campesinos en una zona de conflicto armado.
El 6 de abril, siendo las siete de la noche, soldados adscritos a la Brigada Móvil N° 18 del Ejército Nacional irrumpieron en la reunión de la junta de acción comunal del barrio El Carmelo del casco urbano del municipio de Ituango. La sede comunal fue rodeada por la tropa y ante esta situación los concurrentes se vieron obligados a retirarse del salón y celebrar la reunión en otro lugar. Los anteriores hechos constituyen una violación directa de las normas del Derecho Internacional Humanitario, específicamente las contenidas en el Título IV, Artículo 13 del Protocolo II Adicional a los Convenios de Ginebra, que expresamente prescribe:
Título IV – Población Civil
Artículo 13. Protección de la población civil
La población civil y las personas civiles gozarán de protección general contra los peligros procedentes de operaciones militares. Para hacer efectiva esta protección, se observarán en todas las circunstancias las normas siguientes.
1. No serán objeto de ataque la población civil como tal, ni las personas civiles. Quedan prohibidos los actos o amenazas de violencia cuya finalidad principal sea aterrorizar a la población civil.
2. Las personas civiles gozarán de la protección que confiere este título, salvo si participan directamente en las hostilidades y mientras dure tal participación.
Por todo lo anterior, los campesinos de las veredas y barrios del casco urbano del municipio de Ituango, a través de su Asociación Campesina, exigen a los actores armados, a los entes investigadores y acusadores y a las autoridades administrativas municipales, departamentales y de ente nacional para que cesen las estrategias de vinculación y articulación a las dinámicas de una guerra de la que, en su calidad de población civil, se resisten a hacer parte. Exigen, además, que cesen los ataques y estigmatizaciones contra los campesinos, los líderes comunitarios y defensores de derechos humanos que sólo reclaman para su territorio vida en vez de guerra.
Que se inicien las investigaciones de carácter disciplinario interno contra los autores materiales e intelectuales de las violaciones a los derechos humanos y al Derecho Internacional Humanitario con ocasión de los anteriores hechos narrados. Así como la respectiva investigación que identifique e inicie procedimientos de carácter jurídico penal a que haya lugar en contra de los responsables de estas actuaciones que constituyen crímenes de guerra en contra de la población civil.
Que en el marco de los actuales diálogos en La Habana por lograr el acuerdo de paz tan anhelado y como muestra de verdadera voluntad entre las partes se pacte el cese al fuego bilateral.
Que se adopten las medidas inaplazables contempladas en los instrumentos internacionales de Derechos Humanos y del Derecho Internacional Humanitario, ordenando instrucciones y mecanismos claros que busquen prevenir los riesgos que puedan afectar a la población civil.
Por el futuro de los niños y niñas, por una paz duradera con justicia social, se exige el cese al fuego bilateral ya.