Ricardo Arenales
Estos gestos evidencian el fracaso de la política de aislamiento que se ha querido imponer a Cuba. Muestran que la amistad y la cooperación prevalecen sobre las sanciones y la hostilidad.
En lo que va del presente año, México ha enviado a Cuba, por razones humanitarias, más de un millón de barriles de petróleo y cargamentos de amoniaco, valorados en sesenta millones de dólares, según informan varios medios de comunicación.
El país azteca ha enviado este tipo de ayuda en varias ocasiones, que incluyen asistencia sanitaria y alimentaria, así como apoyo para la reconstrucción tras desastres naturales, lo mismo que para la normalización del sistema eléctrico, afectado por otras razones, derivadas del criminal bloqueo económico a la isla, impuesto por Estados Unidos.
Esta ayuda incluye material médico y sanitario ─como jeringas, tanques de oxígeno, y tapabocas─; insumos alimentarios ─leche en polvo, fríjol, harina de trigo, atún, aceite de cocina y otros insumos─ y apoyo a la reconstrucción ─láminas de fibrocemento para la reparación de viviendas afectadas por huracanes, entre otros.
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, anunció un nuevo envío de 400 mil galones de petróleo a Cuba, después de que la ONU aprobó una resolución que pide poner fin al embargo de Estados Unidos a la isla.
Justificó esta decisión con un mensaje de solidaridad hacia el pueblo cubano, argumentando que el embargo impuesto a la isla tiene un impacto negativo en su economía y bienestar.
“Sí, vamos a apoyar a Cuba por razones humanitarias. Además, México nunca ha estado en favor del bloqueo hacia Cuba. Pensamos que este bloqueo es histórico; no es de ahora, e impacta al pueblo cubano”, precisó la mandataria mexicana.
Además, la presidenta aclaró que 400 mil galones de petróleo no representan un número significativo, ya que México produce entre 1.6 y 1.8 millones de galones diarios. De este modo, se anticipó a posibles críticas y reiteró el compromiso de México con su política exterior independiente y solidaria.
Estas expresiones de solidaridad constituyen un alivio crucial para la economía de la isla, garantizan de inmediato el funcionamiento de plantas eléctricas, el servicio de buses urbanos y alivian el turismo.
México ha rechazado reiteradamente el bloqueo económico impuesto por Estados Unidos, al que ha calificado como una medida ‘obsoleta’. Por consiguiente, estos gestos de ayuda constituyen también un desafío a la influencia directa de Estados Unidos en América Latina.
La solidaridad política y moral que América Latina ha desarrollado históricamente con cuba se traduce hoy en solidaridad concreta material y comercial. Colombia también asume la decisión de consolidar un acuerdo comercial y envía a la isla 1.404 toneladas de arroz blanco aportando a la solución alimentaria cubana.
Estas decisiones solidarias de México y Colombia evidencian el fracaso de la política de aislamiento que han querido imponer a Cuba. Muestran que la amistad y la cooperación prevalecen sobre las sanciones y la hostilidad.