martes, octubre 28, 2025
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Más tierras pa’l Magdalena Medio

El Gobierno nacional sigue cumpliendo con la entrega de tierras a asociaciones de campesinos, desplazados, discapacitados, étnicas y raizales, entre otros

Pablo Oviedo A.

Las manifestaciones de apoyo y de agradecimiento al primer mandatario con la materialización de estos proyectos es una escena que se repite casi todas las semanas en los sitios más apartados y en los más necesitados del país.

Cada vez que el presidente y los funcionarios asisten a esas regiones y comunidades para convertir en pequeños poseedores de tierras a quienes toda la vida habían carecido de ellas, o a los que fueron despojados por los terratenientes y sus huestes paramilitares, se forma una fiesta. Una fiesta popular en que los corazones de la gente del campo palpitan con mayor fuerza, con alegría, fascinados ante la certeza de un bien que reclamaron en vano durante tantas décadas.

Peregrinación por la tierra

En el Magdalena Medio, específicamente en La Dorada, departamento de Caldas, un día de septiembre, desde muy temprano, se notaba un gran movimiento inusual de millares de personas; el campesinado llegaba en buses, carros, a lomo de mula y hasta a pie de poblados, corregimientos y veredas. El objetivo primordial: ubicarse en un buen lugar para ser testigos de primera vista del gran acontecimiento que tendría lugar aquel día: por primera vez en la historia de los sin tierras, les entregarían un pedazo propio y sin endeudarse para cultivar y ver sus sueños cumplidos.

El astro rey ese día pareció tener rayos más luminosos, generando un calor abrazador, como para dar una efusiva y estrecha bienvenida a todos los que llegaban, las filas interminables que se hacía para poder entrar al Coliseo Ventura Castillo, lugar al que llegarían el primer mandatario y sus funcionarios. Los vendedores ambulantes hacían su magnífico agosto septembrino, ofreciendo refrescos y bolsas de agua bien frías para amainar la sed y bajar un poco la temperatura corporal.

Llegó un momento en que el coliseo estaba a reventar, no le cabía un cuerpo más; muchos se resignaron y aceptaron quedarse en las afueras para escuchar lo que sucediera en el interior del espacio deportivo que aquel día se erigía como plaza y tribuna.

Al interior y en el exterior del estadio, había gigantescas pancartas, pasacalles y pendones que le daban colorido al día y al encuentro del presidente con su gente. Entre las pancartas sobresalían dos: la de la Red de organizaciones sociales, campesinas, étnicas, agrícolas y rurales y la de la Asociación manos unidas por la paz.

18.000 hectáreas de felicidad

Llegó el presidente Petro, acompañado de la directora del Departamento Administrativo de la Presidencia – DAPRE, algunos ministros y directivos de la Agencia Nacional de Tierras – ANT. En un acto muy sencillo y breve, se hizo la entrega de 18.000 hectáreas de tierras al campesinado. Muchos aplaudían otros celebraban, en algunos rostros eran visibles las lágrimas producidas por la emoción, por la alegría de sentir que el presidente los quería, los defendía y se alegraba de codearse con ellos, de compartir con ellos, al tiempo que les explicaba las trampas de los mandatarios del pasado; así como por muchos congresistas corruptos y oligarcas del ayer y del hoy. De súbito, millares de voces comenzaron a corear: ¡Reelección! ¡Reelección! Se vivió una verdadera fiesta popular.

Este es un proceso

En Puerto Boyacá, el corazón del Magdalena Medio la ANT, hizo presencia en el mes de mayo del año corriente y entrego a varias asociaciones de campesinos la cantidad de 245 hectáreas de tierras con las cuales se están beneficiando ya muchas familias campesinas.

La misma agencia, entregó el día 30 de septiembre 253 hectáreas de tierras más, compuestas por 6 fincas: finca El limón, finca Las margaritas, finca La Florida, finca La vitrina, El recuerdo y Las brisas. Treinta familias más se beneficiaron con esta adjudicación de la Asociación manos unidas por la paz, conformada por mujeres cabezas de hogar, discapacitados, indígenas, jóvenes, raizales, desplazados y víctimas de la violencia.

Esa cesión se realizó en la vereda Las pavitas y para llegar allí, los funcionarios salieron de Puerto Boyacá con vía al Dos y medio y se continuó hacia Puerto Romero, y al fin pidieron llegar a Las pavitas, lugar en que aquel maravilloso acontecimiento alegró espíritus y abrió caminos para derrotar el hambre, la miseria y la carencia de tierras de cultivo.

Con estas acciones, el gobierno busca reparar y dignificar a las diferentes víctimas del conflicto, promoviendo la paz con justicia social, con equidad y reconciliación.

La reforma agraria va

Con actos como estos se destaca la importancia de la reforma agraria impulsada por el gobierno del cambio, como uno de los mecanismos más sólidos y poderosos para lograr una paz duradera y total, garantizando el acceso a tierras para campesinos víctimas. Por ello, tales acciones realizan el lema: Con dignidad cumplimos.

Por todas estas ejecutorias del gobierno, las diversas asociaciones campesinas, están muy agradecidas y contentas; entienden que el gobierno actual les está cumpliendo.

Hoy, el panorama es esperanzador para el Magdalena Medio, y en especial para Puerto Boyacá, porque sus campesinos solo quieren trabajar la tierra sin zozobra y con tranquilidad y así aportar su granito de arena al progreso de este país, pues entienden que la producción agrícola aunada a otros renglones de la economía nacional, se convierte en base para la paz total.

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