Los asesinatos contra el pueblo colombiano no cesan a pesar de que el gobierno de Juan Manuel Santos le dice al mundo que la paz en nuestro país está muy cerca.
FSM Colombia
El martes 7 de octubre fue hallado en inmediaciones del municipio de Cajamarca (Tolima), el cadáver del líder popular Daniel Humberto Sánchez Avendaño, quien con solo 19 años de edad era una de los abanderados de la lucha por la defensa de la mina La Colosa, en contra de la explotación a cielo abierto por parte de la multinacional Anglogold Ashanti.
Este dirigente hacía parte de las escuelas de formación ambiental social del Tolima para defender la mina La Colosa.
También en el sur del país el mismo 7 de octubre fue asesinado el docente Norman Ortiz, líder social comunitario y militante del movimiento Marcha Patriótica, en el municipio de Magüi Payán, situado en la costa pacífica nariñense.
El docente había participado hace una semanas en un paro regional contra la corrupción que paralizo a 11 municipios de este departamento.
Igualmente los compañeros trabajadores de la empresa colombiana de petróleos Ecopetrol afiliados a la Unión Sindical Obrera, seccional Meta, denunciaron el asesinato del dirigente de ARCA (Asociación de Regiones Circunvecinas de Apiay), Nelson Medina Ortega.
ARCA es una asociación creada por la USO con mas de 20 años de existencia y que hace parte de una mesa por el empleo en la ciudad de Villavicencio.
Este asesinato se agrega al de la líder sindical Edith Santos, quien hacia parte de la junta directiva de Sinproreg y presidente de la asociación comunitaria de Acacías (Meta), hecho ocurrido hace menos de dos meses en este municipio.
Como se observa, los asesinatos contra el pueblo colombiano no cesan a pesar de que el gobierno de Juan Manuel Santos le dice al mundo que la paz en nuestro país está muy cerca.
