La figura más destacada de quienes gozan de impunidad en los delitos de las chuzadas del DAS, es el ex presidente y ahora senador, Álvaro Uribe Vélez

Redacción Política
La sacó barata el ex director del DAS en el gobierno de Álvaro Uribe Vélez, José Miguel Narváez, uno de los autores intelectuales de la actividad ilegal del G3 (grupo de inteligencia que ejecutó los actos criminales conocidos como “chuzadas del DAS”), condenado a ocho años de prisión, aunque le quedan pendientes los procesos por los magnicidios de Manuel Cepeda Vargas y Jaime Garzón a los cuales está vinculado como determinador.
Narváez fue una especie de “eminencia gris” en el DAS, durante la dirección de Jorge Noguera al que el entonces presidente Uribe Vélez calificaba de “muchacho bien de Santa Marta”. Noguera le entregó el organismo de inteligencia al paramilitarismo, como está comprobado, y Narváez, regentaba una cátedra en las escuelas de preparación de sicarios de las “AUC” que llevaba por nombre “matar comunistas no es delito”.
Para el juez fue fehaciente su papel “desde el año 2003 a efectos de organizar, asesorar y dirigir el grupo de inteligencia G3, por ser una persona que ocupaba una respetable posición en la entidad”. Narváez dirigía las operaciones de amenazas, intimidaciones y otros ilícitos, instruidos desde la Casa de Nariño, y de los cuales informaba a Noguera, que a su vez hacía llegar al despacho de Uribe y ponía en conocimiento de sus principales asesores.
Pero la sentencia contra José Miguel Narváez, acusado por Salvatore Mancuso y Diego Murillo (“Don Berna”), entre otros capos del narco paramilitarismo, va más allá, porque además de los ocho años, fue condenado a pagar 100 salarios mínimos legales y vigentes y por la naturaleza del delito deberá permanecer en prisión intramural sin el beneficio de la detención domiciliaria.
Investigar a Uribe
Pero además, el juez ordenó el traslado de la providencia a las autoridades que llevan el caso que se adelanta contra el expresidente Álvaro Uribe Vélez, por su presunta responsabilidad en las acciones ilegales del DAS, pues existen serios indicios que la orden salió de la presidencia y las informaciones llegaban al escritorio del primer mandatario. “La ilegalidad de la actividad de inteligencia del DAS iba dirigida al Gobierno Nacional que para entonces estaba presidido por el doctor Álvaro Uribe”, dijo el juez.
Es de anotar que el ex secretario privado de la Presidencia, Bernardo Moreno, fue sentenciado por su participación en estos hechos y, asimismo, están siendo investigados el ex asesor de prensa, César Mauricio Velásquez y los ex asesores José Obdulio Gaviria, ahora senador y Jorge Mario Eastman. También fue condenada María del Pilar Hurtado, ex directora del DAS y quien se había refugiado en Panamá por gestión de Uribe hasta que fue entregada por las autoridades de este país.
Numerosos funcionarios de inteligencia de alto y mediano nivel fueron condenados por los actos criminales que se conocieron con el nombre de “chuzadas del DAS”, como Martha Leal, José Fernando Tabares, Jorge Lagos, Luz Marina Rodríguez y Bernardo Murillo, este último se desempeñaba como flamante jefe anticorrupción.
Los delitos se tipificaron en interceptaciones telefónicas, amenazas, seguimientos, hostilidades y asesinatos en confabulación con los paramilitares, como el del profesor universitario Alfredo Correa De Andreis, campañas de desprestigio como las adelantadas contra varios magistrados de la Corte Suprema de Justicia, la senadora Piedad Córdoba y los periodistas Carlos Lozano y Hollman Morris, que fueron confesadas y denunciadas por Martha Leal, funcionaria de inteligencia de alto nivel. Otros organismos apoyaron estas acciones como la inteligencia de la policía y la Unidad de Información y Análisis Financieros (UIAF), sin orden de autoridad competente.
Concierto para delinquir
Fue un flagrante delito de concierto para delinquir del cual varios presuntos responsables gozan de impunidad como el presidente Uribe Vélez, algunos de sus asesores y también funcionarios menores de la oficina de protección del DAS que facilitaron información a la actividad ilegal de inteligencia.
Uribe Vélez rindió versión libre por estos hechos el 18 de agosto de 2011 ante la Comisión de Acusaciones de la Cámara de Representantes, sin que hasta la fecha se conozca fallo o conclusión alguna. Es la total impunidad de un organismo inoperante que la Corte Constitucional revivió en beneficio de las cortes y de otros altos funcionarios del Estado.
El próximo en responder ante la Corte Suprema de Justicia será el ex director del DAS Jorge Noguera, el “buen muchacho” del ex mandatario encartado, porque en los próximos días tendrá lugar el alegato de conclusiones en esta entidad judicial. El juicio contra Noguera comenzó en 2014 y solo hasta ahora va a concluir con los alegatos de la Fiscalía, la Procuraduría y el abogado defensor.
Para Uribe y los uribistas se trata de una persecución política contra su partido Centro Democrático, al tiempo que reivindican como perseguidos políticos a Noguera, María del Pilar Hurtado, Bernardo Moreno, Sabas Pretelt, Diego Palacio Mejía, entre otros de los detenidos, y a Andrés Felipe Arias, Luis Carlos Restrepo y Luis Alfonso Hoyos, “asesor espiritual” como lo designó Uribe Vélez, hoy prófugos de la justicia.
Todavía hay mucha tela que cortar en esta pieza criminal de la historia política colombiana, cuyos principales protagonistas despachaban en la sede presidencial en Bogotá.