Nelson Lombana Silva
En una breve entrevista al comandante de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, Ejército del Pueblo, FARC-EP, Fabián Ramírez, ha planteado sin tapujos y crudamente el triste papel que vienen desarrollando los medios masivos de comunicación a favor de la guerra y en contra de la paz.
La opinión del comandante del Bloque Sur de este movimiento insurgente reviste especial importancia en momentos en que se desarrollan en La Habana (Cuba) los diálogos con el gobierno de Juan Manuel Santos Calderón, en medio de la oceánica incomunicación, tendiendo más a la desinformación y a la minimización de lo que debería ser titular permanente y de primer plano en los distintos medios masivos de comunicación.
Sin ambages, el comandante fariano ha señalado que “la desinformación hace parte de la guerra”, lo cual significa que medios como RCN, Caracol, El Tiempo, etc, vienen asumiendo tristemente este papel, colocándose abiertamente al lado de la guerra que carcome la patria por más de cincuenta años.
Un ejemplo sencillo y demostrable está en la forma como sobredimensionan las bajas que propicia la insurgencia y minimizan los bombardeos y asesinatos que produce el Ejército Nacional pro norteamericano. Guardan tétrico silencio a los reiterados llamados y demostraciones que ha hecho la guerrilla para que haya un cese bilateral al fuego permitiendo el tranquilo desarrollo de los diálogos en la isla de la libertad, la invencible Cuba socialista. A eso el Estado capitalista llama pomposamente: libertad de prensa.
Agrega el comandante Fabián Ramírez, en su corta pero contundente entrevista publicada en la página www.pacocol.org: “Los grandes medios de comunicación, o mejor de desinformación, juegan un papel activo en el desarrollo de la confrontación, sobre todo en el plano ideológico, pero también de manera directa le meten leña a la hoguera de la guerra acuñando las mentiras que se crean en los escenarios de la inteligencia militar”.
Sin embargo, los paradigmas de la burguesía, estilo Darío Arismendi, Vicky Dávila, entre otros, cínicamente hablan de neutralidad, objetividad e imparcialidad, cuando diariamente repiten maquinalmente los sucios libretos de la inteligencia militar sin omitir una coma y tan insistentemente que terminan siendo “verdad” en la conciencia del pueblo analfabeta, desorientado y alienado.
Estos medios masivos de comunicación sin lugar a dudas hacen parte del aparato ideológico del régimen capitalista que tiene su modus vivendi en la guerra y en la brutal explotación del hombre por el hombre en todas sus formas y manifestaciones, como dijera en cierta oportunidad el comandante Fidel Castro Ruz.
Por estos medios circula la ideología de la burguesía. Bien decía Carlos Marx: “Las ideas de la clase dominante son las ideas dominantes en cada época; o, dicho en otros términos, la clase que ejerce el poder material dominante en la sociedad es, al mismo tiempo, su poder espiritual dominante”[1. Carlos Marx y Federico Engels. Textos Escogidos. Biblioteca Marxista. Ocean Sur. Una editorial latinoamericana. Primera edición 2011. Página consultada 30.].
Esta ideología seguirá circulando por allí, hasta que la clase dominante sea el proletariado, es decir, el conjunto de campesinos, obreros, indígenas, estudiantes, intelectuales, militares demócratas, etc., unidos, organizados y politizados asuman el poder e impongan la ideología del pueblo, es decir, de todos sin distingo de ninguna naturaleza.
Mientras tanto, hay que luchar por desarrollar los medios alternativos de comunicación, elevar su difusión, calidad y denunciar el papel de los pulpos mediáticos que hoy incomunican, aíslan y alienan inmisericordemente. Los medios masivos son hoy Valium, cuando deberían ser luz, esperanza, progreso y desarrollo. Así las cosas, no es gratuito que un pobre defienda la ideología de los ricos. No es un fenómeno natural o espontáneo.
