El 23 de noviembre, se realizó la cuarta Consulta Popular Nacional 2025 en Venezuela, un ejercicio en el que la ciudadanía eligió los proyectos productivos de sus comunas. VOZ habló con Alexander Gil, militante de la Unión Comunera, sobre el poder popular
Vera Camargo
-¿Cómo nace el proceso de las comunas?
La comuna es el corazón de la revolución bolivariana, creemos en la vía comunal y chavista hacia el socialismo.
Este es un proceso que se viene construyendo desde que el comandante Chávez estableció una Asamblea Nacional Constituyente donde había diversos medios de participación, y se dispuso por primera vez el modelo de democracia participativa y protagónica.
Con el tiempo, esa letra escrita en la Constitución se volvió pueblo, un hecho concreto donde ciudadanos y ciudadanas estaban en mesas técnicas para resolver sus problemas mediante propuestas de proyectos.
El comandante Chávez eligió una forma distinta de construir el Estado: era la gente quienes decían cómo resolver los problemas, desde allí el proceso comunal. Ahora, el presidente Nicolás Maduro ha continuado este proceso revolucionario, y, nosotros seguimos construyendo.
Es la Cuarta Consulta Popular del 2025, la pasada fue dedicada a financiar proyectos de la juventud. El presidente Nicolás Maduro está haciendo un esfuerzo por aterrizar más el tema de los recursos para que las personas lo ejecute de manera autónoma y autogestionada.
El Estado comunal
– ¿El proyecto ganador tiene financiamiento del 100 por ciento?
Sí, es un financiamiento de diez mil dólares por cada uno de los proyectos. En esta consulta tenemos una particularidad, el ganador de cada comuna se financia a través del poder nacional, y el segundo puesto debe ser financiado por el poder local.
-¿Qué es un Estado comunal?
Es la construcción de nuestro socialismo, desde lo territorial y no desde el Partido. Las comunidades y los consejos comunales integran la comuna, y el comandante Chávez en términos de proyecto estratégico hablaba de ciudades, federaciones y confederaciones comunales, el ejercicio va creciendo en el marco de un sistema de agregación comunal.
Este proyecto no excluye, sino que participan todos los habitantes del territorio. Cualquier persona solo con estar en una casa dentro de la comuna, ya hace parte, así no participe en el proceso de construcción, tal como el concepto de Simón Rodríguez de la toparquía, el poder en el territorio.
-¿Cómo se da la defensa al Estado comunal?
Nos ha tocado atravesar situaciones complejas, porque los procesos revolucionarios también se desarrollan a partir de procesos de contradicciones. No todo es armonioso, los comuneros y comuneras han venido luchando por todo este proceso, y en el marco de la crisis y resistencia, hemos construido poder comunal.
No fue que el presidente Nicolás Maduro de repente puso el tema en el centro, sino que nosotros lo disputamos durante la crisis más fuerte porque entendíamos que debía haber un financiamiento para levantar la industria petrolera y ciertas empresas, pero al mismo tiempo estábamos luchando porque el proyecto comunal se pusiera en el centro, porque es la vía comunal que refuerza el socialismo chavista.
Entonces, la defensa de este proyecto ha sido fuerte, y eso se muestra en cada una de las comunas, porque son las personas quien están controlando el territorio y están construyendo poder.
Algo que nos dice siempre nuestro compañero Ángel Prado en la Unión Comunera, es que la Comuna está para disputar poder, una nueva forma de relaciones sociales y económicas.
El asedio imperialista
-Desde Venezuela, ¿cómo se ha tratado el asedio imperialista?
Desde que el comandante Chávez llegó al poder no nos ha dejado de asediar el imperialismo estadounidense. Ese tema de que ellos están en el Caribe siempre ha sido un proceso de confrontación porque nosotros decidimos tener y disputar la total independencia de nuestro proyecto, porque nosotros estamos construyendo un proceso de revolución, y eso nos enfrenta al imperialismo.
Para nadie es un secreto que el imperialismo estadounidense estuvo metido en el golpe de Estado del 2002, estuvo en el paro petrolero de 2003 – 2004, en el intento de magnicidio contra el comandante Chávez en el 2004, estuvieron permanentemente intentando daños a nuestro proceso en el 2013, y después de la muerte del comandante captaron algunos traidores al proceso revolucionario.
¿Cómo fue el decreto Obama?
– En el 2015 con el decreto Obama empezaron las sanciones, siempre se habla de un proceso de crisis en Venezuela, pero nunca se habla de las medidas coercitivas unilaterales. 2015, 2016 y 2017 fueron años de asedio donde los estadounidenses intentaron crear un cuello de botella contra Venezuela a través de países satélites de región, como Panamá y Colombia.
Es importante entender que esto ha sido un proceso de disputa y de debate permanente contra el imperialismo estadounidense. El hecho de que hoy estén en el Caribe significa que nosotros seguimos en el proceso revolucionario, porque seguimos construyendo en el territorio.
¿Cómo se lleva la defensa?
Tenemos clara nuestra doctrina de defensa bolivariana que nos dejó el comandante Hugo Chávez, y que además es muy importante porque no solamente están las Fuerzas Armadas Nacional Bolivariana, sino que está también la Milicia Nacional Bolivariana que está integrada por compañeros y compañeras voluntarias a defender la patria.
Nosotros vamos a seguir en el proceso de defensa, que no solo se hace batallando de manera regular, sino también disputándonos los sentidos y la forma de construir un proyecto anticapitalista.
¿Cómo está Venezuela en este momento?
Está en completa normalidad, si hubo un tiempo cuando empezó el tema de las sanciones, sí padecimos mucho, pero como te decía, es el impacto de las medidas coercitivas unilaterales, es el impacto de todo el proceso de guerra psicológica que se llevó a muchos de nuestros chamos y chamas creyendo que tendrían un mejor futuro si migraban.
Nosotros no criminalizamos la migración, pero sabemos que fue inducida a que nuestros chamos se fueran, porque nos querían arrebatar la juventud que iba a construir la garantía de ese proceso revolucionario.
Hoy por hoy, Venezuela es un país tranquilo, donde se han bajado los índices de inseguridad, y se han construido proyectos que garantizan los alimentos y educación.
Por más de todos los intentos de sabotaje de los gringos en el Caribe, se van a encontrar a una Venezuela alegre que sigue construyendo el proyecto revolucionario.
