La muerte de tantos ciudadanos a causa de la brutalidad policial en el país, como lo es la de Javier Ordóñez, dejó una herida. Por tal razón, el 9 de septiembre lo recoramos como símbolo de lucha por la justicia y la defensa de los derechos humanos en Colombia.
Diana Galvis
El “9S” Así se conmemora esta fecha significativa que quedó marcado en la memoria de Bogotá y de toda una nación, por la muerte de Javier Humberto Ordóñez Bermúdez, por brutalidad policial, una mañana en el barrio Villa Luz. quien era estudiante de derecho y padre de familia de dos jóvenes entre edades de 11 y 15 años
Dos patrulleros sin ningún tipo de sensibilidad lo redujeron con descargas eléctricas, mientras sus gritos resonaban en la fría capital “por favor, ya”. Posteriormente fue trasladado a un CAI donde, según las investigaciones judiciales, recibió más agresiones que terminarían con su vida.
El hecho fue registrado en un video que se difundió masivamente, causando indignación y dolor patrio compartido. Lo que provocó que miles de ciudadanos salieran a las calles en contra del abuso policial, generando una de las protestas más violentas en la capital, en donde decenas de personas perdieron la vida.
Recordar a Javier Ordoñez es recordar a todas las víctimas de la violencia institucional, además, de las tantas que, en su defensa e indignación de esa noche de represión y protesta, perdieron su vida. También es reafirmar que los derechos humanos son innegociables y que el Estado, como garante de los derechos humanos deber proteger y no agredir. Esto solo representa la fragilidad de un sistema que permitió que la violencia se impusiera sobre la vida y la dignidad humana.