Por lo menos cien mil personas se congregaron a lo largo del día, el miércoles 20 de enero en la Plaza Principal de Atenas, en desarrollo de una nueva huelga general, que los trabajadores del campo y la ciudad realizaron en toda Grecia contra el llamado plan de ajuste del gobierno central.

A tiempo que los manifestantes colmaban las calles de la capital, en otras regiones del país se desarrollan demostraciones simultáneas. Los agricultores se concentraron en al menos 34 puntos del país y bloquearon carreteras y centros de producción, mientras en las ciudades se paralizaban los astilleros, empresas de transporte público, ferrocarriles, bancos, comercios, colegios y universidades.
Los sectores populares expresaron su rechazo al plan de ajuste en el gasto social que el gobierno de Antonis Samarás pretende llevar a cabo por imposición de la denominada troika: la Comisión Europea, el Banco Central de Europa y el Fondo Monetario Internacional. Esta troika exige apretar más el cinturón de los griegos, reducir el gasto social y efectuar nuevos despidos en el sector público.
En seis años de recesión y tres de austeridad, de acuerdo a cifras oficiales, se ha triplicado la tasa de desempleo, llegando en la actualidad a una cifra del 27%. Pero entre los menores de 25 años, es decir, la población joven, de mayor capacidad laboral, el desempleo es del 60%. En estas condiciones, la fuerza de la huelga general la semana pasada obligó al presidente de la Nación a anunciar que no habrá más despidos en el sector público, sin importar las exigencias de la troika en este sentido.