jueves, marzo 13, 2025
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‘En segunda vuelta los colombianos se van a decidir por nuestras tesis’

Aída Avella Esquivel, fórmula vicepresidencial de la candidata a la Presidencia de la República, Clara López, asegura en diálogo con La Nación que no ha pensado en hacer alianzas.

Foto: Agencia Prensa Rural 10 años via photopin cc
Foto: Agencia Prensa Rural 10 años via photopin cc

Cecilia González Villa

Hija de madre campoalegruna y padre boyacense, Aída Avella Esquivel es la fórmula vicepresidencial de la candidata a la Presidencia por el Polo Democrático, Clara López.

Tras muchos años en el exilio, esta militante de la Unión Patriótica volvió porque pensó que era el momento de hacerlo. Presentó su nombre a la Presidencia por la colectividad, pero luego de muchos acercamientos, sus ideas se fundieron con las de López y ahora son dos mujeres aspirando a cambiar el rumbo del país.

Para Avella Esquivel, es claro que a Colombia le llegó la hora de tomar otro rumbo en el que, según señala, la corrupción no tiene cabida mientras que la conservación del medio ambiente, la educación y la salud, serán prioridad.

¿Cómo anda el ambiente de campaña para la izquierda?

Bien. Hay mucho entusiasmo en todo el país, nos ha recibido mucha gente en muchas regiones del país. Ha causado mucho impacto esta fórmula de dos mujeres que proponen un cambio de modelo económico. Las mujeres y muchos hombres también, se nos han acercado porque hablamos otro lenguaje y tenemos serios compromisos para darle otro rumbo y un cambio que el país entero pide a gritos.

¿Qué están planteando ustedes?

Muchas cosas que no plantean los otros candidatos. Primero, el cambio de modelo económico porque pensamos que la democracia tiene que ser participativa, en la cual los ciudadanos tengan opinión. Una de las cosas que se les debe consultar es si están de acuerdo con la explotación de minerales en sus regiones, porque lo que encontramos en zonas como Casanare es que la gente se está oponiendo a explotaciones.

Pero no solo allí, la gente debe ser consultada con sus planes de desarrollo, incluso los alcaldes y gobernadores tienen que darle a conocer a su gente qué es lo que van a hacer con los recursos que llegan del nivel central. Nadie habla del mar y para nosotros es una fuente de riqueza y de trabajo que hay que conservar para reindustrializar el país como uno de los mecanismos del cambio del modelo económico.

Usted ha tocado un tema como el de la consulta que se le debe hacer a los ciudadanos sobre la explotación de sus recursos, ¿qué se plantea en ese caso, si aquí los neivanos están atravesando una problemática con la cuenca del río Las Ceibas?

Para nuestro gobierno lo primero será el agua. Es increíble que en este país lo que se está tocando son nuestras fuentes hídricas, y nosotros prohibiríamos que las fuentes de agua sean tocadas para la explotación minera porque prima la salud de los colombianos. Es que no es solo en Neiva: la tercera parte del país está siendo tocado, como el páramo de Santurbán. En Bogotá ya empiezan a hacer exploración en la parte baja del páramo de Sumapaz, y si se toca eso, se toca la Orinoquia, y eso es cambiar el sistema ecológico de toda esta región.

La laguna de Tota en Boyacá la están secando porque están explorando petróleo, y eso es muy grave. Por eso creemos que hay que revisar las concesiones mineras que van en contra de la salud de los ciudadanos, declarar zonas de reserva.

¿Cuál es la propuesta para enfrentar el cambio climático?

Los países tenemos que ponernos de acuerdo porque no es problema de uno solo. Creemos que en la regulación está la selva amazónica que compartimos con Brasil, Ecuador y parte de Perú, y hay que hacer mucho trabajo para conservarla. Pero todo el tema del medio ambiente requerirá del esfuerzo de todos los colombianos, y los indígenas que están dedicados a cuidar esas selvas necesitan una retribución por parte del Estado, pero también se requiere de gente especializada para apoyar este trabajo.

Pero con base en esa política minera que ustedes proponen, ¿cómo hacer para que las empresas extranjeras no se espanten, o se vaya la inversión?

Nosotros no nos oponemos a la inversión extranjera, a lo que nos oponemos es a la explotación salvaje de los recursos. En este momento en casi todos los países de América Latina están pagando el 25% por la riqueza extraída, pero aquí las empresas que se están llevando el petróleo nos están pagando entre el 8% y el 9%. Con el oro y la plata nos están pagando entre el 3.2% y 5%, y eso no es posible.

Pero no se van a espantar porque en toda la América Latina están pagando mínimo el 17%, y los gobiernos colombianos han hecho pésimos negocios con los recursos públicos y muy buenos con las cuestiones personales. Entonces, esto tiene que distribuirse de una manera distinta, y si no les sirve, pues no se puede hacer porque este es un país que necesita pagar unas deudas sociales muy grandes.

Esas propuestas suenan muy bonitas y esperanzadoras, pero, ¿sí se alcanza a hacer todo eso en apenas cuatro años?

Mire, en este país lo que hace falta es un poco de autoridad para hacer las cosas. No es posible que departamentos tan ricos como Casanare no tengan carreteras, que Arauca que ha recibido millones de regalías no tenga un solo municipio con agua potable, como en La Guajira que tiene una mina de carbón que no nos deja casi nada. Eso se puede hacer no solo en cuatro años y menos, lo que pasa es que esta casa hay que organizarla porque hay mucho dinero pero se lo han llevado los corruptos, y esos corruptos tienen que saber que se les acabó su turno.

Las mujeres vamos a poner el orden en este país y no solo hay que arreglar la casa, sino ponerla decente, este país tiene que saber que los 46 millones de colombianos tienen derecho a acceder a la riqueza nacional, y no solo los de siempre. Aquí hay plata para todos pero muchas de las obras que se hacen en Colombia, el 90% se la roban y solo el 10% queda para inversión. Eso lo vamos a acabar.

Bueno, también se necesita más acceso a la educación…

Claro, se necesita antes que represión, más profesores, construir escuelas por montones. Nuestros niños deben estar toda la jornada en la escuela, aprendiendo. Proponemos jornada durante todo el día, reforzamiento en determinadas áreas como la científica, las matemáticas, sin descuidar las humanidades, las bellas artes y los idiomas. La idea es que al terminar el bachillerato, nuestros niños y jóvenes salgan hablando otro idioma, mínimo.

Y la plata para la educación la vamos a sacar de las regalías que se están perdiendo, toda esa plata que ha dejado escapar el Estado en forma irresponsable. Y que entre otras cosas deberían ser juzgados por eso, porque no puede ser que sigan regalando plata a las transnacionales. Cuatro años serían más que suficientes para entregar un país diferente en salud y educación que son derechos, no regalos.

Pero una vez en el poder, ¿a ustedes no se les antojaría jalarle a la reelección?

Eso depende. Si este país cree que hemos sido buenos y nos dicen “vamos a reelegirlos”, pues vamos a la reelección. Es que aquí hay que acostumbrar a la gente a ser decente. Este es un país hundido en la corrupción y que se consigue plata, no importa cómo. Tenemos que reversar estos valores porque esos valores son otros como la honestidad, pensar en los demás, hacer la paz porque si llegamos nosotros, la paz será un hecho.

El Fondo Monetario Internacional nos exige que no subsidiemos nuestros campesinos, pero hace solo tres semanas en Estados Unidos duplicaron los subsidios de sus campesinos. Ellos pueden exportar trigo y cebada a unos precios que aquí no son compatibles. Por eso, primero nosotros tenemos que rescatar nuestro trabajo nacional, el de nuestros obreros y campesinos.

Tenemos que reindustrializar el país con todo el trabajo que no solo nos da el mar, sino en otras regiones. Es que no entiendo cómo Arauca o el Meta no tienen refinerías cuando tienen que despachar entre 1.700 y 2.000 tractomulas con petróleo crudo hasta Barrancabermeja. Es una responsabilidad histórica que nos demuestra que este país no ha tenido gobernantes.

¿Y qué les hace pensar que el país está preparado para elegir un gobierno de izquierda?

El mundo ha cambiado. Este país lleva dominado más de dos siglos por los partidos tradicionales, pónganse el apellido que se pongan: Cambio Radical, Centro Democrático… todos son los mismos. Pero nosotros sabemos que la gente está inconforme, está cansada de tanta corrupción pero no solamente eso, de tanta desgobernabilidad, no se sabe gobernar y además esto está lleno de corrupción. En este país todo el mundo roba, aquí llegan alcaldes pobres y salen millonarios. Y no se necesita ser inteligente para saber que nadie se enriquece con un sueldo de alcalde o de gobernador, incluso de congresista. Esas cosas tiene que verlas el país.

No estamos diciendo que el modelo que estamos proponiendo es el supereficiente, pero sí le garantizo que será más eficiente que otros. Es fundamental que los ciudadanos comiencen a darse cuenta de que pueden ser actores y beneficiarios también. Los caminos y vías tienen que hacerse por la gente de cada pueblo, es uno de los requisitos para que no empiecen a robar otra vez las cosas.

Antes, en los municipios se contrataba a la gente del pueblo, la maquinaria y las calles quedaban asfaltadas, como ha sucedido en algunos pueblos en Arauca donde hoy día, después de 25 años, las calles están perfectas. Eso sucede porque no se da la ‘contratitis’ de los grandes señores que se pasean por todo el país ofreciéndoles plata a los políticos para que sigan comprando votos. Y eso es lo que queremos acabar en Colombia.

¿En un eventual gobierno de ustedes, el proceso de paz continuaría en La Habana?

Habría paz. Por la sencilla razón de que no solamente se continuarían los diálogos en La Habana, sino que se incluiría al ELN en las conversaciones. Y vamos hasta donde sea posible porque mire, el problema de la tierra no es un problema difícil de resolver. Tenemos una ley que no aplicamos y es la de las reservas campesinas. Es que este Congreso es especializado en hacer leyes para que no se reglamenten, como sucede con muchas otras.

¿Ustedes insisten en revisar los tratados de libre comercio?

Ya lo dijo Clara López, lo primero que haríamos el 7 de agosto será instalar la comisión que revise los tratados de libre comercio porque eso ha impedido que este país se desarrolle y ha hecho que muchos colombianos se queden sin trabajo.

¿Han pensado en hacer alianzas para una segunda vuelta?

No hemos pensado en alianzas. Pensamos que llegamos a una segunda vuelta, y en esa segunda vuelta muchos colombianos se van a decidir por nuestras tesis porque son sencillas, fáciles de ejecutar desde que haya voluntad política. Eso es lo que ha faltado en este país para muchas cosas como para cerrar las venas de la corrupción ligadas a la ‘contratitis’ y eso va a tener que acabarse.

La Nación

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