En los talleres allanados se encontraron subametralladoras con el serial borrado y a pesar que dichos locales tienen otra actividad económica, distinta a la fabricación y reparación de armas, la Fiscalía sostuvo que no hay pruebas
La semana pasada se allanaron dos locales en donde presuntamente se fabricaban y reparaban armas de fuego sin salvoconducto. En los allanamientos se encontraron 183 proveedores, 14 pistolas 9 milímetros, una subametralladora, un fusil, cañones de diferentes calibres, armazones para diferentes armas, además de moldes y subametralladoras con el serial borrado.
Los dueños de los locales son Juan Pablo Patiño Fonseca y su esposa Myriam de Patiño, hermano y cuñada del general de la Policía Francisco Patiño. En el operativo realizado por el CTI fue capturado John Norvey Patiño, sobrino del alto oficial, quien fue dejado en libertad, según la Fiscalía por falta de pruebas.
La señora Myriam de Patiño fue denunciada penalmente este año en Tunja por tramitar con documentación falsa la compra de armas de fuego. Además hay indicios que armas fabricadas en estos talleres, son presuntamente distribuidas a alias el ‘Gavilán’, miembro de los grupos paramilitares de Urabá.
Una investigación realizada por Noticias Uno mostró un certificado de la Cámara de Comercio de Bogotá en donde la actividad económica de los talleres Davhel de propiedad de los Patiño es de “Mantenimiento y reparación especializado de productos elaborados en metal, comercio al por mayor de prendas de vestir y sus accesorios, en establecimientos especializados, comercio al por mayor, de otros artículos domésticos en establecimientos especializados, comercio al por menor de artículos deportivos en establecimientos especializados”.
Por su parte el Departamento de Control de Armas y Municiones de las Fuerzas Militares confirmó que estos talleres no tienen licencia para esta actividad.
