La oficialización de la aspiración de Aída Avella al Concejo de Bogotá despierta entusiasmo más allá de la Unión Patriótica. Avella aspira a conformar una lista de unidad
Redacción Política
Aída Avella anunció el pasado 30 de abril por medio de sus redes sociales que aceptaría la postulación que le hiciera la Unión Patriótica para ocupar el primer renglón de la lista de ese partido al cabildo distrital para las elecciones del próximo octubre.
La proclama fue bien recibida entre la militancia de la Unión Patriótica. “Quiero contarles que, después de recibir múltiples opiniones de quienes me han acompañado en este tramo político de mi vida, he decidido expresarle a mi partido la intención de encabezar la lista de la Unión Patriótica al concejo de Bogotá”.
Aída Avella le dijo a VOZ que en buena medida su decisión de volver al Concejo de Bogotá se motiva en el fraternal, caluroso y significativo recibimiento que ha tenido ella en su recorrido por los barrios populares de la capital. La presidenta de la Unión Patriótica dijo estar lista para volver a los barrios que ayudó, porque mantiene vivo su compromiso desde cuando ocupaba la curul de concejal, su último cargo de elección popular. Y es que precisamente el 7 de mayo se cumplen 18 años del atentando en su contra que le costó la salida del país y un largo exilio.
Aída Avella y el Comité Ejecutivo de la Unión Patriótica señalaron que aspiran a conformar una lista que convoque muchos sectores sociales que coincidan con una ciudad democrática, con derechos reales para la inmensa mayoría de capitalinos.
Y para ello, dijo, invitaba “a los diferentes sectores políticos y sociales, a los ambientalistas, a los artistas y defensores de los derechos de la ciudadanía en Bogotá, al sector de la diversidad sexual, a nuestra juventud, a las mujeres, a las comunidades afrodescendientes e indígenas, al sector informal y a quienes desde sus territorios trabajan, día a día, por la inclusión social y la paz, para que nos unamos y construyamos un gran bloque de patriotas, sin distinción alguna, con el fin de avanzar en la construcción de una ciudad más igualitaria para todos”.
“Espero que nos podamos encontrar en el camino, que me apoyen en esta terquedad de querer construir un mundo diferente y que, sin más, avancemos de la mano, por una ciudad para la paz, la justicia y la felicidad humana”.
La ex candidata vicepresidencial regresa a la política distrital con un énfasis: “Quiero trabajar muy duro con los jóvenes y las mujeres capitalinas que ven en esta candidatura una oportunidad de empoderamiento y solución a las necesidades de los 5.145 barrios de las 20 localidades”.
Aída Avella advierte que “la Unión Patriótica no ha cambiado ni un centímetro en sus principios de hacer una política con la gente y de manera decente. Somos una opción ética para Bogotá, por eso estamos aquí”. Por eso se ha tornado normal encontrarse a la ex candidata presidencial en las plazas de mercado, en cualquier ciudad del país, con su libreta de mano, en la tarea de reconstruir la Unión Patriótica, misión que, dice ella, no va a dejar de hacer antes, durante y después de su campaña al Concejo.
Las reacciones no esperaron y de inmediato se conocieron voces de apoyo desde sectores sindicales, campesinos y barriales, sumándose inmediatamente a la campaña que muchos han calificado como “la vuelta de la conducta recta al Concejo de Bogotá”.