Efraín Ríos Montt, el ex dictador de Guatemala que contó con el apoyo de Estados Unidos, pasó sus primeros días en prisión tras haber sido procesado por genocidio. El viernes, un tribunal halló a Ríos Montt culpable de supervisar el asesinato de más de 1.700 personas en la región Ixil de Guatemala, tras haber asumido el poder en 1982. Se trata del primer jefe de Estado hallado culpable de genocidio en su propio país. En el juicio, que duró alrededor de dos meses, 100 testigos declararon acerca de las masacres, la tortura y las violaciones cometidas por las fuerzas del Estado.
Muchos lloraron de la emoción y celebraron una vez leído el veredicto. El juez del caso ordenó a los fiscales que lanzaran una investigación de inmediato de “todas las demás personas” vinculadas con los crímenes. El presidente de Guatemala Otto Pérez Molina fue uno de los implicados en los testimonios brindados durante el juicio. Pérez Molina se desempeñó como comandante regional bajo el gobierno de Ríos Montt, para lo que utilizó otro nombre. En una entrevista con CNN, Pérez Molina negó que haya ocurrido un genocidio y dijo que apoyaría la apelación de Ríos Montt.
