La vida e integridad personal del dirigente campesino Arnobis Zapata, presidente de la Asociación de Campesinos del Sur de Córdoba (Ascsucor), y el defensor de derechos humanos Andrés Chica, y sus respectivas familias corren inminente riesgo.

El viernes 23 de mayo a las diez de la mañana, en el barrio El Porvenir de Montelíbano (Córdoba), la esposa del dirigente campesino Arnobis Zapata fue abordada por dos hombres que se movilizaban en una camioneta blanca, de la que se desconocen sus placas, para indagar por el lugar donde se encontraba su marido.
El lunes 26 de mayo, hacia las cuatro de la tarde, dos hombres se acercaron a la residencia del defensor de derechos humanos Andrés Chica, en Montería, preguntando dónde lo podían encontrar e indagando por su número de celular, información no dada por un familiar del defensor que se hallaba en la residencia, quien además informa que los hombres aparentemente estaban armados.
El martes 27 de mayo, hacia las cinco de la mañana, cuando el familiar de Andrés Chica salía de la residencia para iniciar su jornada académica, notó la presencia de los dos hombres que el día anterior habían estado indagando por él. Tenían la misma ropa y en una actitud de espera cerca a la residencia, situación que hace alertar al defensor de derechos humanos.
Tanto la situación de riesgo y vulnerabilidad de Andrés Chica como la del dirigente campesino Arnobis Zapata fueron puestas en conocimiento del coronel Martín, comandante de la policía metropolitana de Montería, mediante llamada telefónica.
Cabe resaltar que han sido frecuentes las situaciones de riesgo por violación de derechos humanos que han sufrido tanto el dirigente campesino Arnobis Zapata como el defensor de derechos humanos Andrés Chica, situaciones denunciadas oportunamente por la Coordinación Agrominera del Noroccidente y Magdalena Medio ante las autoridades competentes, como también los señalamientos del coronel Yáñez del Batallón de Infantería Nº 33 Junín, de la Séptima División, como es el caso reciente en el corregimiento de Tierradentro, en Montelíbano (Córdoba), donde el coronel Yáñez señaló a Andrés de ser un problema en la región y un revolucionario, según manifestó este último.