La aprobación del presupuesto anual para 2014 resulta incompatible con las necesidades sociales que estallan en todo el territorio. Una nueva edición de las protestas nacionales
Hernán Camacho
Los ecos del Paro Agrario Nacional aún no cesan y los ruidos de las nuevas movilizaciones ya aturden al gobierno nacional. El país no ha dejado de marchar por las deudas históricas con los campesinos, mujeres, indígenas, madres comunitarias, mineros, médicos y pacientes del sistema de salud, y por un sinfín de razones provocadas por el diseño institucional de las políticas sociales y económicas por décadas y el capoteo del gobierno de turno.
Lo que se vive hoy en Colombia es el reclamo de derechos insatisfechos desde el siglo pasado. A juicio de analistas, hay un nuevo momento político y una segunda edición de las protestas vividas en el primer semestre del año cuando después de señalar, deslegitimar y utilizar la fuerza el gobierno nacional salió derrotado y su único camino fue el diálogo.
Estrategia de negociación
Pero cuál es la razón para anunciar la segunda edición de la protesta nacional. En un repaso general de los compromisos adquiridos por el gobierno nacional y sus delegados sectoriales en las mesas de diálogo o interlocución con cada sector, el balance es común: incumplimiento reiterado, dilación sistemática y cero voluntad política de avanzar.
Las conversaciones con los campesinos del Catatumbo y la exigencia de una Zona de Reserva Campesina o las empatadas negociaciones provocadas por el gobierno y su “no” en el caso del Paro Nacional Agrario con la Mesa de Interlocución y Acuerdo, MIA son apenas la muestra del actuar gubernamental.
De hecho, los garantes en ambas negociaciones les reclaman a los delegados oficiales acelerar la puesta en marcha de los compromisos y estudiar con seriedad las propuestas presentadas por los campesinos.
En el caso de las negociaciones gobierno y MIA no se ha llegado a un solo acuerdo respecto de los nueve subtemas del primer punto del pliego de peticiones y aún los puntos que versan sobre los tratados de libre comercio y las importaciones que golpean el agro: “Aun no logramos avances sustanciales, si no hay puentes directos con el gobierno difícilmente lograremos acuerdos”, expresaron voceros campesinos.
Líneas rojas de Santos
No obstante, el gobierno se empeña en defender su política aperturista según lo relató en las primeras intervenciones del nuevo jefe de la cartera de Comercio Santiago Rojas al puntualizar: “Pero quiero dejar claro que los TLC no son los responsables de los problemas que tiene el agro, lo que no significa que no podamos tomar medidas para corregir alguna circunstancia que estén presentando problemas”.
Pero el problema de incumplimiento gubernamental no se suscribe a las protestas del presente año. Una de las muchas movilizaciones que se adelantan en el país se situó en plena capital del Atlántico, Barranquilla, cuando campesinos reclamaron atención inmediata de las autoridades nacionales, departamentales y en especial del Ministerio de Agricultura. La denominada segunda jornada nacional de indignación demandó soluciones a la crisis del campo, falta de créditos y subsidios y rechazaron la firma y aplicación de Tratados de Libre Comercio. Y como si fuera poco, reiteraron la exigencia de cumplir lo prometido a las comunidades del departamento del Atlántico azotado por las lluvias del 2011.Ayudas humanitarias que nunca llegaron.
Estudiantes
Sin embargo, no son solamente los campesinos los reclamantes. Los estudiantes agrupados en la Mesa Amplia Nacional Estudiantil, MANE, iniciaron un periplo de marchas, asambleas, mítines, “desnudatones”, “besatones”, en el marco del paro nacional estudiantil, con el objetivo de reclamar del gobierno atención, el pago de 11.3 billones de pesos correspondientes a la deuda histórica con las universidades públicas y la condonación de los créditos Icetex. “No nos vamos a cansar de reclamar”, advirtieron voceros de la MANE al Ministerio de Educación, en medio de la ocupación pacífica que estudiantes realizaron a las instalaciones del Icetex en Bogotá.
Sin interlocutores
“Tenemos una ley alternativa de educación hecha a lo largo de dos años a la medida de los de ruana y los excluidos del sistema. Ahora esa ley alternativa la vamos a defender e imponer en las calles con el pueblo colombiano”, explicó Álvaro Forero, vocero de la MANE. En el Ministerio de Educación reposa una carta de exigencias de ocho puntos que solucionan de manera estructural la crisis educativa y sin embargo ni un pronunciamiento se puede encontrar por parte de la jefe de la cartera del ramo.
María Fernanda Campo, ministra de Educación acostumbra hacer el esguince a los debates y cuestionamientos de fondo respecto el sistema educativo del país. Pues bien, en la ocupación de las instalaciones del Icetex tampoco dio la cara y por el contrario salió a los medios de comunicación a agradecer a la Cumbre de Jefes de Estado de Iberoamérica que sesiona en Panamá, por ser la seleccionada del premio a “la excelencia de la gestión” gracias a su actividad. “Es un premio que se otorga a los altos niveles de eficiencia, transparencia y resultados en la gestión” dijo la ministra.
Bofetada a la MANE
Una bofetada es ese reconocimiento mientras se caen a pedazos universidades públicas y las 32 mil familias de estudiantes de universidades privadas tienen deudas perennes e impagables. Sigue apelando, el gobierno, a negar la realidad, desconocer las peticiones legítimas y dilatar todas las concertaciones con el mismo argumento que utiliza en la mesa de conversaciones en La Habana: descargar las culpas de su incapacidad en el actuar en sus contradictores.
Y para seguir alimentando la inconformidad nacional los indígenas emprendieron una Minga Social y Popular reclamando soberanía, vida y cultura. En 17 departamentos, 44 organizaciones indígenas representando en buena parte de ese movimiento marchan por las carreteras del Cauca, Nariño, Tolima y Putumayo principalmente. El saldo de las primeras concentraciones mostró la ausencia de garantías para la protesta: atropellos, amenazas, retenciones y enfrentamientos provocados por la Policía Nacional y el Ejército.
La minga
La Asociación de Cabildos Indígenas del Tolima se concentró en el municipio de Saldaña. Allí dijo Nelson Poloche Yara, gobernador del resguardo Tutira Bonanza de Coyaima: “Salimos a protestar por necesidad, ante el abandono oficial del gobierno nacional”.
El territorio, la defensa de las semillas nativas, el rechazo a la minería extractiva y los Tratados de Libre Comercio, condiciones de salud, educación, vivienda son los ejes temáticos que presentaron los indígenas de Colombia al gobierno nacional.
El botín 2014
Al tiempo que se movilizaba el país, en el Congreso de la Republica se conocía la aprobación del presupuesto para el año 2014. La famosa “mermelada” se ponía a merced del apetito electoral y clientelista de la bancada oficial. Se asiste a un presupuesto en desbalance con educación y un aumento en el rubro de la guerra pues su disminución comparada con el año 2013 correspondió al 15,7%, del total del presupuesto mientras que en 2014 tan solo llega a un 14,9%. “Una vez más, las prioridades del Gobierno Nacional no están en este sector, lo cual es deplorable en la medida en que Colombia tiene uno de los gastos públicos en educación más bajos en América Latina y es uno de los países que menos invierte por estudiante”, sentenció Gloria Inés Ramírez.