jueves, marzo 28, 2024
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Panamá: “Hay que construir una vanguardia revolucionaria”

Entrevista con Moisés Carrasquilla V., coordinador de la Dirección Nacional del Partido del Pueblo
Moisés Carrasquilla, coordinador de la dirección nacional del Partido del Pueblo de Panamá.

Moisés Carrasquilla, coordinador de la dirección nacional del Partido del Pueblo de Panamá.

–¿La izquierda en Panamá tiene unidad como para llegar al 2014 con un proyecto fuerte, un buen frente que pueda vencer tanto al PRD, panameñismo y CD?

–Si quieres saber si la izquierda “ideológica” está unida y si tiene un proyecto viable para el 2014, que signifique la derrota de los partidos de derecha y de centro derecha, te contestaría que no. Es más, aunque toda la izquierda ideológica se una para el 2014, si no van en alianza con otras fuerzas “no de izquierdas” y van solas, no llegarán a ningún lado.

Lo que quiero decir es que no se puede seguir hablando de la “unidad” de las izquierdas en abstracto sin la existencia de un proyecto o programa político, en este caso electoral, que convoque a amplias fuerzas sociales, no solamente a lo que llamamos nosotros fuerzas populares porque eso no corresponde a la realidad política de nuestro país. En Panamá, el movimiento popular, en las condiciones en que se encuentra, todavía no es fuerza suficiente para enfrentarse y vencer por si solo a los partidos de la oligarquía y de la burguesía.

–¿Qué hace falta que pase en Panamá para que se logre una unidad para lograr un gran frente?

–En Panamá hace falta una vanguardia revolucionaria que con una política correcta, sea capaz de ayudar a construir una fuerza política nueva, compuesta por los sectores populares, más los democráticos y progresistas. Nuestras diferencias tácticas con otras izquierdas consisten en que, nosotros planteamos construir primero la fuerza política nueva para después pasar a construir el partido electoral o que construyendo la fuerza nueva a su vez construyamos el partido electoral o viceversa. Esto significa que el partido electoral tiene que expresar la composición de la fuerza política nueva. En resumen, la construcción del partido electoral de la izquierda ideológica no es el primer paso para vencer a la partidocracia.

Las bases torrijistas

–¿La izquierda puede llegar al poder en Panamá, sin tomar en cuenta al torrijismo de base?

–Las bases torrijistas nada tiene que ver con el PRD. Por eso, estas deben ser tomadas en cuenta como parte de la nueva fuerza política de que hemos hablado. Aprovecho para manifestarte que no debemos ver las cosas en bulto. El PRD ni ninguno de los otros partidos son homogéneos y actualmente todos están atravesando por serias crisis internas que los pueden conducir a su división, su debilitamiento o hasta su destrucción. Esto quiere decir que hay que tomar en cuenta las contradicciones internas de esos partidos para aplicar una táctica efectiva, eficiente y eficaz. Nuestra política hacia esos partidos la llamamos ¡pechi!

–¿La derecha panameña está pasando por una crisis, al contar con el rechazo del pueblo hacia sus tres partidos políticos?

–Es cierto que la derecha panameña y sus organizaciones políticas están atravesando por una profunda crisis. Pero, esto no nos debe llevar al triunfalismo. La derecha por sí sola no se va a destruir, hay que derrotarla y para eso hace falta la fuerza que la derrote. ¿Cuál debe ser esta fuerza? ¿Quiénes deben componerla? ¿Cuál es el enemigo a vencer en estos momentos? ¿Cuál debe ser la amplitud de esta fuerza? ¿Cuál debe ser la forma de organización que debe tener esta nueva fuerza? ¿Qué debe unir a los sectores y fuerzas tan diversas que deben componer la nueva fuerza? La respuesta correcta a estas interrogantes es el camino que nos puede conducir al triunfo.

Para nosotros, todos los que lleguen a formar parte de esta nueva fuerza, que se plantea el objetivo de derrotar a la derecha del Partido Cambio Democrático, ya sea en las elecciones del 2014 o antes, los consideramos desde el punto de vista político, de izquierda, progresistas y democráticos, independientemente de la ideología que profesen. Por lo tanto, la nueva fuerza que se propone construir y el partido electoral que la exprese, no puede ser ideológicamente de izquierda o sea no puede ser marxista, aunque en ella hayan marxistas y comunistas.

Terreno abonado

Este planteamiento y la perspectiva que proyecta, encuentra condiciones favorables en el país. Ello lo confirman las luchas contra el autoritarismo del gobierno, en 2010 en Changuinola, en 2011 en la Comarca Ngäbe-buglé y en la provincia de Colón este año, con un saldo total de más de 10 muertos producto de la cruel represión de los aparatos policivos y militares del gobierno del presidente Martinelli. Estas luchas han elevado el nivel de conciencia del pueblo panameño en general, su grado de unidad, de organización y de sacrificio y disposición a la lucha. Hasta ahora, esa unidad alcanza los niveles de “unidad de acción”.

Han proliferado las organizaciones o frentes, destacándose el Frente de Defensa de la Democracia y el Frente Amplio Colonense. Hay que resaltar también, la capacidad de lucha demostrada por las poblaciones originarias de la Comarca Ngäbe-Buglé, su organización, espíritu de sacrificio, movilización y capacidad de convocatoria. Como resultado de esta ofensiva del movimiento popular y el repliegue del Gobierno, se ha producido el fenómeno inédito de la participación de partidos de la burguesía (ideológica y políticamente de centro derecha), en algunas organizaciones populares y en apoyo de algunas de sus luchas.

Oficialmente los partidos Re­vo­lu­cionario Democrático, Pa­na­me­ñis­ta y Popular, forman parte del Frente de Defensa de la Democracia y sus representantes legales llegaron a firmar un programa de este frente. En la crisis de la Provincia de Colón, organismos empresariales como la Cámara de Comercia de Colón y la Asociación de Usuarios de la Zona Libre de Colón de hecho, quedaron del lado del movimiento popular organizado en el Frente Amplio Colonense y en la fase actual de negociaciones tratan de actuar juntos enfrentados al gobierno.

–¿Qué haría la derecha en Panamá?

–Esto no es un secreto en Panamá. El partido Cambio Democrático del presidente Ricardo Martinelli, ha hecho todo lo que tenía que hacer para quedarse en el gobierno, como dice él, “repetir”. El Poder Ejecutivo (léase el Presidente) controla actualmente los otros dos órganos del Estado, los poderes Legislativo y Judicial. Además, tiene fuerte presencia en el Tribunal Electoral y manda en las fuerzas represivas, policías y militares. En las últimas semanas le aumentó el salario a los altos oficiales, emparejándolos con los salarios de los ministros. En estos momentos, todo hace pensar que estaría dispuesto a llegar al extremo de realizar un gran fraude electoral.

–Frente a esto, ¿cuál sería la respuesta?

–La gran tarea pendiente, por parte del movimiento popular, es la definición de su participación en las elecciones de 2014, si se llega a estas. Como se presenta el panorama, la mayor cantidad de candidaturas populares, hipotéticamente, se podrán lograr por la vía independiente o de libre postulación y no a través de partidos. Este proceso se ha iniciado y ya existen precandidatos populares para aspirar a los distintos cargos de elección popular, incluyendo el de la presidencia.

Del lado de fuerzas políticas de la burguesía, opuestas al gobierno de Martinelli, estos sectores están agrupándose alrededor de un candidato que se presentaría por la libre postulación o independiente. Si se diera por esta vía, sería algo muy novedoso, pues sería la primera vez en más de 100 años de vida republicana y a su vez, podría iniciar un proceso de disolución de los partidos tradicionales de la burguesía. Todo apunta a que estos sectores burgueses están tratando de crear un gran frente nacional electoral para enfrentar y derrotar al candidato a presidente del partido del gobierno, Cambio Democrático. Nuestra posición es que, en este rejuego político electoral, cual sea y como se presente, el movimiento popular no deber quedar por fuera.

Sin embargo, nuestro partido, el Partido del Pueblo, el partido de los comunistas panameños, marxista-leninista, revolucionario, no está atado solo a la vía electoral para el recambio del poder del Estado. Consideramos que se han creado las condiciones políticas, objetivas y subjetivas, para que se llegue a una Constituyente Soberana. Si esta orientación, consigna y bandera de lucha es hecha suya por la mayoría del pueblo panameño, todos exigiremos la aceptación y realización inmediata de dicha “Constituyente Soberana”. Lo que significaría que ella podría instalarse para sesionar, antes de la fecha de las elecciones nacionales, en mayo de 2014. Si esto se lograra, sería una “revolución” al estilo panameño.

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