jueves, marzo 28, 2024
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Declaración del 10 Pleno del Comité Central del Partido Comunista Colombiano

¡Por igualdad, soberanía y libertades: a la movilización por la paz y la justicia social!

Foto: Semanario Voz via photopin cc
Foto: Semanario Voz via photopin cc

El 10 Pleno del Comité Central del Partido Comunista Colombiano, reunido en Bogotá los días 12 y 13 de diciembre para discutir la situación política y el proceso de diálogo, así como trazar las tareas de las movilizaciones populares, los esfuerzos organizativos de la unidad y las elecciones locales de 2015, sintetiza algunos de los rasgos conclusivos principales de su quehacer de la siguiente manera:

Sobre el Partido y su política

Destaca el éxito del 15 Congreso de la JUCO y el papel de la JUCO en las movilizaciones en defensa del diálogo y del proceso de paz. Valora el elevado nivel de los nuevos cuadros que se incorporan al Partido y con quienes se debe discutir la mejor ubicación para el trabajo político. La organización sale fortalecida con un proyecto de unidad para el movimiento juvenil, con el empeño de reanimar la iniciativa estudiantil de la MANE, las marchas previstas de los estudiantes de secundaria y el impulso a las experiencias con la juventud trabajadora.

Así mismo, reconoce la gran contribución de las mujeres comunistas a la movilización de la mujer en respaldo al proceso de paz, que puede ampliarse con la reconstrucción de una organización de masas de alcance verdaderamente nacional.

En el esfuerzo por solucionar las dificultades existentes en varias direcciones regionales se deben priorizar las luchas populares y el impulso a la unidad, componentes indispensables para fortalecer la presencia electoral en los comicios de octubre de 2015. Estos prometen ser una prueba de fuego y a la vez, una oportunidad para los procesos unitarios en curso en la legítima batalla por disputar los gobiernos locales y ganar influencia territorial, en abierta competencia con la ultraderecha y la derecha tradicional.

Especialmente el uribismo trabaja planes demagógicos, cooptando consignas de la izquierda y del movimiento popular para continuar su campaña contra la solución política, exacerbar la polarización contrainsurgente y favorecer provocaciones contra quienes trabajan por la paz.

En el marco de la amplitud buscamos la coordinación y unidad de las fuerzas de la izquierda con el propósito de ensanchar su protagonismo al frente de los compromisos con las necesidades del pueblo y de las luchas del movimiento real. Un capítulo especial es la unidad de los comunistas que representa una tarea de excepcional trascendencia y de carácter constante, para la que es necesario persistir en los empeños de coordinación, educación y formación ideológica común, ahondar en la unidad de acción política y perfeccionar la iniciativa de una comisión común que elabore nuevas propuestas. El 22 Congreso del PCC debe tener en sus propósitos una mirada sobre el momento histórico, el conjunto de una situación política en movimiento y los temas de la unidad.

Los puntales políticos del Frente Amplio

En esa ruta el norte es fortalecer los espacios que permiten, de una parte, recuperar los nodos históricos de Unión Patriótica (UP), y de otra parte, canalizar las expectativas que la UP y Marcha Patriótica despiertan en la juventud y nuevos sectores ciudadanos.

En la perspectiva político electoral que encuadra la batalla con la ultraderecha y la derecha tradicional, el espacio operativo de reagrupamiento es la UP porque representa un acumulado de años en la lucha por la paz, por la democracia, por los derechos y libertades esenciales de todos, porque involucra una lucha ya histórica a favor de las víctimas de la persecución política anticomunista, contra la impunidad y por el derecho a la igualdad, por su estrecha vinculación con Marcha Patriótica a través de las regiones y núcleos locales y por significar una tradición de fidelidad a los principios, sin claudicación y sin doblegarse ante la guerra sucia.

La UP y Marcha Patriótica son puntales decisivos de la política de unidad que se expresa en el Frente Amplio por la Paz, la soberanía, la democracia y la justicia social. En la estrategia de fuerzas y de alianzas para hacer avanzar el proceso de paz, el Frente Amplio tiene que ser más que un frente de las izquierdas y, en consecuencia, atraer y ganar el compromiso de otras fuerzas políticas, organizaciones cívicas, movimientos de artistas y de la cultura, núcleos y corrientes independientes y sin partido.

El Frente Amplio es el factor impulsor y punto de apoyo del movimiento de convergencias por la paz con justicia social. Por eso tiene que incorporar a sus iniciativas a los movimientos obreros, sindicales y agrarios; indígenas, afro, raizales y Rrom, barriales, de jóvenes, de mujeres, géneros y diversidades sexuales, de desempleados y de la economía popular.

Al llamado del Frente han venido respondiendo las Iglesias y el movimiento ecuménico. Hay expresiones independientes en los partidos tradicionales que simpatizan con el proyecto de paz, soberanía, democracia y justicia social que encarna el Frente Amplio. Junto con Clamor Social por la Paz se impulsan las tareas comunes y hay coincidencia en la iniciación inmediata del proceso con el ELN y de los contactos de diálogo con el EPL. Un Primer Congreso del Frente Amplio podría tener lugar a mediados de 2015, según han previsto su reciente encuentro nacional y seminario.

Pasar a la ofensiva en la pedagogía y la cultura por la paz

Para superar el vacío entre el diálogo de paz y las urgencias de cambio para solucionar las monstruosas desigualdades existentes, el pueblo debe ver a las fuerzas de la paz defendiendo el proceso de paz, para lo cual hay que mostrar y explicar sus avances en los preacuerdos, en el alcance de las propuestas que allí se plantean y el la exigencia de que el Estado no gobierne en contravía de la solución política. En esta pedagogía desempeñan papel crucial el diálogo abierto en dirección a todos los sectores sociales significativos y también el compromiso de los artistas, intelectuales, músicos y poetas en la batalla del relato y la verdad histórica vinculada a la nueva cultura para la paz.

Además, democratizar y humanizar el proceso de paz exige avanzar en acuerdos para el desescalamiento de la guerra, a saber: cese de bombardeos, ametrallamientos, operaciones ofensivas desproporcionadas, cercos y retenes a los alimentos y la movilidad de la población, detenciones masivas de dirigentes populares, “falsos positivos” y redadas de reclutamiento en masa. Se requiere el reconocimiento, trato digno y humanizado, debido proceso y respuestas adecuadas a los movimientos, huelgas de hambre y reclamos de los presos políticos y prisioneros de guerra. Todo esto en el entendido de que el desescalamiento, como los pasos al cese al fuego, tienen que tener un carácter bilateral.

Es significativo e importante respaldar la reivindicación del delito político como expresión del derecho universal de rebelión que el régimen ha venido negando en la perspectiva de una restauración de la justicia, la superación del Estado contrainsurgente y la creación de las garantías democráticas no discriminatorias indispensables para construir la convivencia y la nueva cultura de la paz confiable y duradera. Es urgente parar las detenciones de dirigentes y activistas campesinos como los recientemente acaecidos en Sumapaz.

La consigna del cese bilateral al fuego y a las hostilidades conserva su vigencia prioritaria, con mayor razón cuando las FARC-EP han decretado un cese al fuego unilateral e indefinido con vistas a avanzar hacia un armisticio y un proceso constituyente.

Punto determinante de la participación social será la Cumbre mundial del arte y de la cultura por la paz que tendrá como momento culminante la movilización nacional del 9 de abril de 2015, cuya consigna principal será justamente la del cese bilateral al fuego y a las hostilidades para proseguir y llevar a feliz término el diálogo incluyente con FARC-EP, ELN y EPL.

Impulsar la movilización de masas por las exigencias populares

El gobierno de Santos no solo constitucionaliza el modelo de democracia limitada y militarizada con el llamado “equilibrio de poderes”, sino que calcula sostener la ofensiva para bloquear los eventuales acuerdos sociales de la paz con otra nueva reforma tributaria señalada como “estructural”, la ley de baldíos y el Plan Nacional de Desarrollo, entre otras medidas.

Se anticipa a descargar el impacto de la crisis económica en el pueblo cuando no logra conjurar el déficit fiscal agravado por la devaluación inducida desde Washington, acelerada por la caída de los precios del petróleo que alimenta los ingresos presupuestales, la reticencia de los multimillonarios a seguir financiando el gasto militar, el anuncio de mayor austeridad y la amenaza de nuevos impuestos. Todo ello indica que va a crecer la inconformidad y la movilización contra el neoliberalismo ligado a la guerra, modelo que el gobierno defiende como inamovible.

La protesta social reclama la mayor iniciativa de las direcciones obreras, la unidad de acción, la solidaridad y la vinculación de los objetivos a los cambios democráticos y a la solución política para la paz. El congreso extraordinario de la CUT y el de Fensuagro en 2015 exigen concentrar esfuerzos en la nueva dinámica que se requiere para impulsar las reformas sociales y políticas que son la esencia de la paz y que deben ser conquistas de la lucha popular. Las bases exigen mucho más de los dirigentes sindicales y de los gremios populares en defensa de los derechos y en los compromisos con la solidaridad.

En este contexto recobra sentido el llamado a emprender un proceso constituyente como parte de la vía para esos cambios.

Alerta sobre los peligros para la paz en el mundo

El curso de la crisis mundial puede ofrecer sorpresas pero, sobre todo, llama a la alerta sobre los peligros de graves amenazas de guerra que se ciernen en la agresión a Siria, las provocaciones en Ucrania contra la Federación Rusa y la hostilidad estimulada por el imperialismo contra Irán y la República Democrática Popular de Corea. Hay un rechazo latinoamericano a las sanciones económicas y los intentos de desestabilización apoyados por EEUU contra Venezuela. También se reclama el esclarecimiento de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzitapa en México.

¡Por igualdad, soberanía y libertades: a la movilización por la paz y la justicia social!

Comité Central
Partido Comunista Colombiano

Bogotá, diciembre de 2014

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