Desde 2022 se dio apertura al macrocaso 11 de la Jurisdicción Especial para la Paz, JEP, sobre violencia sexual y otros crímenes de género y orientación sexual en el marco del conflicto armado. VOZ habló con la exnegociadora de paz y exsenadora sobre la importancia de este caso en la reconciliación
Valentina Bolaño Senior
@Vale_BoSe
La Jurisdicción Especial para la Paz, JEP, el pasado 11 de julio de 2022 profirió por medio de Auto SRVR No.103 la aprobación de agrupación y concentración del macro caso número 11, el cual investiga los patrones de violencia sexual, género y odio, motivados por discriminación de género, orientación sexual diversa e identidad en el marco del conflicto armado.
La Sala de Reconocimiento del alto tribunal identificó patrones de violencia en análisis de los casos 08, 09 y 10, como mecanismo de control social que están asociados a los prejuicios contra las mujeres y las personas pertenecientes a la comunidad de orientación sexual diversa.
Así mismo, se explica el fenómeno de la circularidad de las violencias, el cual explica, que tras las violencias familiares, laborales, comunitarias y demás por parte de un actor armado, las víctimas están obligadas a salir de su territorio y ser expuestas a las mismas dinámicas de violencia en un lugar nuevo.
La importancia de la apertura del macro caso fortalece el acceso de las mujeres y las personas pertenecientes a la comunidad de orientación sexual diversa a la justicia y a la reparación desde la construcción de la paz en Colombia, la priorización y superación de los casos desde la verdad.
La JEP reconoce que, “como afirman las organizaciones, en el marco del conflicto armado, las violencias por prejuicio han sido centrales para los proyectos de dominación que establecieron los actores armados en el territorio, y han sido usadas para arrojar a muchas mujeres y a las personas con orientación sexual, identidad y expresión de género diversa contra un sistema de dominación de género concebido como ‘natural’”.
La mujer y el conflicto armado

Victoria Sandino, negociadora de paz, exsenadora de la República, constructora del enfoque de género en el Acuerdo de Paz como miembro de la subcomisión que logró que la violencia sexual fuera delito de lesa humanidad, no amnistiable ni indultable, conversó con VOZ sobre el rol de la mujer desde la insurgencia, la igualdad, el sistema machista y la importancia del macro caso 11 en la construcción de paz con enfoque de género.
¿Cuál era el rol de las mujeres en la insurgencia?
-Es importante iniciar identificando que aún persiste un conflicto armado social que desde una violencia histórica ha existido en nuestro país, que nos ha empujado y nos empujó a muchas colombianas y colombianos a empuñar un arma y en este caso, pues a nosotras las mujeres en la insurgencia, estoy hablando concretamente de las FARC–EP.
Podemos hablar del rol o del papel de la mujer en el marco de la insurgencia, en ese contexto las mujeres llegaban a la guerrilla por distintas razones, lo cierto es que estando en la insurgencia, las condiciones eran iguales para todos. Yo siempre lo he explicado que de alguna forma eran iguales. Por ejemplo, teníamos las mismas normas, los mismos derechos, el mismo reglamento. Y eso, por supuesto, nos daba unos niveles de igualdad bien importantes, me refiero que, cumplíamos las mismas tareas, cargábamos la misma cantidad de comida o de economía como lo llamábamos.
El machismo en la insurgencia
Pero, se sabe que existía mucho machismo al interior de la organización…
-Por supuesto. Lo que comento era un nivel no completo. Yo hoy asigno a que las mujeres no teníamos un papel destacado en la comandancia por temas jerárquicos machistas y de este sistema patriarcal, que eso al principio no se podía interpretar como una violencia propiamente, pero sí de alguna manera, un nivel de discriminación. En concreto, cumplíamos las mismas tareas, pero al desarrollar los niveles de representación o de mando, ahí las mujeres no estábamos tan destacadas.
La importancia del macro caso 011
Siendo una de las líderes de la subcomisión de género en el Acuerdo de Paz, ¿cuál es la importancia de la apertura del macro caso 11 de la JEP?
-Es muy importante y en esto sí quiero ser enfática, por todas las mujeres y, sobre todo, las mujeres víctimas de la violencia basada en género que se pudo llevar en el marco del conflicto, y no digo única y exclusivamente ejercida por la insurgencia sino también por las mismas fuerzas militares y en general por los grupos paramilitares. El problema es, ¿cómo logramos para que este macro caso pueda abordar todos los tipos de violencia que padecieron y ejercieron sobre las mujeres todos los actores armados?
Cuando estábamos discutiendo en La Habana el enfoque de género y también se estaba discutiendo concretamente el Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y no Repetición, uno de los aspectos que planteamos y que hablamos con los expertos, por lo menos de nuestra parte era que, el tema de la violencia contra las mujeres no podía ser catalogados como una condición de la lucha revolucionaria, es decir, ninguna lucha revolucionaria puede justificar una acción violenta contra las mujeres o contra el cuerpo de las mujeres, y tampoco si esto parte de las mismas fuerzas militares o incluso lo que hicieron los grupos paramilitares en muchas regiones del país.
Entonces, que se haga la apertura de este macro caso, es importante en materia de garantía de acceso a justicia y de reconocimiento de lo que sucedió con las mujeres en todo este periodo de conflicto que hemos padecido.
El acceso a la verdad y reparación
Como una feminista insurgente, ¿qué significa este paso de apertura del macro caso 011 para la construcción de paz?
-Yo lo miro desde el derecho y el acceso a la justicia de las mujeres, porque he tenido la oportunidad de hablar con muchas compañeras con procesos organizativos de reconstrucción.
Repito, creo que esto es un avance muy importante y hay que reconocérselo realmente al Acuerdo de Paz que haya posibilitado en el sistema de justicia transicional que se haga este ejercicio de acceso y, sobre todo, que a través del mismo haya garantías de no repetición, puesto que las mujeres no pueden ni podemos seguir siendo objeto, o territorio de guerra o de disputas en este caso, y eso es lo que ha sucedido en muchas regiones del país por distintos actores armados.
¿Qué resultados esperan con la apertura de este macro caso?
-Ojalá salga a la luz todos los hechos victimizantes que han vivido las mujeres y no solamente lo que hayan podido producir los integrantes de FARC-EP. Yo por lo menos comparto de que no pueden justificarse como parte de la acción revolucionaria, por supuesto que no, y tampoco de parte de las fuerzas militares que puedan justificar como acción del servicio.