Las fuerzas cósmicas que asignan el perfil profesional de los seres contingentes jugaron con dados cargados y le impusieron la impronta de poeta rebelde.

Julio Lamboglia y José Ramón Llanos
Seguros como estamos que la convocatoria a escuchar los poemas de José Luis Díaz-Granados y Sonia Truque, el día 4 de diciembre llenará el salón Manuel Cepeda del semanario VOZ, nos parece necesario presentar de manera sucinta una semblanza de los escritores que compartirán con el auditorio una parte de su ya extensa obra. En esta ocasión sólo nos ocuparemos del poeta y narrador José Luis Díaz-Granados, en la próxima edición destacaremos la obra de Sonia Truque.
Nos parece pertinente transcribir parcialmente la presentación que hiciera el poeta Julio Lamboglia del más reciente libro de José Luis Díaz-Granados en el Instituto León Tolstoi:
“Asistimos esta tarde a la presentación del “Laberinto”, Antología Poética de 1968 a 2008. En éste libro José Luis se muestra como lo que es: un Poeta Mayor. Poesía viva, inmensa, nostálgica en momentos. “Hoy he vuelto a ver a mi padre, 30 años después de haberlo acompañado a la estación del silencio” poema el Reencuentro.
Es un hombre caribe como lo dice en “El otro lado de la estrella”…. Frente al mar imaginé cada uno de mis cinco o más sentidos.
Pero Bogotá lo acogió desde niño “La vida durante medio siglo fue una calle de Palermo, en Bogotá la Andina, mi ciudad con los espejismos del aguardiente Néctar y el olor a yerbas de las putas de la 13”. Poema el hechicero.
Es José Luis un arquitecto, un alquimista de la palabra, le rinde culto es la esencia: “Ellas se nombran solas, se inventan en el sueño, habitan la obsesión y peregrinas danzan por las hojas en blanco donde descansan ávidas, esperando unos ojos que las vuelvan a la vida”. Poema Palabras.
Este libro hay que leerlo porque es poesía pura, sin artificios es poesía que redime, porque la poesía es redentora.
El otro José Luis, el comprometido, el militante, lo que lo llevó al exilio en Cuba y lo dice él mismo en su poema “Condiscípulos”. “Yo escogí el partido de la vida y a esa escogencia reverencio y canto”.
Cuando mencionamos a José Luis Díaz-Granados, el oyente piensa en el poeta galardonado muchas veces. Por esa razón, tiene la percepción equivocada que solamente escribe poemas. Pero no. El escritor samario, aclimatado hace lustros en Bogotá, es además un excelente ensayista y narrador de novelas y cuentos. Algunas narraciones orientadas hacia la imaginación y sensibilidad de los niños.
Las fuerzas cósmicas que asignan el perfil profesional de los seres contingentes jugaron con dados cargados y le impusieron la impronta de poeta rebelde. A los trece años participaba en un concurso de cuentos con una obra sobre el mundo guajiro que tituló Ziruma. Para esa época con audacia adolescente diseñó el plan de una novela con los recursos formales y estilísticos de lo más avanzado de la narrativa latinoamericana y del viejo mundo. He aquí en sus palabras ese plan: “El primer capítulo sería un relato tradicional en tercera persona y tiempo presente; el segundo estaría escrito en primera persona y en tiempo presente; el tercero, sería en segunda persona, o sea en forma de carta; el cuarto capítulo un monólogo; el quinto un extenso diálogo; el siguiente un monólogo interior, sin puntos ni comas y luego, otra vez como en el orden inicial.” He ahí retratado de cuerpo entero el escritor que había decidido ser y efectivamente lo es. Su obra múltiples veces galardonada lo demuestra.
La valoración positiva de críticos y lectores validan su obra. Además ha recibido numerosos premios: Premio de poesía “Carabela” (Barcelona España, 1968); Premio Nacional de Periodismo “Simón Bolívar” 1990; finalista del Premio “Rómulo Gallegos (Caracas Venezuela, 1987). Premio Nacional de novela “Aniversario Ciudad de Pereira” (Pereira 1994) – El 4 de diciembre tenemos la oportunidad de dialogar con ese eximio poeta, y con Sonia truque e Isabel Mayorga.