Las entidades bancarias extranjeras y las multinacionales en particular, ya se acostumbraron a burlarse de los trabajadores, sus organizaciones sindicales y hasta de la normatividad. El Estado es cómplice

Juan Carlos Hurtado F.
El Citibank es uno de los bancos más grandes del mundo que cuenta con alta trayectoria en el sector financiero colombiano. Además posee firmas outsourcing y call center para el cobro de cartera a clientes en otros países. Lo hacen por los bajos costos laborales permitidos por el Estado con las formas tercerizadas de contratación.
También se ha caracterizado por una conducta antisindical que desarrolla al impedir a los dirigentes sindicales acceder al diálogo y a una relación directa con los más de 2.200 trabajadores que tiene en todo el país.
Aun así, en sus diferentes entidades está en curso un proceso con el que reemplaza a trabajadores con antigüedad de años por aprendices del Sena para pagarles solo el 75% de un salario mínimo. También contrata a otros trabajadores por temporales.
El sindicato ha logrado mantenerse aunque con una baja afiliación por la persecución que se hace desde la administración de la entidad. A los dirigentes de la organización los han llamado a descargos por repartir boletines en las sedes. Lo hace con el argumento de que eso es hacer política en la entidad. Aunque cuentan con una convención colectiva, esta solo cubre a alrededor de 300 empleados.
“A los trabajadores se les pone horario hasta para ir al baño, si en otro momento tienen que hacerlo no se les permite. Tampoco se cumple el debido proceso; en un llamamiento a descargos le dicen a los empleados que les recomiendan renunciar, no afiliarse a algún sindicato y los indemnizan. No hay nada en lo normativo ni en el respeto por la persona”, comenta Manuel Beltrán, dirigente de la Unión Nacional de Empleados Bancarios, UNEB, sobre los abusos de las directivas de la entidad.
Los puntos más importes del petitorio presentado el 24 de julio pasado y que no tuvo arreglo, son el cubrimiento de la convención, respeto al derecho de asociación, indemnización por despido unilateral y estabilidad laboral, entre otros.
“Hoy día la postura del banco son contratos temporales, aprendices del Sena, pero nada directo que no aplique convención colectiva. Hoy un trabajador está durando máximo tres años, están sacando a los que llevan seis o siete años. Los sacan con presión”, anota, Manuel Beltrán.
Al cierre de esta edición los trabajadores estaban votando para ver si optan por tribunal de arbitramento o huelga para dirimir el conflicto. Pero advierten de las triquiñuelas patronales ya que alguna vez no permitieron la entrada de los testigos del Ministerio de Trabajo a las votaciones. Actualmente, mandos medios de la administración en Barranquilla le hacen firmar a los trabajadores una carta en la que dicen que quieren un tribunal para encontrar una solución al conflicto.