La captura de Andrés Araña, máximo jefe de los Comandos de la Frontera, sacude a una de las mesas con mayor expectativa de lograr un pronto acuerdo. De fracasar la negociación, Putumayo y Nariño serían los departamentos más afectados
Óscar Sotelo Ortiz
@oscarsopos
En vivo y en directo transmite W Radio desde Mocoa, Putumayo. El encargado de cubrir es el reconocido periodista Juan Diego Alvira. Creyendo que se encuentra en el parque de la 93 de Bogotá, el reportero aborda a una persona desprevenida y le pregunta su opinión por los Comandos de la Frontera.
El ciudadano se niega a emitir cualquier palabra, pero el periodista insiste. “Que no le voy hablar sobre eso”, le responde con disgusto el mocoano anónimo. Sin embargo, éste aprovecha los micrófonos y denuncia la acumulada corrupción en la reconstrucción de la capital del departamento de Putumayo, ocho años después del desbordamiento de tres ríos que dejaron 1.400 personas fallecidas, 400 heridas y más de 15 mil damnificadas.
Esta atropellada entrevista me recordó una visita al pueblo de Orito y a una conversación que sostuve en julio de 2024 con un dirigente social del territorio putumayense. La misma pregunta, pero en voz bajita y off the record. Lo sorprendente es que la respuesta fue una calca.
Frente a la insistencia, ese día aquella voz amplió un poco la información: “Los Comandos de la Frontera son los amos y señores del Valle del Guamuez, San Miguel y Puerto Asís, tres municipios limítrofes con Ecuador. Cualquiera puede ser uno de ellos, de hecho, yo puedo serlo sin que usted lo sepa”.
Captura de Araña
Los Comandos de la Frontera llegaron a los titulares nacionales por cuenta de un nombre, Giovanny Andrés Rojas, conocido en la guerra como Andrés Araña. En la noche del 12 de febrero, el máximo representante de este actor armado fue capturado en el norte de Bogotá por el CTI de la Fiscalía.
El problema es que esta situación se dio al cierre del tercer ciclo de negociación de paz con la Coordinadora Nacional Ejército Bolivariano, CNEB, estructura armada recientemente escindida de la Segunda Marquetalia y compuesta por los Comandos de la Frontera y la Coordinadora Guerrillera del Pacífico.
Lo grave frente a esta calamitosa aprehensión es que Araña tenía levantadas las ordenes de captura por su participación en la negociación con el Gobierno nacional. No obstante, los agentes del CTI de la Fiscalía llegaron al lujoso hotel del norte de Bogotá dando cumplimiento a una circular roja de Interpol.
De acuerdo a los documentos presentados, la captura corresponde a un pedido de extradición emitido por una corte del Distrito Sur de California. Los presuntos delitos serían un reciente envío de drogas hacia los Estados Unidos.
Entrampamiento a la paz
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Una vez se conocieron los hechos, automáticamente la palabra “entrampamiento” comenzó a circular no solo en la mesa de negociación afectada, sino en otros espacios de diálogo o que se esperan abrir al interior de la política de Paz Total. El primero en reaccionar fue el consejero comisionado de paz Otty Patiño, quien señaló que se trataba de una “trampa al proceso de paz”.
Por su parte, el jefe de la delegación de la CNEB, Walter Mendoza, aseguró en un video publicado desde las montañas de Nariño, que la paz quedó herida de muerte con la captura de Araña, pero también manifestó que la mesa de diálogos debe continuar en los territorios y de cara a las comunidades.
Además, es importante identificar el rebote que tuvo esta situación en otros actores armados. Por ejemplo, el autodenominado Ejército Gaitanista de Colombia o “Clan del Golfo” dijo que lo ocurrido fue una encerrona y que luego de esto ningún grupo armado querrá sentarse con el gobierno.
Desde otra orilla, el grupo Comuneros del Sur, estructura armada con presencia en Nariño y escindida del ELN, dijo desde su cuenta en X: “si no hay seguridad jurídica para los procesos de paz, seguiremos en las mismas”.
Finalmente, el jefe de la delegación de paz del Gobierno nacional con la CNEB, Armando Novoa, habló en una tensa rueda de prensa. Allí, el exmagistrado analizó lo ocurrido, informó que el presidente Gustavo Petro se encuentra al tanto de la situación y que una posible extradición de Araña depende de su decisión como jefe de Estado.
Asimismo, Novoa y el conjunto de la delegación del Gobierno nacional reciben con “optimismo moderado” el mensaje de la CNEB de seguir en una negociación con el objetivo de lograr un acuerdo de paz, eso sí, condicionado todo a una pronta libertad de Araña.
Finalmente, el abogado Novoa destacó los avances en el tercer ciclo de negociación, especialmente el referente a las transformaciones territoriales y al proyecto piloto de transición de economías ilícitas que se adelantará desde abril en la Laguna de Chimbuza y en Inda Sabaleta, ambos lugares ubicados en Nariño.
Putumayo
Frente a este embrollo, decidí contactar vía WhastApp a la misma fuente de Orito. Pidió que no revelará su nombre y mucho menos su trabajo comunitario. Dijo que lo sucedido con Araña ya comienza a tener efectos en el territorio, sobre todo cuando el 23 de febrero hay elecciones atípicas para la Gobernación de Putumayo.
“Andrés Araña no es un cualquiera. Es el jefe de los Comandos de la Frontera, grupo armado compuesto por elementos del antiguo Frente 48 de las Farc y Los Rastrojos. Se dice que tienen 2.000 integrantes, pero yo creo que son más”, dijo.
También se mostró molesto con la inesperada captura: “Más allá del señor Araña y que todos sabemos su rol en el ‘traqueteo’ de la región, la gente ya esta hablando que es una trampa parecida a la de Santrich. Es una lástima porque existía algo de esperanza con la mesa de paz”.
La fuente autoriza la publicación de sus opiniones, tanto las antiguas como las nuevas. Y con la misma celeridad que contestó las preguntas, asimismo borró el chat.