El pasado 27 de mayo, a partir de las 7:00 p.m., la Plaza de Bolívar fue escenario de una concentración de reservistas de las Fuerzas Armadas y simpatizantes que conforman el grupo autodenominado «La Ola Libertaria “, el cual mezcla reservistas y simbologías nazis
Naufrago PH
Esta organización, inspirada en las políticas de Javier Milei en Argentina, busca mezclar elementos de un capitalismo salvaje con ideología ultraconservadora hasta neofascista, intentando conectar con diferentes vertientes de la extrema derecha colombiana.
La convocatoria estuvo liderada por Jorge Enrique Castillo Latorre, mayor retirado del Ejército, y Germán Andrés Rodríguez Prieto, mayor retirado de la Armada, quienes figuran como cabezas visibles del movimiento. Según material documental obtenido por organizaciones antifascistas que monitorearon el evento y las publicaciones en redes sociales del propio grupo, el objetivo era crear un ambiente de amenaza previo al paro nacional convocado para el 28 de mayo y reiterar sus ambiciones explícitas de derrotar el gobierno de Gustavo Petro.

La documentación recopilada evidencia que este grupo alberga sujetos abiertamente fascistas que posan con el saludo nazi en sus videocomunicados y marcharon con el mismo gesto desde la Plaza de Bolívar hacia la Casa de Nariño para amenazar directamente al presidente Gustavo Petro: “Si Petro nos quiere meter una dictadura lo sacamos a punta de plomo. Téngalo por seguro. Si quiere sangre, sangre va a correr, si quiere muertos, muertos va a tener” afirmó un participante desde la tarima improvisada. El mandatario les sirve como blanco de su anticomunismo, pilar fundamental histórico de cada movimiento fascista, pese a que Petro está lejos de ser comunista o proponer reformas socialistas.
Un panorama de la extrema derecha contemporánea

Los líderes de «La Ola Libertaria» mantienen vínculos a nivel militar y político con figuras muy controvertidas. Entre estas conexiones se destaca la relación con el excomandante del Ejército Eduardo Zapateiro, quien, entre otros cuestionamientos, lamentó públicamente la muerte del narcotraficante y paramilitar «Popeye» y fue el responsable de la represión al movimiento social con al menos 80 muertos durante el Paro Nacional en 2021. También mantienen lazos con el representante a la Cámara del Centro Democrático José Jaime Uscategui, quien se declara «orgulloso» hijo del general condenado por la Masacre de Mapiripán, Meta, y con quien organizaron un campamento en el norte de Bogotá en los primeros meses de este año donde hicieron presencia también otros políticos como Miguel Polo Polo y Miguel Uribe Turbay.

Para su marcha de antorchas, los organizadores convocaron junto con un grupo denominado «Juventudes Hispanistas y Ortodoxas de Bogotá». Esta organización reaccionaria utiliza en sus apariciones públicas la «Cruz de Santiago», símbolo emblemático de la «Reconquista» y la colonización del imperio español, que posteriormente adoptaron diferentes organizaciones falangistas en España y que hasta la actualidad representa un vínculo simbólico entre vertientes ultraconservadoras y fascismos históricos y contemporáneos
El grupo también emplea la «Cruz de Borgoña», símbolo que los conecta de igual manera con diferentes actores de la ultraderecha como el partido Vox de España y con grupos neonazis que han operado en Bogotá en los últimos años, como «Tercera Fuerza» y «La Columna».
“Batallón Condor 88” y “Criminal Skins”

Para eliminar cualquier duda respecto a la orientación política del evento en la Plaza de Bolívar, se unió a la convocatoria el «Batallón Condor 88», organización que adoptó el nombre de la «Legión Cóndor», unidad militar de Hitler que apoyó a Franco durante la Guerra Civil española y cometió la masacre de Guernica. El uso del número «88» constituye un código neonazi común que representa el saludo «Heil Hitler».
El 1 de junio, se anunció en el blog de las “Juventudes Hispanistas” la conformación de la “Coordinadora Nacionalista de Bogotá” en la cual participan, entre los grupos ya mencionados, los “Criminal Skins”, responsables del brutal ataque a antifascistas en la localidad de Suba en febrero de 2025.

Este panorama de vínculos entre reservistas, parapolíticos y grupos paleolibertarios, ultraconservadores, neofascistas y neonazis que llaman abiertamente a la conformación de grupos de choque contra la protesta social y al golpe de estado contra Gustavo Petro resulta preocupante y puede cobrar mayor fuerza en la coyuntura de la contienda electoral del próximo año.
Para el 6 de julio los grupos mencionados están convocando a una “Gran Toma de Bogotá” con la ayuda del ideólogo mileísta argentino Agustín Laje, figura clave en el desarrollo de la «batalla cultural» del movimiento ultraderechista latinoamericano.
La articulación de estos grupos representa un peligro para la estabilidad democrática del país, especialmente en un contexto donde la retórica antigubernamental se combina con simbologías históricamente asociadas a regímenes fascistas y la promoción explícita de la violencia política alineándose con personas que la saben usar.
Mire el reportaje completo aquí: https://www.instagram.com/reel/DKaMaiUP0Kv/?utm_source=ig_web_copy_link&igsh=MzRlODBiNWFlZA%3D%3D