lunes, octubre 14, 2024
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Utopía en salas de cine

Se estrena en el país el documental Utopía de la cineasta Laura Gómez Hincapié. La pereirana decide hablar con su padre Fernando, militante comunista, sobre el mundo político y los sueños revolucionarios en los sesenta. VOZ habló con la creadora de la pieza cinematográfica

Eduardo Pulido

Laura Gómez Hincapié tiene una complexión más bien delgada, pequeña, tez blanca, ojos y cabello del color de algunas castañas, algo oscuro. Tiene una voz amaderada, algo rasgada como de oboe, habla con ese acento entremezclado e indeterminado de quien ha vivido en muchas partes. Es la menor de tres hermanas, hija de una pareja de comunistas, sus fotos y recuerdos de infancia, primera juventud y presente transitan por las banderas rojas y amarillas de los Primero de Mayo. De hecho, en el Día Internacional de la Clase Trabajadora, entre banderas, decidimos este encuentro.

Ha militado en el sentido estricto un par de veces, aunque su conciencia la ha llevado a empuñar su cámara. Esa es y ha sido su forma de lucha. Su trabajo audiovisual es el motivo de este diálogo. El 25 de mayo se estrena en Pereira –en los días siguientes a ello estará en estreno en diferentes ciudades del país– la película Utopía que trata sobre su padre, o bueno, sobre cómo lo ve, Fernando Gómez, un dirigente comunista que ha vivido en torno a las figuras de Marx y Lenin, que viajó a la Unión Soviética, habla ruso, que estuvo amenazado y vio morir y exiliarse a camaradas durante el genocidio de la Unión Patriótica, mientras su memoria se va desvaneciendo.

Hablamos con Laura sobre varios temas, dos horas de una conversación por Meet mientras intentábamos hilar una entrevista.

Memoria efectiva

Laura Gómez Hincapié

¿De dónde surgió la idea del documental?
-Estuve en Argentina entre el 2010 y 2016 estudiando en la Universidad Madres Plaza de Mayo. Allá el tema del cine documental y social es fuerte, hay muchos colectivos de diversos tipos comprometidos con muchas causas, luego llegué aquí a Colombia en el 2016 y estuve en todo lo que sucedió alrededor del plebiscito y sentí como si la historia se repitiera, ciertas permanencias que se resisten al cambio, al menos desde lo que había leído y me habían contado mis padres: La UP, El Caguán, así que pensé en realizar desde lo audiovisual algo que pudiera aportar a evidenciar ello, aunque no sabía muy bien que, creo firmemente en las otras formas de militancia política que existen en nuestra generación para crear consciencia.

Una militancia desde el lente de la cámara…
-El término militante ahora es más amplio, al menos lo es para mí, más de lo que lo es para mi padre. Por esos días los cambios en la memoria de mi papá empezaron a notarse, no es como si sucediera de un día a otro, al principio parecían olvidos normales de la edad, ya pasaba los 60 años, pero luego se hicieron más evidentes, así que tuve la necesidad de preguntarle antes de que olvide. También me pareció importante narrarles a las personas quién es él en su condición humana, es decir: muchos conocen su dimensión del comunista, pero quería también contar su dimensión como humano: como esposo, como padre con todo y sus grises.

Con esas reflexiones, ¿comenzó a materializarse la idea del documental?
-Así que en el 2017 inicié el proyecto de guion y la gestión documental, además inicié con la recolección del archivo fotográfico, sobre todo a tener una conciencia de los lugares y objetos de la memoria. Nuestra casa bien podría ser un museo: está llena de cuadros, libros, imágenes y pines, como hija de comunistas pensé que eso era muy natural, fue algo sorprendente cuando me enteré de que no todo el mundo tiene cuadros del Che en la casa, es una memoria política. Pero para mí también es una memoria afectiva.

Visión crítica

¿Cuál es su visión de la izquierda como hija de comunistas?
-Para mí es importante mostrar la hoz y el martillo, desestigmatizar la militancia y visibilizar el comunismo como una opción política; no obstante, siento que algunas de las apuestas comunistas están relegadas a otras narrativas, sobre todo en la generación de mi papá, siento que hay algunos ideales que no se ajustan del todo al mundo de hoy.

Por ejemplo, yo siento que milito políticamente así no me adscriba a un partido, mi papá representa el militante comunista de otro momento histórico, una militancia que es generacional y de la que yo me siento algo distante. Creo que uno puede ser crítico con ello, con los símbolos del Partido Comunista.

Si existen esas posturas críticas, ¿por qué hacer un documental cuyo eje es la militancia comunista?
-Es innegable la importancia que tienen por hechos como que muchos han dado su vida por defender una bandera roja. Quería mostrar en el documental sin temor las banderas que representan a quienes han creído y creen en la causa comunista, son imágenes que siempre han estado ahí, no son tanto los símbolos, sino las personas que siguen y creen en esos símbolos. Este documental también es una especie de diálogo generacional entre las distintas formas de militancia y por tanto de generar conciencia política.

Despatriarcalizar la izquierda

¿Por qué Utopía?
-Siempre he identificado a mi papá con esa palabra. Es un concepto luminoso. Cada generación tiene su propia utopía, sirve para no olvidar, está presente en la cotidianidad, en el buen vivir, es una posibilidad de ser consciente. Mi papá vivió y vive un proyecto de utopía llamado comunismo.

A propósito, ¿cómo están ahora sus padres?
-La película es en parte un duelo ante la pérdida de lucidez de Fernando, por fortuna hemos tejido una red de cuidados y afectos alrededor de él. Algo que nos ha parecido bello es que él no olvida la militancia, su memoria más presente es su militancia política.

Pero aprovecho la pregunta para hablar de mi mamá, Ruby, ella es la primera feminista que conocí, mucho antes de que el tema fuera cotidiano. Mi mamá es una gran comunista, fue la mujer que garantizó nuestra crianza y eso soportó la militancia de mi papá. Muchos revolucionarios arriesgaban su vida, pero gracias a que sabían que en sus casas había mujeres que se quedarían al cuidado de sus hijos y eso también me interesaba revisar y cuestionarlo.

Si bien la mayor parte de la película se centra en mi padre, mi mamá siempre está ahí, orbitándonos, ella va a estar muy presente en los espacios de diálogo que abriremos sobre la película en varias ciudades. Su voz es potente para dialogar sobre despatriacalizar la izquierda y a nosotros mismos, esa es una tarea en la que hasta ahora estamos trabajando.

Las fechas

¿En qué fechas se va a proyectar la película?
-El 25 de mayo se estrena en Pereira; el 27 de mayo se proyectará en Bogotá, en la Cinemateca Distrital; el 31 de mayo estaremos en el Colombo Americano de Medellín; el 10 de junio en la Cinemateca del Caribe de Barranquilla, y el 16 de junio en la cinemateca La Tertulia en Cali.

¿Algo más?
-Sí, me alegra mucho tener esta entrevista con el semanario VOZ, el mismo que nos leyó toda la vida mi papá, que hace parte tanto de nuestro pasado como de nuestro presente, es muy importante porque el periódico también hace parte de su memoria y seguramente se emocionará leyendo esta nota.

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