El 28 de septiembre es la fecha para promover a nivel mundial la legalización y la garantía de seguridad en los procesos de interrupción voluntaria del embarazo, IVE
Anna Margoliner
@marxoliner
Para la cultura judeocristiana, como en muchas otras, las mujeres cargamos dentro de nuestro cuerpo la culpa de todos los males de la humanidad. Por eso, desde el comienzo de los tiempos cuando Dios expulsó a Adán y Eva del paraíso, siendo ella la causa, además fue condenada al sufrimiento eterno con relación a su ciclo reproductivo junto con su descendencia. Así se explica, por ejemplo, que las mujeres debamos aguantar dolor porque “es nuestro castigo” o simplemente porque es “natural”.
La estructura patriarcal que deriva de allí, heredada a nosotros durante la colonia ha causado la estigmatización del cuerpo de la mujer, sus ciclos y el necesario control que se ha ejercido sobre su vientre. Este último reforzado durante la modernidad por la aparición del capitalismo y la búsqueda de mano de obra barata. No es de extrañarse, entonces, que las mujeres que tienen múltiples factores de vulnerabilidad sean quienes menos acceso han tenido al conocimiento sobre sus cuerpos y salud sexual.
En resumidas cuentas, social y culturalmente, se ha mantenido como un tabú la relación de las mujeres con su cuerpo y actividad sexual debido a los parámetros religiosos sobre la vida pública y privada de ellas. Por otro lado, el sistema económico que existe propende hacia el control de natalidad, buscando mantener la cantidad necesaria de obreros para su mantenimiento.
Qué es y porqué el 28S
El Día de la Acción Global por un Aborto Legal y Seguro es una jornada internacional que se celebra cada año para promover la conciencia sobre la importancia de garantizar el acceso a abortos seguros y legales en todo el mundo.
Esta fecha se ha convertido en un momento clave para que defensoras de los derechos reproductivos, organizaciones feministas y personas en general se unan para abogar por el derecho de las mujeres a tomar decisiones sobre su propio cuerpo.
Durante esta jornada, se organizan eventos, marchas, manifestaciones y actividades en numerosos países para llamar la atención sobre las barreras legales, sociales y económicas que muchas mujeres enfrentan al buscar un aborto seguro y legal. Siendo su objetivo sensibilizar a la sociedad y a los gobiernos sobre la necesidad de eliminar las restricciones injustas al acceso al aborto y garantizar que las mujeres tengan acceso a servicios de salud reproductiva seguros de alta calidad.
Según Mujeres en Red, la historia de la convocatoria es reciente: “En el V Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe celebrado en Argentina en 1990, la Asamblea del Movimiento Feminista Latinoamericano, tomando en cuenta que las complicaciones por el aborto inseguro y clandestino constituyen la primera causa de mortalidad de las mujeres en muchos de los países de la región, decidió declarar el 28 de septiembre como el Dia por la Despenalización del Aborto”.
Esta fecha fue escogida gracias a la propuesta de la delegación brasileña que quiso conmemorar el día en que se promulgó en dicho país la Ley de Libertad de Vientres, en la cual se consideraron libres a los hijos de las mujeres esclavas nacidos a partir del 28 de septiembre de 1871.
La legalidad y disponibilidad de servicios de aborto varían ampliamente en todo el mundo, siendo Latinoamérica uno de los lugares donde más se ha promovido la lucha para la garantía de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres. En Colombia existe la despenalización del aborto desde el 2022, sin embargo, el reto existe ahora en la implementación de una política pública que permita ampliar la cobertura del acceso a este derecho.
Estándares para un IVE seguro
En la resolución 051 del Ministerio de Salud se recopilaron los estándares constituciones, reconocidos por la Corte que garantizan la atención integral para las IVE de forma segura. Dentro de ellos se encuentran los siguientes, según lo menciona La Mesa por la Vida y la Salud de las Mujeres:
“La atención integral en salud para la IVE es esencial y de carácter urgente y, por lo tanto, se debe garantizar en todo el territorio nacional, en todos los niveles de complejidad y en cualquier etapa del embarazo. Así mismo, siempre se debe llevar a cabo de manera inmediata y, solo en casos excepcionales y justificados, se podrá prever un plazo de hasta cinco días calendario, a partir de la solicitud de la IVE, para realizar efectivamente el procedimiento.
“La atención y los procedimientos relacionados con la IVE son gratuitos pues están incluidos en el Plan de Beneficios en Salud y son exentos de copagos y cuotas moderadoras. El tiempo de gestación que deberá tenerse en cuenta para saber si es necesario identificar alguna causal, debe ser aquel en el que la mujer solicite la IVE y no en el que se programe el procedimiento.
“Los profesionales de la salud deben guardar estrictamente el secreto profesional en los casos de IVE. Por ello, no es procedente que realicen algún tipo de reporte o denuncia penal durante o después de la atención pues se trata de un derecho fundamental y servicio de salud esencial, y no de un delito.
“Las niñas y adolescentes tienen derecho a la IVE y pueden decidirlo autónomamente sin que se necesaria la autorización de sus padres o terceros. Su deseo de interrumpir o continuar con el embarazo prima sobre los deseos u opiniones de sus padres o representantes legales, aun si ellos no están de acuerdo con su decisión. Las mujeres extranjeras en condición migratoria regular e irregular tienen derecho a acceder a la IVE dentro del sistema de salud colombiano y dicha atención estará exenta de cobros”.
Cómo vamos
Hasta el momento, persisten las inconsistencias a la hora de solicitar una IVE en Colombia, debido a la necesidad de la creación de una política pública que apoye y dirija la decisión de la Corte Constitucional. A pesar de las cifras que alarmaron y promovieron el movimiento de Causa Justa.
Según esta organización estos son los principales obstáculos: “desconocimiento del nuevo marco legal por parte del personal de salud; desatención al derecho a la información por parte de las entidades de salud; solicitud de requisitos innecesarios para acceder al IVE; falta de respuesta o respuesta tardía ante las solicitudes de IVE; uso inconstitucional de la objeción de conciencia; interpretaciones restrictivas del nuevo marco legal; falta de adecuación en los protocolos internos de atención en las instituciones de salud; fallas en el sistema de referencias médicas y violencia o tratos discriminatorios en los servicios de salud”.
Esto nos indica que la jornada sigue siendo más que necesaria y se evidencia la precariedad no solamente en el sistema de salud colombiano, sino también las dificultades a las que se enfrentan las mujeres para decidir sobre su cuerpo.
