Nelson Lombana Silva
Una investigación realizada por Alex Marín y Viviana Londoño, aparecida en el Espectador[1. El Espectador, domingo 7 de abril de 2013, páginas 30 y 31.], señala que entre los diez departamentos con más títulos mineros figura el Tolima, ocupando exactamente el sexto lugar. Lo encabeza Antioquia, con los siguientes datos: materiales de construcción, 450 títulos y un área de 84.008 hectáreas; oro, 938 títulos y un área de 909.014 hectáreas; carbón, 69 títulos, área 67.439 hectáreas; materiales minerales, 72 títulos y un área de 27.957 hectáreas; sal, un título, área 57 hectáreas; todos los minerales, un título y un área de 100 hectáreas.
Los otros departamentos son: Boyacá, Cundinamarca, Norte de Santander, Santander, Tolima, Bolívar, Caldas, Cesar y Valle del Cauca. Una cifra global de acuerdo con el trabajo que venimos considerando señala que los títulos vigentes en Colombia son 9.439 y un área total de 5’259.645 hectáreas; en su inmensa mayoría cobija la imponente región Andina.
Los datos sobre el departamento de Tolima que presenta este trabajo investigativo son los siguientes: carbón, 4 títulos, área 1.021 hectáreas; materiales de construcción, 301 títulos, área 47.251 hectáreas; oro, 221 títulos, área 350.288 hectáreas; otros materiales, 31 títulos, área 14.213 hectáreas; otros metales, 6 títulos, área 481 hectáreas; piedras preciosas, 2 títulos y 789 hectáreas.
Todos esos títulos son concedidos por el Gobierno Nacional a espaldas del pueblo, especialmente campesino, y se constituyen en verdaderas “puñaladas traperas” contra la Pacha Mama, es decir, la Tierra y el medio ambiente en su totalidad. Además, constituyen un atraco por cuanto son las multinacionales y transnacionales las que se llevan la riqueza y nos dejan los huecos. Todo ello a la sombra de la locomotora minero-energética de Santos y su combo, integrado entre otros por el traidor Angelino Garzón, en su condición de vicepresidente de la república.
Destaca el documentado algunos de los parques naturales afectados por esta delirante política antiambientalista e imperialista. Son entre otros: Paramillo, Orquídeas, Tatamá, Farallones, Puracé, Las Hermosas (Tolima), Nevados, Yariquíes, Pisba, El Cocuy y Yaigoje Apaporis. Además, títulos mineros directamente en páramos. El documento destaca: Roncesvalles, Tolima, Sutará y Santurbán.
“De acuerdo con la Procuraduría General de la Nación –dicen los investigadores– actualmente hay 37 títulos mineros en parques naturales, que comprometen un total de 36.155 hectáreas”, publica este periódico de circulación nacional. Dice también que la transnacional sudafricana AngloGold Ashanti, con más de 400 títulos, hasta ahora encabeza, especialmente en oro en Colombia. Las mineras más grandes, según este informe son: AngloGold Ashanti, Cementos Argos, Mineros Andinos de Occidente, Mineros S.A., Continental Gold, Negocios Mineros, Cemex, Holcim y Cerro Matoso. Adicionalmente, las principales empresas de carbón, son: Cimilpa, MPX, Carbones del Cerrejón, Prodeco y Drummond.
Estos datos develan los planes siniestros del capitalismo neoliberal de acabar con la naturaleza, la política antiambiental de un sistema en decadencia, pero que todavía le puede hacer mucho daño a la humanidad. Se convierte en consecuencia en reto no solo para los ambientalistas del mundo, sino para el pueblo en general. Surge la necesidad de globalizar la lucha contra esa política imperialista de las multinacionales y transnacionales.
La movilización programada en Ibagué (Tolima) para el 5 de junio, llamada “La V Marcha Carnaval”, debe ser contundente y en otras regiones del país se debería hacer lo mismo. Además, se debería con urgencia preparar un paro cívico departamental en Tolima y por qué no en otros departamentos. Hay que destacar la lucha de clases y a raíz de esta entender que los intereses de clases se contraponen y solo la movilización consecuente, organizada y politizada es capaz de echar atrás esta política imperialista. “Solo la unidad nos salva”, decía Bolívar.
