Yemen sufre desde marzo pasado una escalada en la crisis política interna, a partir de los devastadores bombardeos liderados por los sauditas para tratar de detener el avance de los rebeldes chiítas de la tribu huti, quienes combaten con fuerzas leales al exiliado presidente Abd Rabu Mansur Hadi.
El enviado especial de la ONU para Yemen, Ismail Uld Sheij Ahmed, busca respaldo regional e internacional para sentar lo antes posible en la mesa de negociaciones a los actores del conflicto, aseguró hoy un vocero de la Organización.
En declaraciones a la prensa, el portavoz del secretario general de Naciones Unidas, Stephane Dujarric, precisó que el enviado se encuentra en Abu Dabi, la capital de Emiratos Árabes Unidos.
Ismail estuvo hasta ayer en Riad (Arabia Saudita), como parte de sus gestiones para garantizar el apoyo a las pláticas, las cuales tendrían lugar en Ginebra, dijo.
Yemen sufre desde marzo pasado una escalada en la crisis política interna, a partir de los devastadores bombardeos liderados por los sauditas para tratar de detener el avance de los rebeldes chiítas de la tribu huti, quienes combaten con fuerzas leales al exiliado presidente Abd Rabu Mansur Hadi.
La ONU había anunciado para el 28 de mayo consultas dirigidas a encontrar una solución política al conflicto, pero fueron suspendidas.
Según Dujarric, el secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moon, espera que «muy pronto» pueda divulgarse la nueva fecha, sobre la que algunos medios de prensa señalan el 14 de junio.
Mientras continúan los esfuerzos para lograr el diálogo que ponga fin a la crisis y a su impacto humanitario en la población, Ban reitera su llamado a una nueva pausa en los combates, en aras de asistir a los millones de civiles afectados, subrayó.
El mes pasado, Arabia Saudita y los rebeldes huti pactaron cinco días de alto el fuego, utilizados por la ONU y sus socios para llevar alimentos, agua, atención médica y medicinas a una parte de los yemeníes.
Sin embargo, las agencias humanitarias alertaron que las cinco jornadas no bastaron para aliviar el sufrimiento de tantas personas.
De acuerdo con datos de Naciones Unidas divulgados la víspera, más de un millón de seres humanos dejaron sus hogares para escapar de la violencia, desde marzo pasado, cuando comenzaron los bombardeos extranjeros y aumentaron los choques armados entre los huti y las tropas leales al presidente reconocido por la ONU.
La gravedad de la situación también se manifiesta mediante los 12 millones de yemeníes urgidos de asistencia para comer y los daños en la infraestructura vital, derivados de los ataques aéreos sauditas y los combates en diversas partes del país de la península Arábiga.
