A propósito de Hip Hop al Parque 2023, VOZ conversó con el rapero cartagenero sobre su carrera, el contenido musical de sus canciones, el momento que vive el género en la región y la importancia de participar en el festival que celebra los cincuenta años del movimiento hip hop a nivel mundial
Aura Botero
“Mi nombre es Xuan Manuel Martínez, nacido y criado en el ‘pobvero’, sencillo, complicado, algunas veces grosero. Escritor por ocio, loco, mamador de gallo, fruto de una relación entre Abel y la vieja Mayo”. Así comienza la canción Indosmestikble, del primer LP que el rapero L’Xuasma publicó en 2017.
Xuan Manual es un rapero criado en uno de los tantos barrios populares de Cartagena, en el que se vacila a punta de champeta, salsa, reggae y con cualquier ritmo que sepa a Caribe, quizá un poco con la intención de olvidar que afuera hay polvo, pobreza y desigualdad. El sector Porvenir del barrio Olaya Herrera lo definió como ‘champetuo’, amante del reggae, pero rapero por convicción.
L’Xuasma creció bajo la cotidianidad adversa de Cartagena, donde toca contar cada moneda para intentar subsistir, trabajar duro bajo el sol inclemente para que tus hijos e hijas puedan algún día ‘ser alguien’, ser visibles ante un país centralista que tiene miles de estigmas hacia las gentes que hablan con ritmo y sazón, que entonan con pasión cada palabra que sale de sus bocas.
Por esta razón sus canciones incluyen sonidos de Cartagena y del Caribe colombiano, aunque cualquier despistado cuestione la pureza de su rap. Xuan Manuel reivindica la jerga y el dialecto sabroso del costeño, que sólo lo saben vocalizar ellos y ellas, criados bajo el calor y la fuerza de la voluntad.
Del break dance al hip hop
¿Cómo fueron tus inicios dentro de la música?
-Yo inicio en la música en el 2006, cuando tenía 12 o 13 años. Mi interés siempre estuvo enfocado en el rap, pero vivimos en una ciudad como Cartagena donde tú sabes que tenemos nuestros géneros autóctonos, que es la champeta y todo ese cuento. De hecho, yo me considero ‘champetuo’ porque yo crecí en el Olaya y tú sabes que eso acá es 24/7, un picó sonando con champeta y tal.
¿Desde el inicio cantabas rap?
-A mí me llegó el rap por un vecino, él lo escuchaba y me llamó la atención. En ese tiempo ni siquiera sabía que eso se llamaba rap o hacía parte de una cultura llamada hip hop, o sea, no tenía ni idea, simplemente me dejaba llevar. Yo empiezo como bailarín de break dance porque cerca de mi casa queda el centro cultural Las Palmeras, pero ni siquiera sabía que eso era break, yo simplemente lo hacía porque me llamaba la atención. Luego de llevar cierto tiempito bailando es que se me da la oportunidad de cantar. Llegué a la Biblioteca Distrital donde veía a gente rapeando, es decir donde veía a la gente haciendo la música que ya escuchaba pero que no tenía ni idea que se llamaba rap.
Ante de llegar a la Distrital, ¿habías intentado tener algún grupo de música?
-De hecho, mucho antes de empezar con el rap, hice parte de varios proyectos, uno de ellos una banda de reggae. Recuerdo que cuando quería entrar a la Universidad, deseaba estudiar música, pero a mi vieja no le gustaba eso. Ya tú sabes los estigmas, “que eso no sirve” “que la música no es una carrera” y tal. Entonces, antes del ingresar a la Universidad, estudié en el Servicio Nacional de Aprendizaje, Sena, estando ahí estudiaba con Alfred [amigo de Xuan y rapero cartagenero], y en ese centro donde estábamos había un estudio de grabación. Cada vez que podíamos nos escapábamos de las clases, nos íbamos al estudio y nos metíamos a grabar, porque siempre tuvimos la vaina de la música. En el Sena estudié producción multimedia y de profesión soy comunicador audiovisual.
La honestidad del rap
¿Sobre qué contenidos intentas hablar en tus canciones?
-En mi música trato de ser muy cuidadoso, muy honesto. Escribir vivencias y vainas de mi cotidianidad. A mucha gente le parece eso muy aburrido, pero ajá, yo no obligo a nadie a escuchar lo que hago. Lo importante es ser genuino, ser tú y hablar de lo que vives y sientes, porque eso que logras transmitir con la música, es lo mismo que le puede estar pasando a cualquier otra persona, en cualquier parte del mundo y en cualquier idioma. El rap en esencia es un género que se caracteriza por transmitir lo que tú vives, ser muy honesto con tu música.
La música que haces incluye sonidos y dialectos de Cartagena y del Caribe. Como artista, ¿por qué es importante reivindicar esos elementos?
-Uno nunca puede olvidarse de dónde viene. De hecho, el último trabajo que lanzamos hace ya un año, De La Pulpa, refleja mis raíces y de dónde vengo. Este álbum lo hice con El Arkeólogo, un productor muy reconocido de la escena nacional e integrante de los Alcolirykoz de Medellín. Fue muy bonito trabajar con gente que entiende con tanta facilidad la música. Es una vaina muy plena, ya. Una de las cosas que tuvimos en cuenta para poder hacer ese álbum fue como, él siempre me decía, “qué chimba poder incorporar esos sonidos de la música que a ti te gusta, tus influencias”. Poder fusionar esa música que me influenció a la música que hago ahora, me parece bien poderoso.
Eso lo podemos identificar en la canción ¿Qué les pasa?, muy pegada ahora en Cartagena…
-Con la creación de la canción le dije al Arke, “hey, sería qué cule nota hacer algo que suene a reggae sin que deje de ser rap”. Y él me dijo, “te lo tengo”. Lo que más me sorprendió fue cuando me dijo, “este ritmo lo tengo hace siete años, solo que no he encontrado a alguien que lo pueda rapear pleno”. Y ahí es cuando le muestro la canción que ya tenía escrita y le digo, “creo que tengo algo que puede funcionar ahí”. El resultado es una canción honesta que le gusta a la gente.
La escena Caribe
¿Qué aspectos consideras te han llevado al posicionamiento en el que estás?
-Creo que ha sido principalmente la constancia, la disciplina y creer en lo que uno hace. En la música he sido muy perseverante en la medida que he podido. Como te decía ahorita, también hago otras cosas. Yo soy realizador audiovisual, me desempeñó también en eso. Y lo importante también ha sido la gente con la que he podido llevar a cabo todo lo que hasta ahora hemos logrado. Porque no he sido yo solo. Hace varios años conocí a un pana, que es como mi hermano y es Jeisson Gómez, quien al día de hoy es mi manager y es el director creativo del proyecto L’Xuasma.
¿Cómo evalúas la escena hip hop en la costa, especialmente en Cartagena?
-Ahorita mismo está tomando fuerza, un ejemplo es lo que está pasando en mi caso. Siempre ha existido escena acá, solo que ha sido muy intermitente por varios factores. En Cartagena el rap no es un género en el que un artista pueda decir, “yo vivo de esta vaina”. Al día de hoy, y te soy sincero, a mí me está yendo bien con el rap, pero yo no vivo cien por ciento de esto. Hay muchos artistas de champeta que comenzaron rapeando y yo entiendo por qué se fueron hacer champeta, porque tienen que llevar la papa para la casa, y no los juzgo, porque criticar es no entender una ciudad como Cartagena y sus dinámicas.
El rap en Cartagena está creciendo, así como yo, hay un montón de pelados no solo acá, sino en ciudades como Barranquilla o Santa Marta, que tienen un talento increíble, que están ahí escondidos, que son un diamante que en algún momento van a salir del barro y van a brillar. Tengo fe que así va ser.
¿Qué significa para ti participar en Hip Hop al Parque 2023?
-Es una oportunidad increíble porque lo visualizamos hace un par años y trabajamos por eso, y saber que vamos a estar ahí, por muy minúsculo que sea pa’ mucha gente, es poderoso. Antes era impensable que un rapero de Cartagena estuviera en un escenario como ese. Sin embargo, hace un par de años estuvo MC Ari y ahí estuve acompañándolo. Ahora hay que hacerlo bien, pa’ que la gente que se identifica con lo que uno hace se sienta orgullosa.