Más nunca podré olvidar el estruendo de los bombardeos cuando el cielo y la tierra se fundían en una masa grisácea e hiriente… recuerdo las manadas rugientes de tanques alemanes avanzando sobre nuestra batería… las bocas ardientes y humeantes de los morteros… “Liberación”: Un filme de Yuri Bóndarev
Armando Orozco Tovar
Hay una tendencia en los seres humanos al olvido. Seguramente será un método de supervivencia. La memoria es el río de Heráclito, como lo dice Borges en un poema: “Acaso el manantial está en mí. /Acaso de mi sombra/surgen, fatales e ilusorios los días…”. Y Martín Walser dice: “…La memoria está hecha de la misma materia de la historia… La memoria, la historia, el lenguaje, yo: es todo uno”.
Han pasado 68 años, como agua bajo el puente de la memoria, desde que terminó la guerra que desoló a Rusia… cuando su nombre era Unión Soviética… Y Yuri Bóndarev escribió:
”Mi patria rusa es un país sufrido y animoso que ha pasado por todos los círculos del infierno, pero que pudo rozar la parte soleada del existir que yo denomino ‘la civilización socialista’, la cual quedará por siempre en nuestras conciencias, como también se perpetúa en nuestras memorias la proeza de la Gran Guerra Patria -salvadora de Rusia y de toda Europa…”.
El cineasta ruso trazó en el 2008 estas palabras, dirigidas al Instituto Cultural León Tolstoi y la Embajada de la Federación de Rusia en Bogotá, para la celebración del 63 aniversario de la victoria del pueblo soviético contra el fascismo.
-¿Pero quién es Yuri Bóndarev? -Nada más ni nada menos que el guionista del mejor filme, hecho en cinco partes, sobre la guerra que asoló a la URSS de 1941 a 1945, cuando las hordas nazi-fascistas invadieron su inmenso territorio para acabar con el Estado creado por V.I. Lenin en 1917. Costándole 25 millones de muertos esta agresión a la URSS…
El filme, como un deber de la memoria, recuerda la época en que Hitler orientó su guerra relámpago contra el país de los soviets, con el fin de privarlo de sus industrias de consumo y bélicas, para que toda la estructura del Estado proletario se vinera abajo. Pero el enajenado austriaco (Braunau am Inn, Imperio Austrohúngaro, 1889) no contó con la respuesta heroica del pueblo ruso, que pudo reorganizar su ofensiva en poco tiempo, amparado en la teoría de la guerra prolongada, y aumentar sus abastecimientos de consumo interno y su producción de armas de toda especie: aviación, cañones y tanques, para un día anunciarle al mundo la derrota definitiva de la Wehrmacht o ejército alemán.
Desde los primeros días de la invasión hitleriana se elaboró aquella estrategia económica-militar, con la cual se pudo derrotar su contraria o guerra relámpago: la Blitzkrieg.
El rodaje de la película duró seis años, dos años más que la propia guerra mundial. Recorrió las pantallas de 130 países. Cuando se presentó por primera vez la vieron 350 millones de espectadores. Él largometrista ruso, durante la contienda en su país, fue soldado de artillería antitanque en Stalingrado, el Arco de Kursk y el Vado de Dniéper, y recuerda:
“La guerra segó la juventud de mi generación. Habíamos cumplido 20 años y lucíamos de 40… Estos cuatro años nos hicieron comprender la sabiduría de la bondad… Porque atenerse a la verdad histórica, como lo hacemos en ‘Liberación’ es una máxima del pensamiento moderno…”.
El Instituto Cultural León Tolstoi, para conmemorar del 68 Aniversario del Día de la Victoria, presentará a las 6:30 pm en su teatro de la Calle 12 C No 3-86 la película: Liberación, de Bóndarev, desde el lunes 6 al viernes 10 de mayo. Entrada libre.
