VOZ reproduce el mensaje escrito por el hijo del recordado director de esta casa periodística, dirigente del Partido Comunista Colombiano y abnegado luchador por la paz con justicia social
Carlos Arturo Lozano Sierra
@CarlosLozanoSi
El 23 de mayo de 2018, hace 5 años, murió mi padre Carlos Lozano Guillén, luego de su última batalla contra el cáncer. Con él se fue parte de mí. Recibí su ejemplo de lucha por la paz, la unidad de la izquierda y el periodismo comprometido con las causas de la emancipación y la dignidad.
Lo acompañé desde niño en su actividad política. Sobrevivimos al genocidio contra la Unión Patriótica y el Partido Comunista. También a la Seguridad Democrática y la implacable persecución del Gobierno de Álvaro Uribe Vélez (2002-2010). Nuestra cotidianidad, cómo la de muchos, fue la guerra.
Mientras fue director del semanario VOZ accionaron explosivos en contra del periódico en varias oportunidades, intentaron borrarlo del mapa con 250 kilos de TNT que gracias a las denuncias de los vecinos fueron hallados en el platón de una camioneta a la espera de su arribo.
En varias oportunidades tuvimos información de sicarios pagados para asesinarlo. Las giras internacionales, varias al año, eran la estrategia para salvar su vida. Nunca el exilio fue una opción para él, tampoco para nosotros. El amor nos dio fuerza.
A pesar de todo la violencia alrededor, nos inculcó que todo valía la pena si insistíamos en la lucha por los cambios democráticos que necesitaba el país. No podíamos abandonar un pueblo que estaba siendo masacrado, Colombia merecía más que la guerra.
Durante más de 30 años facilitó conversaciones entre el Estado y las antiguas FARC-EP para alcanzar la solución política y negociada al conflicto armado. En ese camino abrazó la causa del Acuerdo Humanitario como medida necesaria para desescalar la guerra.
La estigmatización y el discurso de odio buscaba hacerlo vulnerable. El Gobierno colombiano intentó un montaje con los computadores de Raúl Reyes, pero el Gobierno francés lo abrigó otorgándole el grado de caballero de la Legión de Honor. A Uribe le dio miedo meterlo preso.
Por sugerencia del Gobierno cubano mi padre hizo parte de la etapa confidencial de las conversaciones entre el Gobierno de Santos y las antiguas FARC-EP, a pesar de tanta persecución siempre estuvo dispuesto a prestar sus servicios para alcanzar la paz.
No me queda más que agradecer a todos los que mantienen su legado vivo. Las nuevas generaciones de comunistas deben estudiar su vida y obra, para entender el papel del Partido Comunista en la lucha por la paz, la democracia y la justicia social.
