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Los retos de la MANE

Carlos Mario Restrepo, integrante de la Asociación Colombiana de Estudiantes Universitarios, y miembro de la Mesa Amplia Nacional Estudiantil (MANE) en entrevista

Luz Mireya Gallo

–¿Qué es lo que se está discutiendo en el ámbito de la educación superior?

–En estos momentos estamos en un contexto en donde se ha puesto en discusión el Acuerdo por lo Superior, el cual ha sacado unos lineamientos de política pública que contiene unos parámetros de la financiación de los universidades públicas, como también una definición de procesos de organización y gobierno estudiantil. Los lineamientos del acuerdo van de la mano con el modelo de gobierno.

El Consejo de Educación Superior (CESU) ha dicho que fue un proceso muy democrático, que tuvo presencia de muchos estudiantes, que había participado la MANE, el sindicato de profesores y maestros; pero estos foros no fueron tan incluyentes como ellos dicen, no fueron conocidos por la comunidad universitaria. Invitaron a la MANE pero no la tuvieron en cuenta para construir la metodología y forma en que se iba a desarrollar el CESU. Nunca se pudo concertar la metodología o un diálogo.

–¿Los estudiantes estuvieron informados de los acuerdos y decisiones tomadas para la redacción del proyecto?

–Los estudiantes obtuvimos los borradores del CESU porque el representante estudiantil logró presentarlo y compartirlo con toda la comunidad, pero nunca el CESU compartió algo o fue público para acceder a ellos. El documento final se presentó el 30 julio y salió el presidente Juan Manuel Santos presentándolo como el gran acuerdo democrático concertado entre el gobierno y la MANE, cuando no fue así.

–¿Cuál es la situación actual de la MANE?

–Ha tenido un proceso de estancamiento, afectada por el proceso del CESU, pero seguiremos coordinando el movimiento estudiantil en todo el país para convocar movilizaciones y luchas de carácter nacional, como lo fue el 11 de noviembre del 2011 en donde los estudiantes tomamos el poder y mandamos abajo la reforma a la ley 30, que ahora se llama distinto pero sus intenciones son las mismas.

La MANE tuvo problemas de burocratización y estancamiento. El espacio debe seguir existiendo, pero teniendo la esencia de un mecanismo de coordinación de movilización nacional. Seguiremos trabajando como MANE con unas nuevas dinámicas.

–¿La MANE anteriormente fue de solo estudiantes, qué sectores se agregan este año?

–Antes de que existiera la MANE, había otros espacios de coordinación estudiantil y un escenario que se llamaba la asamblea multiestamentaria, que es un espacio donde llegan sindicatos de profesores y los trabajadores, e incluso de padres de familia y otros actores que hacen parte de la vida estamentaria.

Las asambleas multiestamentarias de esa época no funcionaron, porque fue un error de la MANE no impulsar con los profesores y trabajadores en los escenarios de la multiestamentaria. La MANE estaba concentrada en movilizarse como estudiantes y vio a los profesores como un actor a sumarse y no para construir colectivamente. Entonces sí sigue la MANE, pero este espacio debe promover la multiestamentaria y trabajar de la mano con el profesorado y los trabajadores.

–¿Cómo se debe fortalecer la participación de los estudiantes?

–Nosotros creemos que debemos promover la construcción de consejos estudiantiles a nivel de universidades para estimular mayores espacios de participación.

–¿Las universidades privadas también se ven afectadas por el CESU?

–En términos de lo concreto y específico las universidades pareciera que no se ven afectadas, pero lo serán, porque incluso el gobierno en su reforma a la ley 30 proponía darle recursos a las universidades privadas pero si cumplían unos parámetros y criterios de calidad, entre ellos el cambio de pénsum y mejores instalaciones, lo que las obligaba a estar manipuladas por el gobierno para acceder a estos recursos.

Pero el problema central de las universidades está en el sistema de acreditación, el sistema de ingresos y también de la calidad y la democracia. Todas las universidades en su conjunto tienen autonomía universitaria, sin embargo, todas están sometidas a la inspección y vigilancia sin presencia del gobierno. En términos reales las universidades privadas no tienen un criterio tan fuerte a la inspección y vigilancia, se les ha dotado de mayor autonomía pero sus estudiantes no participan o no los dejan participar, sino que la autonomía funciona para el rector y sus funcionarios.

–¿El estudiante de universidad privada cómo se ve afectado por el CESU?

–No se van a ver afectados directamente pero van a tener un nivel de incidencia tarde que temprano. Por ejemplo, ha habido universidades privadas que no cumplen con los requisitos de calidad y son cerradas unilateralmente por el Estado sin darle solución alguna a los estudiantes. Si una universidad no cumple con lo que dice el gobierno, tendrá que cerrarse.

Otro problema es la financiación. Hoy por hoy los estudiantes de estratos bajos que por diversas razones no logran entrar al sistema de educación pública, están sometidos a un sistema crediticio del Icetex y fomentar la deuda. El gobierno sigue incentivando un sistema de créditos que seguirá siendo muy precario, que genera incertidumbre en los estudiantes y no seguridad financiera, porque después de graduarse la pregunta es “¿Cómo voy a pagar el Icetex?”, en lugar de ampliar los recursos para fortalecer la universidad pública para que ella pueda cubrir la demanda.

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