Entrevista con Danilo López Carrero, ex concejal del Espinal y candidato a la asamblea del Tolima por el Partido Comunista para conformar la lista unitaria de la UP.
Nelson Lombana Silva
El camarada Danilo López Carrero, cuadro importante del Partido Comunista, afirma sin rodeos que el régimen oligárquico intentó borrar de la faz de la tierra la tesis de la Unión Patriótica (UP), pero no pudo a pesar del terrible genocidio donde casi cinco mil de sus mejores cuadros fueron brutalmente asesinados. Por el contrario, hoy reverdece a lo largo y ancho del país con la esperanza que siempre le ha caracterizado.
Ante semejante desafío, el compañero López Carrero, que es el candidato a la asamblea del Tolima por el Partido Comunista para conformar la lista unitaria de la UP, propone cerrar filas de unidad y amplitud para que vuelva a ser la UP en esta sección del país esa fuerza arrolladora que fue sacada del escenario político literalmente a pura bala oficial. Las condiciones de hoy en día son distintas, sin decir que el régimen ha dejado de ser asesino, porque sigue asesinado, mintiendo y moviéndose en la cruda corrupción. Hay una perspectiva distinta, deja entrever el dirigente político.
Danilo López Carrero es ante todo un campesino consecuente, un sindicalista, un hijo del pueblo que toda su vida la ha dedicado a la causa noble de los pueblos sin medir consecuencias. Fue concejal por la UP en el municipio de Espinal, desarrollando una labor consecuente. Fue desplazado de este municipio siendo concejal, eso hace que hoy esté con vida contando esta historia y levantando con fuerza las inmaculadas banderas del Partido Comunista y de la UP.
Mañana sábado 16 de mayo, se realizará un taller departamental de la UP para estudiar sus estatutos y su programa, con la presencia de miembros de dirección nacional de esta organización política y viejos militantes de la UP del Tolima. El evento comenzará a las 2:00 p.m. en la calle 20 Nº 6-74.
De estos y otros temas habló el dirigente upeísta con la página web www.pacocol.org:
—Compañero Danilo López, siempre usted ha militado en la izquierda. ¿Cómo ha sido esa experiencia?
—Cuando yo tuve la oportunidad de dar mi primer voto, lo hice por la Unión Nacional de Oposición (UNO); en esa oportunidad votamos por un dirigente conservador que hizo parte de la lista de la UNO para la Presidencia de la República en 1970.
Desde esa época me vinculé a apoyar a los candidatos de oposición; luego, vino el Frente Democrático; en 1985, surge la UP, movimiento tan importante a nivel nacional. La UP es una coalición de varios sectores que hoy representa todo un acumulado histórico como fruto de muchos años de lucha y de participación de la oposición en elecciones. La verdadera oposición del pueblo contra este régimen sectario, asesino y antidemocrático.
Me vinculé a ayudar a organizar a la UP en el Tolima. En 1988, hicimos parte de una lista para el concejo municipal de Espinal y salimos elegidos.
—¿Qué hizo usted como concejal por la UP en Espinal (Tolima)?
—Hicimos conocer en el Espinal la verdadera oposición de izquierda democrática y consecuente. Yo le hacía la suplencia al compañero Luis Enrique Gómez. Unimos la comunidad, pusimos las organizaciones sociales a votar por un proyecto de oposición y tuvimos una importantísima votación.
Logramos ayudar en la construcción de un plan de vivienda, siendo hoy en día uno de los mejores barrios de esta población llamado Primero de Mayo. Además, defendimos la posición de los habitantes de un terreno del ferrocarril que iban a ser arbitrariamente desalojados para construir una pista de aterrizaje de avionetas de esas que envenenan el medio ambiente y son propiedad de los ricos. Ahí levantamos un movimiento cívico en defensa de los habitantes.
Defendimos a los vendedores ambulantes que iban a ser desalojados del parque principal, simplemente porque funcionaba un almacén importante de las grandes cadenas de los supermercados y del comercio a gran escala que es el Yep.
Eso nos sirvió para convencer a la comunidad de que la UP defendía los derechos del pueblo. Por eso nos eligieron.
—¿Cómo se salvó del genocidio que el Estado realizó contra la UP?
—Esa parte es la más complicada. En una reunión que tuvimos en la alcaldía, después de una sesión dura del concejo en la cual defendimos a un médico del Seguro Social que era víctima de la cruda persecución, los comandantes de la Policía, en especial uno nos dijo que tenía mucha preocupación por la seguridad de nosotros, especialmente por la mía. “Usted corre peligro”, me dijo.
Esa información fue evaluada por los compañeros de la dirección departamental de la UP y la conclusión fue que teníamos que abandonar la región. Así se hizo. Cambié de región. Eso fue determinante para hoy estar contando la historia.
—Según su criterio: ¿Por qué la UP perdió su personería jurídica?
—Por varios motivos. Por la antidemocracia que caracteriza a los caciques tradicionales de este país, los mismos que se han hecho dueños del poder con base en la violencia. Ellos vieron en la UP a un competidor serio que se proyectaba a gobernar municipios, departamentos y -¿por qué no?- el país.
Quizás advirtieron que la UP iba a cambiar las viejas estructuras de la clase reaccionaria, irracional y tramposa. Como no podían combatirla con ideas, usaron toda una persecución a sangre y fuego contra este promisorio movimiento que finalmente fue aniquilado y entonces, por sustracción de materia, se perdió la personería jurídica.
Murió la personería jurídica, pero no la esperanza y la combatividad. Eso es lo que explica que hoy nuevamente la UP sea una propuesta amplia y democrática con muchas posibilidades de colmar las expectativas del pueblo colombiano. No pudo el régimen acabar con la UP, con su historia ni con su proyecto político. Por eso decimos que renace la UP y eso lo vemos al recorrer el departamento del Tolima, como lo viene haciendo el Partido Comunista, levantando con orgullo y esperanza la bandera de la UP.
Mediante la presión nacional e internacional de amplios sectores democráticos, el Gobierno Nacional se vio obligado a restituir la personería jurídica. Es decir: no es una dádiva del régimen, es una conquista revolucionaria.
Aspiramos que algún día el Gobierno Nacional pare este baño de sangre contra la oposición en Colombia y la UP pueda llevar a la práctica sus propuestas e iniciativas, una paz duradera con cambios estructurales, democracia, de tal manera que todos podamos disfrutar a las anchas las riquezas de este país sin privilegios de ninguna naturaleza.
Hoy hay que decir que están disfrutando las riquezas naturales de Colombia las multinacionales y transnacionales, los monopolios, los grandes centros del comercio y los bancos. Son los únicos que se están beneficiando arrojando al país a una crisis sin precedentes en todos los espacios del conocimiento.
Esperamos que los diálogos de paz fructifiquen y la UP pueda ayudar junto a otras fuerzas de izquierda a construir un país democrático, soberano y digno para todos los colombianos. El Frente Amplio por la Paz es una prioridad y esa prioridad la viene planteando la Unión Patriótica.
