El discurso de “Región Caribe” es desempolvado cada cuatro años cuando hay elecciones presidenciales y aparecen los políticos de la corrupción bipartidista, ligados al paramilitarismo, culpables de que Colombia esté a punto de ser un Estado fallido.
Libardo Muñoz
Por Región Caribe en Colombia se entiende la espectacular porción geográfica comprendida entre las cordilleras Occidental y Central, hasta el mar Caribe. La Región Caribe colombiana es de las más atrasadas del país. Los indicadores de empleo, seguridad alimentaria, educación, inclusión y desarrollo en el Caribe están muy por debajo de los promedios nacionales. Hace pocos días el economista y codirector del Banco de la República, Adolfo Meisel, reveló escandalizado que en la Costa Caribe colombiana 700 mil personas no saben leer ni escribir.
Una situación desconcertante, que aleja a esta parte de la sociedad de un elemental liderazgo económico y cultural. La extensión territorial de la Región Caribe colombiana es de 132.288 Km2, es decir, el 11,6% de la superficie del país. La población del Caribe en 2010 era de 9.7 millones de habitantes, el 21,4% de la población de Colombia. Tiene 72 habitantes por Km2.
Componen la Región Caribe siete departamentos continentales: La Guajira, Atlántico, Bolívar, Cesar, Córdoba, Magdalena y Sucre, y un departamento insular, San Andrés.
Un 15,7% de la población del Caribe colombiano es afrodescendiente, 6,8% indígena y 77,5% carece de pertenencia étnica.
En 2007 el PIB per cápita en la Región Caribe era de 4.0 millones de pesos. La zona continental del Caribe colombiano tiene 1.600 Km de litoral. El área marítima es de 536.574 Km2 en el mar que le da su nombre. El sociólogo colombiano, fallecido hace pocos años, Orlando Fals Borda, es considerado el pionero en las investigaciones sociales sobre la Región Caribe y en asumir su definición como un área geográfica con vida y características propias.
Suma de desigualdades
Se le reconoce a Fals el hecho de haber insistido en una crítica de las deplorables condiciones socioeconómicas de la Región Caribe colombiana. Fals afirmó que, por la enorme suma de desigualdades sociales que la agobian, debe someterse a la construcción conveniente de un verdadero Estado, con equilibrio regional, a una revisión que la acerque a los cambios producidos por la dinámica poblacional, “reconocer que los límites formales de las entidades territoriales no pueden ser eternos o intocables, como lo cree la clase política”.
Los departamentos de Atlántico y Bolívar concentran el 50,9% del PIB regional costeño. Pero la principal ventaja competitiva de la Región Caribe es la internacionalización de las empresas a los mercados externos y su rica reserva medioambiental.
Desde 2010 se viene insistiendo en un proyecto para que la Región Caribe colombiana obtenga autonomía política y administrativa, sin depender de un gobierno central.
Para el 10 de octubre de 2010 estuvo prevista una consulta para obtener el respaldo ciudadano a la autonomía regional del Caribe. Se puso la fecha del 14 de marzo de 2010 para esa consulta en medio de unas elecciones legislativas, y la “papeleta Caribe” obtuvo 2’502.726 votos, con los cuales se invitó al Congreso Nacional a que haga una ley orgánica que instituya un ente territorial autónomo que abarque toda la región. La Región Caribe colombiana es hoy escenario de la injusticia social que excluye a una población multiétnica, de manera marcada en lo rural, mediante el despojo de la tierra.
En el Caribe colombiano se aplicaron con terrible dureza y falta de escrúpulos las fórmulas neoliberales que convirtieron todo en mercado, los más débiles llevan la peor parte sin tener en cuenta raza o pertenencia étnica. El discurso de “Región Caribe” es desempolvado cada cuatro años cuando hay elecciones presidenciales y aparecen los políticos de la corrupción bipartidista, ligados al paramilitarismo, culpables de que Colombia esté a punto de ser un Estado fallido.
