jueves, mayo 2, 2024
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Los caminos de la duda: Asamblea por la Paz

Este proceso convoca a organizaciones populares, sindicales y gremiales de todo el país, urbanas y rurales, a discutir y presentar propuestas sobre política minero-energética, desarrollo regional y construcción de paz, cultura de paz y postacuerdos.

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Alfonso Conde

En desarrollo se encuentran las cincuenta asambleas subregionales y las diez regionales preparatorias de la II Asamblea Nacional por la Paz. Este proceso, cuyo evento final se realizará en Bogotá los días 19 y 20 de noviembre, convoca a organizaciones populares, sindicales y gremiales de todo el país, urbanas y rurales, a discutir y presentar propuestas sobre política minero energética, desarrollo regional y construcción de paz, cultura de paz y post-acuerdos. Como parte del proceso se realizarán también conversatorios con empresarios, la academia, organizaciones sociales y el gobierno.

Esta Asamblea por la Paz, que apoya los diálogos de La Habana y la apertura de conversaciones formales con las otras insurgencias, es producto de la convención colectiva firmada entre la Unión Sindical Obrera del sector petrolero (USO) y la Empresa Colombiana de Petróleos (Ecopetrol) y expresa el convencimiento de los trabajadores del sector de la necesidad de contribuir, como debíamos hacerlo todos los colombianos, a la construcción de una nueva Colombia en donde quepan todas las visiones de sociedad, con garantía del respeto al derecho a la vida, el derecho a la igualdad política para todos, el derecho a los medios de vida, el derecho a disentir, a luchar y a rebelarse contra todo aquello que daña la dignidad humana.

El proceso es coordinado de manera tripartita por la dirección de la USO, la Universidad Nacional de Colombia en cabeza de su rector y el Ministerio del Trabajo; su financiación fundamental corre por cuenta de Ecopetrol, según lo pactado en la mencionada convención colectiva de trabajo.

Los comunistas, más allá de nuestra participación desde el sindicato petrolero, nos vinculamos activamente al proceso desde nuestra organización política y todos los espacios en donde tenemos presencia. Es una tribuna por la paz para ventilar nuestras propuestas sobre ese nuevo país que nos hemos comprometido a construir.

Desde esta columna extendemos invitación a todas las organizaciones populares a vincularse activamente al desarrollo de la Asamblea para alimentar y enriquecer el debate nacional sobre los ejes temáticos ya expuestos.

En medio del debate electoral que se desarrolla reiteramos nuestra consigna emanada del Congreso partidario que nos llama a luchar por paz, la democracia y la soberanía; ese es el marco general de nuestra campaña política y de eso se trata justamente este proceso constructor de la II Asamblea por la Paz.

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