En un consejo de seguridad presidido por el presidente Gustavo Petro y altos funcionarios del Estado, el ejecutivo toma medidas para enfrentar la crisis humanitaria y la agudización del conflicto armado en el departamento
Redacción VOZ
Este lunes 14 de agosto, el Gobierno nacional en cabeza de Gustavo Petro participó en un Consejo de Seguridad en el departamento del Cauca, por la delicada situación de orden público en la región, aumentada tras los hechos más recientes ocurridos en los municipios de Morales, Buenos Aires y El Carmelo, en el que se atentó contra la Fuerza Pública.
En este Consejo de Seguridad el presidente de la República anunció varias acciones político militares. La primera de estas fue la sustitución con dinero público de las economías ilícitas cocaleras del departamento, reemplazadas por economías lícitas como la cafetera, entendiendo que la violencia en el departamento del Cauca tiene una base económica la cual se debe sustituir.
Estas medidas estarán acompañadas por el Ejército Nacional, en el que se espera la participación del campesinado, de los movimientos sociales indígenas y afros en el departamento.
La segunda medida que definió el Gobierno fue la presencia de la fuerza pública para respaldar esa política de sustitución, en el que se hará presencia por tierra y mar con el objetivo de paralizar las economías ilícitas, garantizándole a la ciudadanía el tránsito a las economías lícitas.
Como última medida para controlar la violencia en ese departamento, el presidente anunció que cualquier negociación con los grupos armados debe tener como requisito, antes que un cese al fuego, es el cese de hostilidades hacia la población civil. Petro añadió que los ataques a los líderes sociales, a firmantes de paz, a comunidades indígenas, entre otras vulneraciones, no pueden ser antesalas de un proceso de diálogo.
Por su parte, Luís Eduardo Bravo, militante del Partido Comunista del Cauca, mencionó que la solución de la violencia para el departamento consta de que las voluntades de paz que hay en este momento, puedan conducirse metodológica y cronológicamente bien. Por lo cual, Jonathan Centeno, vocero del Proceso de Unidad Popular del Suroccidente Colombiano, PUPSOC, añadió que en el Consejo de Seguridad debía ser prioridad trazar una política de diálogo, en el que la apuesta central tenía que ser reactivar los diálogos con las Farc-EP, la instalación de la mesa de negociaciones y a la construcción de un protocolo claro que pueda contribuir a la salida de la crisis humanitaria que está viviendo la región.
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