miércoles, mayo 1, 2024
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Este 8 de marzo se proyecta hacia la paz

Esta fecha memorable es oportunidad para reivindicar los derechos de las mujeres y potenciar su lucha para la construcción de la paz

Comandante Victoria Sandino, Delegación de Paz de las FARC-EP.
Comandante Victoria Sandino, Delegación de Paz de las FARC-EP.

Redacción Mujeres

La redacción Mujeres del semanario VOZ busca que las mujeres participantes de la mesa de negociaciones en La Habana nos cuenten ¿qué significa esta fecha para ellas y qué importancia tiene la creación de la Subcomisión de Mujer y Géneros? Además, considera necesario que nos informen ¿qué aportes hace dicha subcomisión al resto de las mujeres que están luchando porque la paz en Colombia sea una realidad?

En diálogo con la comandante Victoria Sandino, delegada de las FARC a la mesa de negociaciones en La Habana

–¿Cuáles han sido los avances de la lucha de las mujeres en estos años?

–Las mujeres en el mundo hemos luchado y conquistado espacios importantes de participación, representación y movilización, que nos ponen en las primeras filas de las luchas en diferentes contextos por los derechos civiles, políticos, sexuales y reproductivos y, además, por la verdadera dignidad laboral de las trabajadoras y su reconocimiento en otros ámbitos.

No hay duda que el principal avance en estos 104 años de lucha lo constituyó el triunfo de la revolución socialista en Rusia, lo cual significó un salto cualitativo en la conquista de los derechos de las mujeres, en tanto que los nuevos estados realizaron profundas transformaciones que las liberaron de la carga que el trabajo doméstico y el cuidado familiar les imponía dentro de la cultura patriarcal que se alimenta del capitalismo.

–¿Qué mérito tiene para las mujeres de las FARC el 8 de marzo?

–El 8 de marzo tiene un significado muy grande. Siempre por estas épocas nos hemos dedicado a construir políticamente a las demás mujeres sobre las luchas de las mujeres en el mundo, en honor a las heroínas de las textileras de Nueva York. Así mismo en este duro trajinar político, hacemos diariamente grandes esfuerzos por la deconstrucción del sistema patriarcal que oprime a la humanidad. Esto significa que la práctica política debe estar cimentada en la organización de las mujeres para ser reconocidas como sujetas políticas y de derechos con enfoques diferenciales, sin distingos políticos, de etnia, o políticos.

Esta fecha también es importante para nosotras las guerrilleras, porque nos brinda un escenario de discusión sobre nuestros derechos a vivir en paz, sobre nuestro papel en la lucha revolucionaria y de reconocernos como hermanas que desde distintas orillas hemos transitado los mismos senderos. Nos recuerda, además, que debemos afrontar retos y entregar todo por un ideal de justicia.

–¿Cuáles son las principales reivindicaciones, de ustedes como guerrilleras, para el movimiento social de mujeres?

–Como guerrilleras somos parte del pueblo y por tanto del torrente de las luchas sociales y políticas de las personas pobres de la tierra.

En La Habana estamos en una etapa importante de discusión y elaboración, especialmente las mujeres de la Delegación de Paz. Nos encontramos recogiendo las distintas iniciativas que las mujeres colombianas han elaborado a propósito del proceso de paz. Como guerrilleras nos identificamos con las luchas y anhelos de las mujeres colombianas, resaltamos el empeño por terminar esta guerra fratricida contra el pueblo, sobre todo, el cese de las múltiples causas que generaron esta confrontación, como única garantía de no repetición. Todo esto para poner fin a todas las violencias contra las mujeres.

Es parte de nuestra lucha la inclusión de todas las mujeres que se ubican en distintas lógicas sociales y culturales y en todos los territorios, en los cuales se hace necesario que se empoderen de ellos, hacia un nuevo campo colombiano.

–Han participado varias organizaciones de mujeres con planteamientos para enriquecer la plataforma de la Subcomisión de Mujer y Géneros. ¿Cómo valoran ustedes esos aportes?

–Acogemos los aportes con mucho entusiasmo, por cuanto son insumos importantes para esta Subcomisión. Nuestro objetivo es plantear una propuesta integradora con las iniciativas, ojalá del mayor número de organizaciones de mujeres colombianas. Ha sido significativa la respuesta por parte del movimiento social de mujeres, ya que han hecho la tarea de revisar los acuerdos parciales alcanzados y hacer sus aportes a cada uno de los mismos. Nuestro propósito es que cada vez sean más los aportes para los puntos venideros, especialmente para el que discutimos en la actualidad en la mesa de negociaciones, como es el de Víctimas.

–¿En qué medida estos encuentros han servido para dialogar con el movimiento social de mujeres?

–Las mujeres que llegan a La Habana, aunque representan a muchas organizaciones, no son el número que nosotras deseáramos, puesto que los procesos organizativos de las mujeres son mucho más de los pocos que han participado, pero infortunadamente, esas son las reglas del juego que muchas veces nos impone el estado burgués. Lo ideal hubiera sido que estas conversaciones se realizaran en nuestra patria para así haber conversado con el conjunto de las mujeres y la sociedad.

–¿Cómo surgió la conformación de la subcomisión de género?

–Surgió a partir de recoger el clamor de las mujeres colombianas y de sus organizaciones, frente a la necesidad de participar de manera directa y activa en el proceso de paz, pero además, la preocupación de que en un proceso de paz tan importante que se está dando, es imposible que las mujeres que somos más de la mitad de la población quedaran inmersas en la generalidad de los temas.

También ha sido una exigencia de las FARC-EP poder tener un intercambio directo con el movimiento social y popular y con todos los sectores, así que frente a las mujeres vimos una gran oportunidad de poder interlocutar a través de la Subcomisión.

–¿Qué mensaje envían al resto de las mujeres colombianas este 8 de marzo?

–En primer lugar un abrazo inmenso y solidario. El mensaje es de esperanza y de lucha, esperanza porque tenemos la gran oportunidad de dialogar los temas de las mujeres que la historia ha ocultado y con los diálogos que estamos realizando, nuestro accionar político será de dimensiones menos dolorosas.

Desde ya las mujeres debemos tomar la palabra, discutir y participar en este proceso; en una posible Asamblea Nacional Constituyente, para lograr una destacada representatividad de mujeres para las mujeres, que permita garantizar los derechos humanos, políticos, económicos, culturales, ambientales de las mujeres y comunidades en general.

Una Asamblea Nacional Constituyente que garantice todos los derechos de las mujeres, especialmente los derechos políticos. La Nueva Carta Política será el elemento fundamental para cambiar las viejas costumbres políticas y que las mujeres podamos hacer prácticas políticas con rostro y mirada de mujeres.

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