El paso de clientes a Cafesalud hace parte de una estrategia gubernamental para fortalecer el negocio privado con la salud de los colombianos. Según expertos, el robo de billones de pesos quedará impune. Otro triunfo de la corrupción.
Juan Carlos Hurtado Fonseca
@aurelianolatino
Mucha incertidumbre se generó entre los más de cuatro millones y medio de usuarios de Saludcoop, cuando el pasado 25 de noviembre el Ministerio de Salud y Protección Social anunció la liquidación de esa entidad.
Los malos servicios, la falta de citas, la no entrega de medicamentos de alto costo, la ausencia de especialistas y los paseos de la muerte, vinieron a la mente de millones de colombianos que no entienden cómo la EPS Cafesalud, que recibe esa gran cantidad de clientes, puede responder por ellos cuando tiene miles de quejas y tutelas por malos servicios e incumplimientos. “Si no puede con los que tiene, cómo va a poder con esos millones que recibe”, se preguntan algunos usuarios.
No había pasado sino un día cuando en una de las principales clínicas de Saludcoop en Bogotá se presentaron fuertes manifestaciones de usuarios. El detonante fue la negativa de atención a una señora quien se desmayó en la puerta de urgencias.
Al lugar de la protesta en Bogotá arribó William Suárez, Defensor del Pueblo Regional para la ciudad, quien le dijo a este medio que harían un seguimiento preciso al periodo de transición y que permanecerán en la clínica para garantizar el cumplimiento por parte de las entidades. Asimismo, expresó que estarán al tanto de la situación de los trabajadores en cuanto a la cesión de contratos y los derechos laborales.
“Hay complicaciones porque de los siete sindicatos del grupo varios han manifestado que no les han dicho algo sobre sus contratos, por eso vamos a nombrar unos abogados especializados para que revisen cómo se hace la transición laboral y que se respeten los derechos de los trabajadores”, concluyó el Defensor del Pueblo Regional.
Alta corrupción
“La liquidación de esta EPS es un paso necesario para darle solución definitiva al tema de Saludcoop. Esta es una estrategia que fue planteada con el objetivo primordial de: garantizar la atención de los usuarios, proteger de una posible quiebra a más de cuatro mil prestadores y respetar los derechos laborales de los trabajadores, minimizando el uso de los recursos públicos”, fue uno de los argumentos del ministro de Salud, Alejandro Gaviria, para justificar la decisión.
También explicó que los afiliados a Saludcoop serán atendidos en los mismos puntos de atención e IPS, porque Cafesalud tiene contratos disponibles para garantizar los servicios.
VOZ habló con Yesid Camacho, fiscal de Anthoc, organización sindical del ámbito nacional que afilia a trabajadores del sector salud, quien comparó el actual proceso con el que hicieron hace años con el Seguro Social: “Cuando plantearon liquidarlo primero lo escindieron y pagaron mucho dinero para hacer un estudio de viabilidad de las Eses o de lo que eran las clínicas del Seguro, le quitaron los derechos a los trabajadores y a los años dijeron que no eran viables y las liquidaron. Cuando la Superintendencia de Salud recibió al Grupo Saludcoop eran 16 empresas y en este momento son más de 76, porque ya intervenido por la Supersalud empezó a separar las clínicas de Saludcoop -por eso los corruptos son el Gobierno y la Supersalud-, y en estos últimos meses llamaron a los trabajadores a hacer la sustitución patronal; de tal manera que cada clínica ya no pertenece al grupo sino que es un ente independiente que se comportará como una empresa aparte. El problema es que el pasivo de los trabajadores de esas clínicas, que era de Saludcoop, se lo pasan a la clínica. Esas clínicas nacen endeudadas al punto que en pocos años van a estar diciendo que no son viables y que hay que liquidarlas”.
Estrategia de robo
Por otra parte, el presidente de la Federación Médica Colombiana, el doctor Sergio Izasa, aseguró que todo el proceso es una gran irresponsabilidad del Estado, que no hay a quién cobrarle, a quién reclamarle la defraudación; y que será del bolsillo de los colombianos que se pagarán las deudas.
“Esto es una muestra de cómo se dan los procesos de privatización en el país, sobre la base de la extracción de dinero, luego la pérdida de este, la pérdida de los responsables y finalmente, fortalecer una empresa netamente privada. Es una estrategia de robo de dinero, de robo de capital”, anotó el médico.
“Lo que está pasando es sacar plata de un bolsillo de un corrupto para pasarla a otro bolsillo del mismo corrupto; pasan los afiliados a Cafesalud, subsidiaria del mismo grupo; pero lo más pulpito del negocio, los planes complementarios, se lo están entregando a Cruz Blanca que es otra empresa hermanita de Saludcoop. Esto es un foco de corrupción promovido por la Supersalud y el Gobierno Nacional, con las consecuencias de muertos que van a haber. Sería bueno que la gente llevara el registro de cuántos muertos dejará esta liquidación y los que está dejando la de Caprecom, y que se diga quién va a responder por eso”, dijo Yesid Camacho.
Sobre la situación de los trabajadores de las clínicas, el dirigente sindical anotó que aparentemente no es tan grave, pero cuando aparezca el volumen del pasivo, “se reventarán”.
La deuda
Para el Ministerio de Salud, la empresa liquidada deja una deuda de 1,2 billones de pesos con las IPS públicas y privadas, pero el sindicalista cree que la deuda puede pasar los 2,5 billones. “Así está la de Caprecom, es decir que entre las dos se van a llevar cinco billones de pesos, van a quebrar la red hospitalaria. Eso sumado a la actual crisis por las deudas contingentes de la tercerización laboral, cobrando solo el 50% de la deuda con los 250 mil trabajadores por contrato, asciende a más de 20 billones de pesos”, explicó Yesid Camacho.
El fiscal de Anthoc concluyó que lo que hay es una reorientación del negocio hacia otros actores del mismo negocio y una refinanciación: “Por eso en el Plan Nacional de Desarrollo introdujeron una modificación para darle la posibilidad a las EPS de acogerse al sistema financiero y refinanciarse a siete años, con créditos de Findeter, es decir, con créditos de origen público financian a los particulares”.
Para el galeno Sergio Izasa, el deterioro de la infraestructura pública hospitalaria se permite para que sea comprada a muy bajo precio por entidades privadas que las desarrollarán al máximo, con el apoyo del Estado como negocios 100% privados.
“Todo esto es una estrategia diseñada para privatizar a las malas. La salud de los colombianos no les importa. Les hemos demostrado que se muere gente y dicen que es mentira, hasta descalifican la muerte de las personas. Quieren copiar el modelo americano que es el más rentable desde el punto de vista financiero, pero el peor desde el punto de vista de rentabilidad social”, concluyó el Presidente de la Federación Médica Colombiana.
