No proceden
Así le dijeron Aída Avella y Carlos Lozano a los periodistas que los interpelaron para que les ofrecieran excusas a las Fuerzas Militares, porque “acusaron al militarismo” de haber sido el responsable del atentado criminal de que fueron víctimas los dos dirigentes de la izquierda en el departamento de Arauca. “No proceden”, dijeron ambos, porque “así asuma la responsabilidad el ELN, coinciden con la ‘Operación Andrómeda’ en la cual nos chuzaron y hostilizaron, y con la ola de amenazas en nuestra contra, hechos que aparecen en medio de la actividad delictuosa de la inteligencia del Ejército”, explicaron.
Otra falacia
El semanario VOZ conoció de fuentes de la Delegación de Paz de las FARC-EP en La Habana que la vinculación de Fabián Ramírez a los diálogos de paz no obedeció a que sobre él existiera un cerco militar que diera por segura su inminente muerte. “Es otra falacia de los medios de comunicación”, dijo la fuente guerrillera. “Fabián estaba en el sur del país, en medio de los combates con el Ejército, pero sin que sobre él existiera el apremio que aseguran los periodistas que repiten la versión militar”. Explicó la misma fuente que la presencia del segundo comandante del Bloque Sur demuestra es la cohesión de las FARC alrededor del proceso de paz y desvirtúa la especulación de su división.
El vice uribista
Carlos Holmes Trujillo fue escogido como fórmula vicepresidencial por el jefe único del llamado Centro Democrático, Álvaro Uribe Vélez. Nada tuvo que ver el candidato presidencial Óscar Iván Zulúaga. En la estructura vertical de este movimiento, las decisiones las toma Uribe sin consultar con nadie. Al respecto, algunos liberales dijeron tener vergüenza ajena, porque el papel de Carlos Holmes Trujillo es muy lamentable, al lado de la extrema derecha y del nefasto Uribe Vélez, tan cuestionado en el país y en el exterior. “El viejo Carlos Holmes Trujillo debe estar revolcándose de rabia en la tumba”, le dijo a VOZ un integrante de la lista al senado por el Partido Liberal.
Un árbol podrido
Otro escándalo sacude a las Fuerzas Militares. La Fiscalía descubrió una poderosa red de tráfico de armas, liderada por el coronel Róbinson González del Río, quien hasta hace pocas semanas gozaba de todos los privilegios en su condición de detenido por “falsos positivos”. González del Río, sobrino del general Rito Alejo del Río, condenado por colaborar y promover a los grupos paramilitares en Urabá, tenía contactos con importantes generales y magistrados del Consejo Superior de la Judicatura, investigados en el momento actual.
Conocedores del tema militar dicen que lo que está pasando en el Ejército no es un problema de “manzanas podridas”. Es el árbol el que está podrido por una doctrina que les da tanto poder y la tradición elitista en los mandos militares. No aceptan controles ni reformas, mantienen una especie de logia intocable. Se requiere a fondo la reforma de la institución.
