sábado, mayo 4, 2024
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Vivir lo nuestro, vivir el cambio

Editorial VOZ 3177

El nuevo momento es de optimismo, reafirmación y consolidación de la confianza. Vivir lo nuestro es vivir el cambio con pasión y entrega, como trabajo diario en todos los sectores y procesos, con creatividad y actitud inclusiva, con diálogo y pedagogía persuasiva, con niveles de organización y articulación. Son las lecciones del 7J.

La movilización del 7 de junio ratificó una premisa que expusimos en el editorial anterior: “El primer aliado de la paz y el cambio, es el pueblo”. Por ello, su convocatoria en un momento en el que el saboteo de la derecha arreciaba, fue clave y marcó un nuevo momento de avance en el proceso democrático y popular de cambio.

El exsenador Gustavo Bolívar ha dicho “el presidente Petro se siente fuerte”. Su fortaleza tiene una diferencia con momentos históricos anteriores, esa fuerza deviene del poder movilizador del pueblo, es producto de la unión de esfuerzos convocantes entre el movimiento sindical de la Central Unitaria de Trabajadores y otras centrales, del esfuerzo plural de sectores sociales, intelectuales y académicos, de la juventudes con las que hubo una reconexión y una renovación creativa en la lucha, con las mujeres convocantes y organizadoras, el movimiento comunal y barrial en la calle, sectores del arte y la cultura que volvieron a las calles con su música, su teatro y sus expresiones estéticas, con el papel dinamizador del Pacto Histórico como fuerza líder del cambio. Un claro mensaje de unión popular, social y diversa en defensa del cambio.

Y ahora, con las asambleas populares la democracia avanza y se profundiza. Estas son para actuar y ejecutar. Ellas cuentan con dos herramientas poderosas, el Programa de Gobierno y el Plan Nacional de Desarrollo. Son para retomar acuerdos, para seguir organizando la lucha y la unión de esfuerzos de las regiones con el Gobierno nacional, para que el cambio tome fuerza y se acelere en los territorios.

La firma del acuerdo de cese bilateral entre el Gobierno de Petro y el Ejército de Liberación Nacional, ELN, entra a reafirmar este nuevo momento de presente y perspectiva optimista. La política de Paz Total toma un nuevo aire. Reformas y Paz Total van unidas, se potencian y se retroalimentan, dándole sentido y realidad a la paz con justicia social. Un cese bilateral firmado por las partes marca un camino cierto de paz con el ELN que redundará en beneficios para la población civil, no combatiente y desarmada en los territorios de la Colombia profunda.

Aunque los grandes derrotados de la semana pasada fueron los grandes medios de comunicación aliados a la oposición, porque sus vaticinios apocalípticos y sus tramas de mentiras y chismes quedaron tiradas en calles y camino de una Colombia que ya no les cree y que se movilizó construyendo su propio relato de trabajo por el cambio y las reformas.

Y para alegría de una Colombia habida de buenas noticias, de relatos de amor, solidaridad y cosmogonías resilientes, son hallados los niños indígenas de la paz, en una acción impensable en épocas anteriores, una verdadera campaña militar solidaria y en defensa de la vida, articulada al conocimiento ancestral y en defensa de la madre naturaleza. Aunque seguimos a la espera de hallar a Wilson. La sabiduría y conocimiento ancestral hacen su aporte a ser un país de vida y esperanza.

El dólar sigue a la baja, se reducen y controlan los costos de los servicios de gas y energía, los indicadores siguen moviéndose a favor de la economía familiar y cotidiana, el fiscal se cocina en su propia podredumbre de corrupción y trama de “suicidios”, chuzadas y asesinatos, la Corte Penal Internacional se concentra en Colombia y el presidente Petro junto a Lula reinician el proceso de integración latinoamérica con importantes proyectos de inversión en la región, todos los astros y las energías positivas alineadas para aportar al relato de esperanza y optimismo de Colombia Potencia Mundial de la Vida.

Sin duda el presidente Petro, tuvo gran papel en toda esta construcción esperanzadora y el inicio de una nueva etapa del Gobierno caracterizada por logros y aciertos. Además de dirigir las políticas públicas y tomar las decisiones que ha tomado, su convocatoria de frente y directa a la movilización popular, su bajada del balcón, encabezar la marcha el 7J junto a la vicepresidenta Francia Márquez, su pedagogía permanente y su batalla mediática enfrentado a lo mas sucio y ruin del periodismo prepago, fueron claves para superar los asomos de una crisis creada ficticiamente en el marco de la estrategia del golpe blando en que se empecinan sectores retardatarios, guerreritas y corruptos.

No podemos bajar la guardia y pecar de optimistas ciegos. Las amenazas al proceso siguen latentes, por ello, es necesarios trabajar día y noche por las reformas y el cambio. Ser vigilantes activos de nuestros propios logros, visibilizarlos, compartirlos. Vivir lo nuestro es vivir el cambio como verdaderamente nuestro.

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