Para los pensionados
Es obvio y claro que al reducirse el aporte de los pensionados a la salud del 12% al 4% al Estado no le seguirán entrando esas cantidades de dinero que de manera injusta e inequitativa salen de nuestro bolsillo (entiéndase mesadas). Que las finanzas del Estado se van a mermar puede ser cierto, pero ¿por qué los pensionados tenemos que seguir sufriendo con ese injusto y usurero impuesto? Para suprimir esta obligación a las empresas no se tuvo en cuenta sus efectos fiscales y que correspondía a un 8%.
Repetimos una vez más, ¿será que un pensionado es a la vez patrón-trabajador? Ese hueco fiscal se podría remediar destinando parte del cuatro por mil, o recurriendo a otro recurso en la próxima reforma tributaria. Señor presidente Santos, no olvide que en su discurso de posesión usted prometió que su gobierno sería el de la equidad. Atentamente. Édgar Victoria González (vía Internet).
Las advertencias de Santos
Santos es un vivo, siempre ha tenido bajo la manga una moneda, y en su juego por la paz la utiliza porque él sabe que con cara se gana y con sello también. Con la advertencia que le ha hecho a las FARC se ganó el país del uribismo y eso es lo que vale para el reacomodo del capitalismo en tiempo de crisis económica y de sequía caribe. Santos cree que las FARC están derrotadas y por eso actúa así, a él no le importa el conjunto del movimiento social que reclama una salida negociada al conflicto, su único interés es saber jugar bien la moneda. El pueblo que está al lado de Santos y del uribismo saldrá a aplaudir y sonreír cuando Santos anuncie dar por terminadas las negociaciones en La Habana. Johnny Puente Doria (vía Internet).
La culpa es del chigüiro
El llamado cerdo de agua, que habita en las zonas húmedas y que identifica la fauna del norte de Colombia, en especial la altillanura oriental, se ha convertido en símbolo de la tragedia que hoy vive el Casanare, como consecuencia de la más dramática sequía de este siglo, en una zona olvidada del país. Más de seis mil ejemplares de este roedor crepuscular, que se alimenta con hierba y plantas acuáticas, murieron como consecuencia de la tragedia ambiental. Y todo por culpa de los animales; animales como los petroleros, los que explotan las canteras en los ríos y los que desvían quebradas y acequias para beneficio particular.
Pero, como si no bastara con el panorama desolador del Casanare, el chigüiro, mudo testimonio de la desidia y la inoperancia del Estado, ha pasado a ser también objeto de polémica. Por ejemplo, el gobernador del Valle, Ubeimar Delgado, propone traer seis mil chigüiros en helicóptero dizque para que vengan a tomar agua al Valle del Cauca. Pregunto: ¿Qué culpa tiene el chigüiro de las ideas del gobernador, si todos sabemos que en el Valle hay más de 800 mil personas sin agua potable?
Y para rematar, la ministra de Ambiente, María Helena Sarmiento, con todo y su bajo perfil, se fue para el Guaviare a conocer la dimensión de la sequía. Y lo que desató fue una tormenta con sus inoportunas declaraciones según las cuales la muerte de seis mil chigüiritos no es nada, comparada con Venezuela en donde murieron hace algún tiempo un millón de capivara, ronsocos o piro piro, durante una sequía similar a la de Colombia. En cualquier país del mundo estas declaraciones hubieran desencadenado la renuncia de la ministra, pero aquí desaparecen seis mil animalitos de una especie en vías de extinción y no pasa nada. John Tenorio (vía Internet).
