El líder indígena aymara Evo Morales alcanzó un significativo 60,5% de los votos, con lo que garantiza holgadamente un nuevo mandato de cinco años. Es el mandatario que más ha estado en el poder en un país signado por la inestabilidad política en las últimas décadas
Alberto Acevedo
En una intervención pública al cierre de la campaña electoral, en la que estuvieron habilitados para ejercer el voto seis millones de bolivianos, el presidente Evo Morales, reivindicando el colosal proceso de nacionalización de los recursos naturales de su país y la reinversión de esos recursos en programas sociales, dijo: “Antes decidían las oligarquías, ahora decidimos los indios”.
El llamado del mandatario indígena para que la población de su país respalde en las urnas ese ejercicio de soberanía nacional y de gestión administrativa patriótica, fue compensado con un espaldarazo, que se reflejó en una votación del 60,5% de los electores, según revelaron, en la madrugada del pasado lunes, cifras de la encuestadora Ipsos.
En un país caracterizado por los alzamientos sociales y la desestabilización política, debido al rechazo popular a la corrupción administrativa, los resultados del pasado domingo 12 de octubre permiten al gobernante romper varios récords. Uno es que en forma sostenida, durante tres períodos, ha alcanzado cifras históricas de votación, superiores al 60%. Segundo, que es el mandatario que más ha permanecido en el poder en las últimas décadas, y completaría 14 años de ejercicio gubernamental en forma ininterrumpida.
Mayoría parlamentaria
A esto se agregan los resultados en la escogencia de gobiernos seccionales. Su partido eligió 36 senadores y 130 diputados a la Asamblea Plurinacional (parlamento) y ganó en ocho de los nueve departamentos en que se divide el país, incluyendo a Santa Cruz, tradicional bastión de la derecha burguesa, que en varias ocasiones fraguó intentos de golpe de estado contra Morales.
Al reivindicar el veredicto de las urnas, en un discurso casi a la media noche del domingo, Evo Morales dijo que “este es un triunfo de los anticolonialistas y de los antiimperialistas”. Dedicó la victoria electoral a Fidel Castro, figura emblemática de los revolucionarios latinoamericanos, y de Hugo Chávez, fallecido presidente venezolano que contribuyó a las transformaciones sociales en el continente.
Evo prometió profundizar el proceso de reformas sociales y políticas de contenido democrático. “Aquí se debatían dos modelos: la privatización y la nacionalización. La nacionalización ganó con más del 60%”, puntualizó el mandatario, mientras miles de manifestantes que lo acompañaban, coreaban la consigna: “patria sí, colonia no”.
