Dirigentes sindicales de todo el país denuncian prácticas corruptas y fraudes en las pasadas elecciones de la CUT. Proponen buscar un sistema más transparente para elegir su dirección
Juan Carlos Hurtado F.
No solo quienes no fueron favorecidos en las elecciones del pasado 7 de junio para elegir direcciones nacionales y regionales de la CUT y Fecode, han denunciado los fraudes y la poca transparencia en ese proceso; también lo hacen muchos elegidos quienes coinciden en que el congreso de la central que se debe realizar el próximo año, debe buscar mecanismos más honestos y que den representatividad en las direcciones.
El de Omar Romero es un caso bien particular, pues en las elecciones al ejecutivo nacional de la central obtuvo 6.219 votos, pero no quieren contabilizarle más de 300; aunque se enviaron el mismo día de la votación de lo cual aparecen las actas y recibidos de la subdirectivas. Esos votos lo pondrían en el puesto 14 o 15 de los 21 que integran la dirección nacional, pero está de 22 con 12 menos que quien ocupa el último puesto. VOZ habló con él.
–¿Cuál es su situación con respecto a las elecciones al ejecutivo nacional de la CUT?
–Tengo los votos para estar dentro de los 21 del ejecutivo, pero por los manejos oscuros que se dan en cabeza del presidente nacional, Domingo Tovar, por no dejarle autonomía al tribunal, permeado por personajes como Fabio Arias, me dejan por fuera por 12 votos.
Por problemas y manejos internos del comité ejecutivo nacional como del tribunal electoral, han cerrado esa puerta para que yo haga parte del ejecutivo. Le dieron malos manejos internamente a la votación.
–¿Cómo lo están afectando?
–No se me tiene en cuenta una votación del sector cementero del cual hago parte a pesar de que un miembro del tribunal solicitó hacerlo con base en la comparación de las listas. No quisieron hacerlo porque están influenciados por sectores políticos como Progresistas, el Polo y el Moir.
Problema de fondo
–¿Qué otras anomalías conoce?
–También está lo que se dio en todo el país, especialmente en el Valle del Cauca donde hubo una suplantación de firmas de gente que no votó, a otros le falsificaron la firma; de lo cual hay pruebas. Por ejemplo, en una sola mesa aparecieron 1.400 votos; y el promedio electoral establece que una persona se demora unos tres minutos en votar, en 10 horas votarían 200 personas máximo; entonces no pueden aparecer todos esos votos. Es un fraude descarado.
También hay gente que tiene su sindicato a nivel departamental pero aparecen votando todos en una sola mesa, en el mismo municipio.
Fuera de eso, de manera descarada, el presidente de la CUT nacional, se llevó las llaves para que el tribunal no siguiera con el conteo de los votos, luego saca una carta disculpándose. Todo eso llama la atención.
Ellos dicen que no aparecen los votos en físico y que otros llegaron extemporáneamente, lo cual es desmentido por las actas y los documentos de envío por correo certificado. Desaparecieron los votos para no contabilizarlos. Dejaron al sector industrial sin representación en la dirección de la CUT.
–Entonces es un problema de fondo ya que el mismo sistema le permite a los tramposos hacer de las suyas…
–En el próximo congreso hay que buscar las formas para que se establezcan políticas claras de reglamentación para el sistema eleccionario, o acabar con ese modelo porque no hay transparencia, honestidad. Muchas organizaciones sindicales están peor que las organizaciones políticas de derecha, y eso no le queda bien al movimiento sindical.
Cambiar el modelo
–Usted denuncia con nombre propio a dirigentes sindicales de unas organizaciones políticas, ¿por qué cree que lo hacen?
–Hay una serie de componendas entre gente del PIN, el Polo, el Moir, Progresistas, dizque para no desestabilizar el equilibrio político como dicen ellos mismos. Por eso no les conviene que entre gente con posiciones claras, dirigentes del sector clasista, que piensen en el colectivo, que enfrenten el neoliberalismo.
–¿Qué medidas va a emprender ante esa situación?
–He recogido bastantes pruebas con ayuda de muchos trabajadores que no votaron y aparecen votando y les firmaron. También pronunciamientos de organizaciones a las que no les quieren reconocer la votación. Ya puse una tutela, pero también hay que buscar la manera de que el movimiento sindical no siga de esa manera, estamos peor que los políticos tradicionales. Somos muchos los que estamos pensando en demandar todo el proceso eleccionario, que se anule la votación porque el comité ejecutivo direccionó eso y no dio independencia a los tribunales departamentales ni al nacional.
El movimiento sindical debe ser transparente, digno, honesto, si sigue pareciéndose al esquema político que se impone, será muy difícil que se defiendan los derechos de los trabajadores.
