Decenas de miles de catalanes marcharon este 1 de mayo por las calles céntricas de Barcelona. Eran notorios los vientos que soplan por toda Cataluña de querer decidir sobre independencia o no. La bandera catalana, junto con la de la República, se movían por todos lados en las marchas obreras.
Dick & Mirian Emanuelsson
Decenas y decenas de miles de catalanes en un mar humano marcharon este 1 de mayo por las calles céntricas de Barcelona. Trabajadores de la empresa finlandesa transnacional UPM protestaron por el cierre planificado por los gerentes y el traslado de la empresa a Polonia. Ahí, los empresarios les pagarían solo 25% a los obreros polacos, según el convenio colectivo en Barcelona. Casi dos centenares de obreros catalanes quedarían desempleados junto a seis millones de sus hermanos de clase que se encuentran sin trabajo en el estado español.
Lo mismo pasaría con 420 obreros de la empresa alemana Bosch. Los gerentes planean hace tiempo un traslado de la producción de Barcelona a la antigua Yugoslavia, también por razones de salarios miserables.
En las filas y secciones de obreros también eran notorios los vientos que soplan por toda Cataluña de querer decidir sobre independencia o no. La bandera catalana, junto con la de la República, se movían por todos lados en las marchas obreras.
Rajoy ha cerrado el derecho de decidir en un referendo en noviembre sobre el futuro de Cataluña, y hasta amenaza con tanques. La torpeza falangista se vuelve un excelente argumento para los partidarios de la independencia catalana.
En varios reportajes entregaremos testimonios y entrevistas sobre lo que se sentía en este 1 de mayo en Cataluña. Pero también de las luchas obreras, tanto en Barcelona como Madrid y el País Vasco.
Mientras tanto, les damos un «aperitivo» sobre la combatividad de los pueblos de España lo que fuimos testigos este medio día en Barcelona.
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